Ley Moral

I. INTRODUCCION

En este ensayo hablaremos brevemente sobre algunos de los pensamientos de Hegel y aspectos de Ley Moral. Bien, comenzaremos con la definición de que es moral y así desplazándonos de cómo también en esta moral interactúa el pensamiento de Hegel en un ser absoluto.

Ley Moral podría decirse que es la conciencia de cada persona, aunque cada una de estas le ve de manera diferente, en sus actos refleja algún aspecto o acción. Sin embargo, varios factores atentan sobre la conciencia de las personas, como por ejemplo, la vida o circunstancias que pueda llegar a vivir. No es lo mismo vivir con una “vida estable” (feliz), a vivir una vida llena de maldad o por un caso decir, de pobreza.

El espíritu lo define Hegel como un ser holístico, que es cada persona con actitudes o con comportamiento pero sobre todo la razón de conocimiento que lleva.

Cabe decir, que los factores pueden vivirse, sin embargo, se pueden evitar también llevando a cabo los valores que día con día se deben de practicarlos. Podrían los hombres realizar impunemente cualquier acto que les viniera en gana. Esto, como es lógico, acabaría con la vida social y convertiría al individuo en un pequeño tirano que dicta su propia ley; lo señalarían como un hombre mal, que hace falta de actitud y no saber conocerse a si mismo.

La ley moral es algo cambiante, que varía con los tiempos, que depende de las diversas circunstancias de cada época, que resulta de un acuerdo entre los hombres, cualquier acto inmoral que fuera considerado así en conformidad con las costumbres de una época determinada se consigne lícito. Según esto, los actos serían buenos cuando se les considerara como buenos, y al revés.

II. DESARROLLO

“Hay en todos los hombres ideas morales. Bueno, malo, virtud, vicio, lícito, ilícito, derecho, deber, obligación, culpa, responsabilidad, demérito, son palabras que emplea el ignorante, como el sabio, en todos tiempos y países: éste es un lenguaje perfectamente entendido por todo el linaje humano, sean cuales fueren las diferencias en cuanto a la ampliación del significado a casos especiales”

Algunos filósofos en la naturaleza de las ideas morales confirman que existen las mismas; sin embargo, en la actualidad no buscamos lo que realmente son, si no lo que se supone que son. El hombre hoy en día encuentra su propia personalidad, sus propios ideales en lo cabe decir su actitud ante su entorno.

El principio de que la moral es una parte fundamental de cada persona, donde se encuentran los valores que se atraen desde casa y decimos que hasta podemos buscar un placer huyendo del dolor que nos amerita los problemas o acontecimientos importantes, para sentirnos en un ambiente feliz y amable.

La ingratitud y la iniquidad son cosas que se dan por mal gusto o por dar solo infelicidad a un sujeto o sociedad al que se le ha dado por lastimar. Quitar el interés propio accede de acciones morales o inmorales y la contradicción de la misma.

Las ideas morales están conectadas a la percepción de cada mente; en el espíritu, son inseparables de él, contra las que nada pueden las cosas de filosofía. Esta da las armas para armar un pensamiento reflexivo, que nos abre la puerta para tomar decisiones buenas o malas.

Las ideas morales no se han dado como objetos de contemplación, son reglas de conducta y no son especulativas, son prácticas individualistas que no necesitan de la ciencia para que puedan regir a la persona y a la sociedad.

Así al entrar al examen moral, consideraremos que se trata de un hecho. Entra la filosofía para explicar, en un ideal poco interno que pueda modificar, y dar ideas que se le da para que lo examine.

En enfermería las ideas morales entran cuando damos el paso al elegir la gran responsabilidad que tomamos, tanto al entrar con las personas de cuidado como el contacto con el entorno. No por decir “no me gusta” daremos paso a hacer lo que la persuasivamente nos diga, sin embargo si hay un gusto por la acción humanística, entenderemos lo que dar paso a la ayuda hacia los demás, con el orden de que debemos y poderle meter un poco de amor a nuestra profesión.

“No hay moralidad ni inmoralidad cuando no hay conocimiento: nadie ha culpado jamás a una piedra, aunque con su caída haya producido un desastre; ni ha juzgado meritoria la influencia del agua, que da a las plantas verdor o lozanía. Este conocimiento, necesario para la moral, debe ser superior a la percepción puramente sensitiva: por cuya razón están exentos de responsabilidad los brutos.”

La moral exige un conocimiento de relaciones, capaz de comparar los medios con los fines: una percepción inteligente; cuando falta, hay acciones físicas provechosas o nocivas, pero no morales o inmorales. Inferiremos la primera condición: para que una acción pueda pertenecer al orden moral, es la “inteligencia” en el ser que la ejecuta. En el sueño, u otra situación cualquiera en que el uso de la razón esté interrumpido, no hay orden moral: y si se imputan algunas acciones.

El conocimiento de lo que se ejecuta no es suficiente, si el sujeto no obra con espontaneidad libre. Libertad, porque aun suponiendo que el acto se ejerce con espontaneidad y hasta con vivo placer.

Le inteligencia, un conocimiento de relaciones, y la libertad, son necesarios para el orden moral pero es preciso notar que por relaciones se entiende algo más que la de los medios fines; y por la libertad, algo más también que la simple facultad de hacer o no hacer esto o aquello.

Para el orden moral se necesita una capacidad de conocer la moralidad de las acciones, y de conocer libremente; la criatura intelectual no está en el orden moral.

En el orden físico, los actos son lo que son, prescindiendo del conocimiento de quien los ejecuta; pero en el moral, todo depende del conocimiento y libertad del

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