Minutas (Paradigmas Educativos)

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL “RAFAEL MARIA BARALT”

VICE-RECTORADO ACADÉMICO

PROGRAMA DE POSTGRADO

MAESTRÍA EN DOCENCIA DE EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

U.C.: PSICOSOCIOLOGÍA DEL APRENDIZAJE

MINUTAS

(Paradigmas educativos)

Maestrante:

Parra Nava, Ronald Ramón

C.I. N° 13.661.824

Vigía, Julio de 2012

PARADIGMA CRÍTICO-SOCIAL

El paradigma critico-social, también llamado paradigma sociocultural o histórico cultural, desarrollado por L.S . Vigotsky a partir de la década de 1920. Expone una concepción de docencia en la que relación entre sujeto y objeto de conocimiento no es una relación bipolar como en otros paradigmas; se convierte en un triangulo abierto en el que las tres vértices se representan por sujeto, objeto de conocimiento y los artefactos o instrumentos socioculturales. La influencia del contexto cultural pasa a desempeñar un papel esencial y determinante en relación vértices-sujetos.

A partir de ese planteamiento, se considera que en efecto los estudiantes no tienen la capacidad de resolver independientemente los problemas que se le presentan, por tanto requieren del apoyo y la interacción social con los otros, a fin de lograr la construcción de saberes de manera personal y en colectivo. Es decir, se hace necesario promover en los estudiantes el uso de herramientas culturales y sociales; reguladas por instrumentos físicos y psicológicos que garanticen el desarrollo y la internalización de habilidades y capacidades.

El papel de la interacción social con los otros (especialmente: expertos, maestros, padres, niños(a) mayores, iguales, otros.), tiene importancia fundamental para el desarrollo psicológico (cognitivo, afectivo, entre otros.). Así mismo, las relaciones sociales, la s mediación a través de instrumentos s (físicos y psicológicos como: lenguaje, escritura, libros, ordenadores, manuales.) permiten el desarrollo del alumno.

En concordancia con estos planteamientos, el alumno del paradigma crítico-social ha de ser previsto como un sujeto que participa en un contexto social, en el que él mismo se convierte en el centro de acción pedagógica, cuyo resultado es la construcción personal y un proceso autentico de co-construcción en colaboración con los otros.

Donde los saberes que inicialmente fueron transmitidos, compartidos y hasta cierto punto regulados externamente por otros, posteriormente gracias a los procesos de internacionalización, termina siendo propiedad de los educandos.

PARADIGMA CONDUCTISTA

El conductismo surge como una teoría psicológica y posteriormente se adapta su uso en la educación. Desde esta perspectiva el aprendizaje es definido como un cambio observable en el comportamiento, y los procesos internos (procesos mentales superiores) son considerados irrelevantes para el estudio del aprendizaje humano.

En concordancia con estos postulados, el alumno desarrolla procesos que no son explicados por cambios debido a sus estructuraciones internas. Los conocimientos de los alumnos son meras acumulaciones de relaciones o asociaciones entre estímulos y respuestas, sin alguna organización estructurada. Por tanto, pueden aplicarse con éxito en la adquisición de conocimientos memorísticos, que suponen niveles primarios de comprensión.

Donde el alumno es visto, como un sujeto cuyo desempeño y aprendizaje escolar pueden ser arreglados desde el exterior, (las situaciones instruccionales, los contenidos y los métodos), siempre y cuando se realicen los ajustes ambientales y curriculares pertinentes; basta con programar adecuadamente los insumos educativos necesarios y adecuados. Lo que significa, un docente efectivo debe poseer la capacidad de manejar hábilmente los recursos conductuales con eficiencia en su labor pedagógica y sobre todo en el mecanismo para impartir el aprendizaje de sus alumnos.

PARADIGMA COGNITIVO

La teoría cognitiva, proporciona grandes aportaciones al estudio de los proceso de enseñanza debido a su enfoque en una o más de las dimensiones de lo cognitivo (atención, percepción, memoria, inteligencia, lenguaje, pensamiento, otros.); determinar que "aprender" constituye la síntesis de la forma y contenido recibido por las percepciones, las cuales actúan en forma relativa y personal en cada individuo, y que a su vez se encuentran influidas por sus antecedentes, actitudes y motivaciones individuales.

En tal sentido, el docente debe partir de la idea de un alumno activo que aprende significativamente. Por ello, su rol se centra especialmente en confeccionar y organizar experiencias didácticas a fin de promover en sus educandos un aprendizaje revelador de los contenidos escolares, al mismo tiempo que se hace uso de estrategias instruccionales cognitivas para aplicarlas de manera efectiva en sus situaciones pedagógicas.

Todo ello, se resume en el hecho de que el docente debe desempeñar el papel protagonista en quebranto de la participación cognitiva de los alumnos, y por su parte permitirles considerar y desarrollarse haciendo uso de nuevos aprendizajes y habilidades estratégicas.

PARADIGMA CONSTRUCTIVISTA

Cuando hablamos de constructivismo, nos encontramos con una corriente que en ella se centra al alumno en un papel más participativo, dinámico y práctico para la obtención del aprendizaje, de habilidades y aptitudes, siendo necesaria la interacción del sujeto con su contexto social, histórico y cultural.

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