Legitimidad del derecho

Introducción

Legitimidad del derecho.

La legitimidad se refiere a todo aquello que es legítimo. Y lo legitimo es todo aquello que se encuentra en las leyes. Lo que significa que todo lo que es legítimo es licito.

Por ende, la legitimidad es un término apegado al derecho y la filosofía.

El termino de legitimidad se utiliza de distintas maneras. Un ejemplo es para definir las normas. Se dice que las normas deben estar dotadas de legitimidad para poder ser validas y cumplir con los otros aspectos que las caracterizan. Lo cual me suena lógico. Sin legitimidad una norma no sería licita, y si no es lícita no podría ser norma, por lo tanto, no cumpliría con sus características y no sería aprobada, cayendo esto en que esa norma no existiría.

Otro aspecto que se dice que tiene la legitimidad es sobre personas. Se dice que alguien está dotado de legitimidad cuando tiene la capacidad y los atributos que indican las normas para realizar actos jurídicos.

Por lo tanto, yo podría decir que la legitimidad es la característica de mayor jerarquía dentro de estos aspectos mencionados. Pues sin la legitimidad estos no existirían o bien podrían existir, pero serian ilícitos.

Dentro de nuestro Estado de Derecho hemos podido notar un cambio variable entre el formalismo y el iusnaturalismo. Las teorías que hablan sobre el iusnaturalismo siempre tienden a proteger la seguridad jurídica que los individuos dentro de la sociedad, sin embargo en muchas ocasiones el formalismo dentro de su interpretación a las normas jurídicas no logra brindarle a la sociedad colectiva este derecho pleno.

Constantemente en la comunidad se escuchan quejas de los ciudadanos, criticando el sistema de justicia, las leyes y en si al Estado completo. Los ciudadanos nunca han estado conformes con la aplicación del derecho. Somos muchos seres distintos y cada uno piensa de manera diferente por lo que yo siempre he pensado que jamás se va a tener contenta a una sociedad completa. El ser humano necesita de los conflictos para superarse.

Durante la segunda guerra mundial, se llevó un juicio conocido contra Adolf Eichmann por genocidio contra el pueblo judío. Este sujeto no había cometido únicamente este delito, si no también crímenes contra la humanidad y por pertenecer a un grupo de sujetos con fines criminales.

Si bien sabemos en aquellos años no existía una defensa a los derechos humanos como lo es hoy en día.

Adolf Eichmann fue ahorcado, siendo castigado por sus crímenes. Eichamnn decía que los actos atroces que realizo no fueron por voluntad propia, si no que estaba actuando en cuanto a las reglas del sistema al que pertenecía. Lo cual me suena algo lógico, aun así no creo que este sujeto no haya podido ser capaz de reconocer la maldad en su actuar.

Los individuos en sociedad siempre actúan en cuanto a las costumbres, reglas, normas que su sociedad impone. Siempre he pensado que, si un niño nace y se cria entre criminales, terminara siendo uno de ellos. Los humanos son personas coercibles y fáciles de persuadir. Personas pertenecientes a sectas o grupos como lo fue Adolf Eichmann, tenían que acatarse a las reglas del sistema, era su modo normal de vivir.

La banalidad del mal, significa que el mal no tiene un valor absoluto y que este puede convertirse en una rutina.

El Holocausto ha sido una de las peores cosas que le ha sucedido a la humanidad y creo que podría ser un claro ejemplo de este concepto denominado como “banalidad del mal”. Los alemanes actuaban en base a las reglas que les eran impuestas por su general. Y lo hacían porque estaban sirviendo a su país acatando las reglas para poder convertirlo en un lugar mejor. Pensaban que con el exterminio de los judíos su raza podría mejorar.

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