¿Las cosas pasan solo porque si?
Hashtag_BTarea14 de Abril de 2016
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¿Las cosas pasan solo porque si?
Todo sucede por una razón. Ni antes ni después. Las cosas ocurren cuando tienen que ocurrir”.
Me hago a menudo esa reflexión porque he llegado a la conclusión de que es absurdo batallar contra el destino o desear que ocurra o no ocurra algo si en el cauce de la vida está previsto que ocurra.
Muy filosófica me he levantado hoy, lo sé, pero es un sentimiento que llevo tiempo dentro y que así trato de transmitir a mis amigos cuando están apurados por un tema que se escapa de sus manos.
Tengo 15 años, casi 16 y llevo una “vida normal” por asi decirlo, no me gustaría decir que soy una típica adolescente porque no creo que todos tengamos el mismo tipo de vida.
Voy a la escuela, en mi casa hay un local en el cual atiendo una papelería y lo uso de pretexto para decir que no me da tiempo de hacer tarea aunque algunas veces es verdad, no me gusta salir mucho y para no decir “NO” como tal prefiero decir que mis padres no están y por lo tanto no puedo salir o simplemente que no me dieron permiso, pero en ocasiones si no me dan permiso. No acostumbro a tomar ni fumar, porque simplemente no me llama la atención hacerlo. Me gusta leer, ver películas, cantar (aunque muy feo) y bailar aunque ya no lo haga con la frecuencia con la que lo hacía hace un año.
Ni antes, ni después. Todo el cúmulo de situaciones vividas me han llevado a lo que soy hoy y de no haber sido por ese “ahí” y ese “ahora”, las cosas serían muy diferentes de lo que son ahora
Pero acostumbro a pensar mucho las cosas, y hacerme mil y un preguntas sobre todo lo que me pasa y lo que podría pasar si hiciera tal cosa, o si hubiera hecho esto en lugar de aquello, mi vida se modificaría bastante.
Muchas veces pienso en lo que soy ahora y en lo que eh hecho para serlo. Y les contare un poco de mis anales para ver si realmente las cosas pasan por algo. Recuerdo cuando iba a la primaria y no tenía amigos ni nadie con quien juntarme, pero me daba igual o eso aparentaba, Tenía cierta rivalidad una niña de mi salón, la cual hacia que ninguno se juntara conmigo por lo que siempre me iba a sentar debajo de un árbol con un follaje para ocultar mi soledad y esconderme del mundo. Mi vida era aleatoria, pero aun asi tenía una magnanimidad inmensa.
Un día decidí hablarles a las niñas con las que igual tenían de rival a la misma persona que yo y a las cuales tendía a humillar y asi comencé a tener con quien juntarme y aprendí a hablar un poco con otras personas que no fuera yo. Tiempo después entro a nuestro salón una niña llamada Quetzale y se volvió una de mis mejores amigas.
Al salir de la Primaria y entrar a la secundaria fue un cambio radical para mí porque pasaron de ser 17 alumnos de un salón, a ser 40. Al principio creí tener una secundaria normal, tenía solo dos amigas.
Cuando tenía 13 años estaba en un grupo de danza folclórica y nos dieron la noticia de que iríamos a Europa a representar nuestra patria. Y obvio me pusieron muchísimos obstáculos para que no fuera, pero mi mama hizo hasta lo imposible para que pudiera ir. Fuimos a republica Checa y a Austria solo a bailar y después visitamos más lugares para conocer y no podía creer que estuviera lejos de mi casa, de mi mamá. Creí por un momento que no era real lo que estaba pasándome, me sentía extraña en una ciudad desconocida y en un momento me sentí famosa porque todos se querían sacar una foto conmigo, donde no hablaban mi idioma y para poder hablar con alguien más era con ademanes pero en ocasiones lo que tratábamos de decir era equívoco asi que era más fácil a alguien que fuera bilingüe o trilingüe, había personas que hablaban checo, inglés y español, no muy bien pero algo se les entendía, en momentos me sentía como en una burbuja en la que no podía entender nada, ni salir muy lejos o sola por miedo a perderme pero solo me relajaba y era como si la burbuja explotara. Al regresar y voltear por la ventana del avión note que el mar era inmenso y me sentí diminuta al observarlo desde arriba, me recosté sobre la silla y me a pensar en todo lo que aprendí como a administrar mi dinero, que no todo lo que sea gratis es sabroso y en ese momento distrayéndome de todo apareció en la pantalla el clima, la hora y la latitud a la que estábamos y en eso decidí mejor dormirme.
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