MAPAS DE RACIONALIDAD LIMITADA: PSICOLOGÍA PARA UNA ECONOMÍA CONDUCTUAL
jorgesc5 de Mayo de 2013
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REVISTA ASTURIANA DE ECONOMÍA - RAE Nº 28 2003
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MAPAS DE RACIONALIDAD
LIMITADA: PSICOLOGÍA PARA
UNA ECONOMÍA CONDUCTUAL (*)
Daniel Kahneman**
Universidad de Princeton
La labor considerada por el Comité del Nobel fue realizada conjuntamente
con Amos Tversky (1937-1996) durante una larga e inusual
colaboración muy estrecha. Juntos, exploramos la psicología de las
elecciones y creencias intuitivas y examinamos su racionalidad limitada.
Nuestra investigación pretende obtener un mapa de racionalidad
limitada, explorando los sesgos sistemáticos que distinguen las
creencias que tiene la gente y las elecciones que realiza respecto a
las elecciones y creencias óptimas supuestas en los modelos del
agente racional. Mi labor con Tversky incluye tres programas de
investigación diferentes, algunos de los cuales fueron desarrollados
con otros colaboradores. El primero exploraba la heurística que utiliza
la gente y los sesgos a los que tiende cuando realiza diversas
tareas relacionadas con el hecho de juzgar algo en un contexto de
incertidumbre, incluyendo las evaluaciones y predicciones de las
pruebas. El segundo se centraba en la teoría prospectiva (prospect
theory), un modelo de elección en un entorno de riesgo y con aversión
a las pérdidas en las elecciones libres de riesgo. La tercera línea
de investigación se ocupaba de los efectos marco (framing effects)
y de sus implicaciones para los modelos del agente racional. El presente
ensayo revisa estas tres líneas de investigación a la luz de los
avances recientes en la psicología de la elección y el juicio intuitivos.
Palabras clave: conferencia Nobel, racionalidad limitada, economía
conductual, sistemas cognitivos, accesibilidad, teoría prospectiva,
efectos marco, sustitución de atributos, heurística del
prototipo, pensamiento intuitivo.
(*) Este artículo es una versión revisada de la conferencia dada por el profesor Daniel Kahneman en
Estocolmo, el 8 de diciembre de 2002, cuando recibió, junto con el profesor Vernon L. Smith, el Premio
Nobel de Economía (Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas dado en memoria
de Alfred Nobel. El artículo es © Fundación Nobel 2002 y se publica en RAE Revista Asturiana de
Economía con el consentimiento del autor y el permiso de la Fundación Nobel. La traducción ha
sido realizada por Mario Piñera.
(**) Woodrow Wilson School, Universidad de Princeton, Princeton, Nueva Jersey 08544 (e-mail:
kahneman@princeton.edu). En este ensayo, que corresponde a una de las versiones de la conferencia
Nobel (la publicada en inglés en The American Economic Review en diciembre de 2002
–vol. 93, nº 5, pp. 1449-1475; se ha publicado otra versión en American Psychologist –septiembre
de 2003–) se revisan problemas que estudiamos conjuntamente Amos Tversky y yo hace muchos
años, y que continuamos analizando en un diálogo que se extendió durante varias décadas. Se
basa en un análisis de las heurísticas del juicio desarrollado en colaboración con Shane Frederick
(Kahneman y Frederick, 2002). Agradezco a Angus Deaton, David Laibson, Michael Rothschild y
Richard Thaler sus minuciosos comentarios respecto a esta versión. Se debe aplicar la salvedad
habitual. Geoffrey Goodwin, Amir Goren y Kurt Schoppe me prestaron una ayuda muy útil.
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La labor considerada por el Comité del Nobel fue realizada conjuntamente
con Amos Tversky (1937-1996) durante una larga e inusual colaboración
muy estrecha. Juntos, exploramos la psicología de las decisiones
y creencias intuitivas y examinamos su racionalidad limitada. Herbert A.
Simon (1955, 1979) había propuesto mucho antes que aquéllos que
toman decisiones deberían ser considerados como racionales en un sentido
limitado, y había planteado un modelo en el que la maximización de
la utilidad era sustituida por la satisfacción. Nuestra investigación pretende
obtener un mapa de racionalidad limitada, explorando los sesgos sistemáticos
que distinguen las creencias que tiene la gente y las elecciones
que realiza respecto a las creencias y elecciones óptimas supuestas en los
modelos del agente racional. El modelo del agente racional fue nuestro
punto de partida y la principal fuente de nuestra hipótesis nula, pero
Tversky y yo consideramos que nuestra investigación era básicamente
una contribución a la psicología que, como un beneficio secundario,
podía generar una posible contribución a la economía. Fuimos arrastrados
hacia la conversación interdisciplinaria por economistas que confiaban
en que la psicología podía ser una fuente provechosa de hipótesis
para la teorización económica, e indirectamente una fuente de hipótesis
para la investigación económica (Richard H. Thaler, 1980, 1991, 1992). En
cierta medida, esta esperanza se ha convertido en realidad, dando lugar a
un programa activo de investigación desarrollado por los economistas
conductuales (Thaler, 2000; Camerer et al., en curso de publicación; para
otros ejemplos, véase Kahneman y Tversky, 2000).
Mi labor con Tversky incluye tres programas de investigación diferentes,
algunos de los cuales fueron desarrollados con otros colaboradores.
El primero exploraba la heurística que utiliza la gente y los sesgos a los
que tiende cuando realiza diversas tareas relacionadas con el hecho de
juzgar algo en un contexto de incertidumbre, incluyendo las evaluaciones
y predicciones de las pruebas (Kahneman y Tversky, 1973; Tversky y Kahneman,
1974; Kahneman et al., 1982). El segundo se centraba en la teoría
prospectiva (prospect theory), un modelo de elección en un entorno de
riesgo (Kahneman y Tversky, 1979; Tversky y Kahneman, 1992) y con
aversión a las pérdidas en las elecciones libres de riesgo (Kahneman et
al., 1990, 1991; Tversky y Kahneman, 1991). La tercera línea de investigación
se ocupaba de los efectos marco (framing effects) y de sus implicaciones
para los modelos del agente racional (Tversky y Kahneman, 1981,
1986). El presente ensayo revisa estas tres líneas de investigación a la luz
de los avances recientes en la psicología de la elección y el juicio intuitivos.
Muchas de las ideas presentadas aquí fueron anticipadas informalmente
hace ya algunas décadas, pero el intento de integrarlas dentro de
una aproximación coherente al juicio y a la elección es reciente.
A menudo, los economistas critican la investigación psicológica por
su propensión a generar listas de errores y sesgos, y por su fracaso a la
hora de ofrecer una alternativa coherente al modelo del agente racional.
Esta queja solamente está justificada en parte: las teorías psicológicas del
pensamiento intuitivo no pueden competir con la elegancia y la precisión
de los modelos normativos formales de la creencia y la elección, pero esto
es simplemente otra forma de decir que los modelos racionales no son
realistas desde una perspectiva psicológica. Además, la alternativa a
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modelos precisos y sencillos no es el caos. La psicología aporta conceptos
integradores y generalizaciones de nivel intermedio, que se ganan la
credibilidad gracias a su capacidad de explicar aparentemente fenómenos
distintos en dominios diversos. Dentro de este espíritu, este ensayo ofrece
un tratamiento unificado de la elección y el juicio intuitivos, que se
basa en un estudio previo de las relaciones entre las preferencias y las
actitudes (Kahneman et al., 1999) y amplía un modelo de heurística del juicio
propuesto recientemente por Kahneman y Frederick (2002). Las ideas
que nos guían son (i) que la mayor parte de los juicios y de las elecciones
se efectúan intuitivamente; (ii) que las reglas que gobiernan la intuición
son generalmente similares a las de la percepción. Consiguientemente, el
tratamiento de las reglas de las elecciones y los juicios intuitivos se basará
ampliamente en analogías visuales.
En el apartado 1 se plantea una distinción entre dos modos genéricos
de función cognitiva, que corresponden aproximadamente a la intuición y
el razonamiento. En el apartado 2 se describen los factores que determinan
la accesibilidad relativa de los diferentes juicios y respuestas. En el
apartado 3 se relaciona la teoría prospectiva con la proposición general de
que los cambios y las diferencias son más accesibles que los valores
absolutos. En el apartado 4 se explican los efectos marco sobre la base de
su diferencial de notabilidad y accesibilidad. En el apartado 5 se examina
un modelo de sustitución de atributos del juicio heurístico. En el apartado
6 se describe una familia concreta de la heurística, denominada heurística
del prototipo. En el apartado 7 se estudia la interacción entre el pensamiento
intuitivo y reflexivo, y el apartado 8 sirve para finalizar
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