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Nietzsche Sobre verdad y mentira.


Enviado por   •  30 de Mayo de 2016  •  Resúmenes  •  4.079 Palabras (17 Páginas)  •  209 Visitas

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FRIEDRICH NIETZSCHE – Sobre verdad y mentira.

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  • Intelecto humano: Hubo eternidades en las que no existió, y cuando desaparezca no habrá pasado nada; porque para ese intelecto no hay ninguna función que vaya más allá de la vida humana, sino que es humano, y solo su poseedor y creador lo toma como si fuera el centro del mundo. Sin él el hombre desaparecería rápidamente.
  • El filósofo, el más orgulloso de los hombres, cree que los ojos del mundo se centran en sus actos y pensamientos.
  • El intelecto como medio para la conservación del individuo, despliega su mayor fuerza en el acto de fingir, porque este es el recurso con el cual se mantienen los individuos más débiles y menos robustos. Este arte de fingir llega en el hombre a su cima: engaño, mentira, calumnia.
  • Está profundamente sumido en ilusiones y ensueños, su mirada resbala por la superficie de las cosas y ve “formas”; su sensación no lo lleva a ninguna parte de la verdad, sino que se conforma con recibir estímulos y jugar a tantear el dorso de las cosas. Se deja engañar por sus sueños sin que su sentimiento moral trate de impedirlo.
  • Utiliza la mayor parte del tiempo el intelecto para engañar, pero como el hombre por necesidad quiere vivir socialmente al modo del rebaño, necesita un tratado de paz. Esta comporta algo que parece ser el primer paso hacia ese misterioso impulso hacia la verdad, se fija lo que ahí en adelante será “verdad” (Designación de las cosas validas, general y obligatoria).
  • El mentiroso utiliza las designaciones válidas para que aparezca como real lo que no es tal. Utiliza mal las firmes convenciones mediante engaños arbitrarios. Si hace eso en provecho propio y además produciendo daño no será creído por la sociedad y será expulsado.
  • El hombre trata de evitar el ser perjudicado por el engaño, las consecuencias. Desea las consecuencias apropiadas y conservadoras de la vida que pueda traer la verdad. Permanece indiferente frente al conocimiento puro y sin consecuencias y enemigo de las verdades perjudiciales. Tomará siempre ilusiones por verdades (Tautología)
  • ¿Qué es una palabra? La copia en sonido de un estímulo nervioso. Dividimos las cosas en géneros. Los diferentes idiomas muestran que en las palabras nunca importan la verdad ni la expresión.
  • La “cosa en si” (Que sería la verdad pura sin consecuencias) es algo inconcebible y no digna de búsqueda. Este se limita a designar las elaciones de las cosas con los hombres y para expresarlas recurre a las metáforas.
  • Con el lenguaje creemos saber algo de las cosas mismas cuando sin embargo tenemos solo metáforas de las cosas, que de ningún modo corresponden a su carácter natural.
  • Esa enigmática x de la cosa produce primero el efecto de un estímulo nervioso, después de una imagen y finalmente un sonido.
  • Una palabra se convierte en concepto tan pronto como de deja de servir para recordar la experiencia única, y en cambio debe ajustarse a innumerables casos más o menos parecidos. Todo concepto surge mediante la igualación de lo no igual.
  • La naturaleza nada sabe de formas y de conceptos, solo hay una x inaccesible.
  • ¿Qué es la verdad? Un flexible ejercito de metáforas, una suma de relaciones humanas que reforzadas, transmitidas y adornadas poética y retóricamente, y que después de un uso prolongado le parecieron a un pueblo firmes, canónicas y obligatorias. Las verdades son ilusiones de las cuales se ha olvidado que son tales, metáforas que han sido desgatadas y han perdido fuerza.
  • El hombre miente no consciente y justo por esa inconsciencia, por ese olvido llega al sentimiento de la verdad.
  • Solo mediantes el olvido de ese primitivo mundo de metáforas, solo gracias a que el hombre se olvida de si como sujeto, y ciertamente como sujeto que crea artísticamente, vive en una tranquilidad, seguridad y coherencia.
  • Entre sujeto y objeto no hay ninguna causalidad.
  • ¿Qué es para nosotros una ley de la naturaleza? No es algo conocido en sí mismo, sino en sus efectos, es decir en sus relaciones con otras leyes de la naturaleza, que su vez solo conocemos como relaciones las cuales son inteligibles. Solo son conocidas por nosotros las cosas que aportamos: el tiempo, el espacio, así como relaciones de sucesión y números.
  • Edificio de Conceptos: este es una imitación de las relaciones de tiempo, espacio y numero, hecha sobre la base de metáforas

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  • En la construcción de los conceptos trabaja originariamente el lenguaje, y en tiempos posteriores la ciencia la cual ordena todo el mundo empírico.
  • Impulso a crear metáforas, impulso fundamental del hombre. Busca un nuevo ámbito para su acción y los encuentra en el mito y sobre todo en el arte.
  • El hombre mismo tiene una invencible tendencia a dejarse engañar. El intelecto, ese maestro en el arte de fingir, es libre y esta eximido de su esclavitud habitual cuando puede engañar sin hacer daño. A los conceptos los deshace, los desordena y los vuelve a ordenar irónicamente, equiparando lo más extraño y separando lo más cercano, manifiesta que no los necesita y ahora se guía por intuiciones.
  • Hay épocas en que el hombre racional y el hombre intuitivo andan juntos, uno angustiado ante la intuición, el otro burlándose de la abstracción. Ambos ansían dominar la vida: este sabiendo tratar las principales necesidades con previsión, prudencia y regularidad; y el otro como héroe pletórico de alegría, no ve esas necesidades y toma como real solo la vida que se ajusta a la apariencia y la belleza, no sabe aprender de la experiencia y por ello sufre más fuertemente.

Fragmentos

  1. Siguen habiendo ingenuos observadores de sí mismos que creen que existen “certezas inmediatas”, por ejemplo “yo pienso” como si el conocer lograse captar su objeto de manera pura y desnuda, en cuanto “cosa en sí”, y ni por parte del sujeto ni por parte el objeto tuviese lugar ningún falseamiento. Deberíamos liberarnos de la seducción de las palabras! Cuando yo analizo el proceso den la proposición yo pienso obtengo una serie de aseveraciones temerarias cuya fundamentación resulta difícil y tal vez imposible.
  2. El hombre es una pluralidad de fuerzas que se encuentran en una jerarquía, de tal manera que hay mandatarios; pero debe crear todo lo que el que acata necesite. Todos estos seres vivientes tienen que ser de tipo familiar, sino no podrían servirse y obedecerse: los que sirven tienen que ser también obedientes (relación de exterioridad de unos con otros) y en casos sutiles, el papel desempeñad tiene que alternarse (relación de movimiento y de reposo) El concepto individuo errado, estos seres no existen aisladamente sino solo en conjunto deriva de un cambio constante del numero de estos seres (relación diferencial).
  3. ¿Y sabéis que es para mí el mundo? Este mundo: una enormidad de fuerza, sin comienzo, sin fin, una cantidad fija que solo se transforma. Este es mi mundo dionisiaco del crease a sí mismo. Este mundo es la voluntad de poder!
  4. Demonio dice esta vida como tú la vives y le has vivido deberás vivirla otra vez e innumerables veces. El eterno reloj de arena de la existencia es dado la vuelta una y otra vez.
  5. La lógica de nuestro pensar consciente es solo una forma tosca y aligerada del que necesita nuestro organismo. Nosotros crecemos todavía incesantemente, nuestro sentido temporal, espacial, etc. sigue desarrollándose.
  6. Lo involuntario en el pensar. Un pensamiento emerge mezclado y oscurecido por una muchedumbre de pensamientos; pensar es una especie de ejercicio de justicia ya que ese pensamiento no es tomado como inmediatamente cierto, sino solo como un signo de interrogación. Cada pensamiento al principio es múltiple y vacilante, y en si solo proporciona una ocasión para la interpretación múltiple y la determinación arbitraria. Para la conciencia todo pensamiento es un estimulante, en todo ello se expresa por signos algo de un estado global. Todo ignorante busca en tales sufrimientos una explicación moral y suplanta la causa efectiva de los disgustos por una falsa razón, en cuanto que busca, en el ámbito de sus vivencias, experiencias y temores desagradables, una razón para encontrarse mal. No buscan en tales sufrimientos una explicación física sino una psíquica y moral y suplantan las desavenencias efectivas del cuerpo por una falsa motivación.
  7. Un pensamiento un signo plurívoco, que necesita una interpretación, una restricción y limitación arbitrarias para que se vuelva univoco al fin. Viene independientemente de mi voluntad, revuelto por una muchedumbre de deseos, sentimientos difícil de distinguir entre un querer o sentir. Se lo aísla de esta muchedumbre, se lo purifica, se lo mira como marcha. De este modo el pensar se muestra como una especie de ejercicio y acto de justicia, en el que hay un juez.
  8. El auténtico acaecer concatenado se desenvuelve por debajo de nuestra conciencia: las series y sucesiones que se producen de sentimientos, pensamientos, etc. Son síntomas del auténtico acaecer. Detrás de cada pensamiento se halla un afecto. Todo pensamiento, todo movimiento, toda voluntad han nacido de un estado global.
  9. Los pensamientos son signos de un juego y una lucha de los afectos: ellos permanecen ligados a sus raíces escondidas.
  10. Una sucesión de pensamientos aparece como si un pensamiento fuera causa del siguiente. No vemos la lucha que tiene lugar debajo de este plano.
  11. Sobre la psicología y la teoría del conocimiento. Todo lo que se nos vuelve conscientes es antes arreglado, falsificado, esquematizado e interpretado parte a parte. El aparente mundo interior es tratado con todas las mismas formas y procedimientos que el mundo exterior. No nos topamos nunca con hechos. Admitir entre pensamientos una ligazón causal es consecuencia de una observación torpe. Entre dos pensamientos juegan su papel también todos los afectos posibles pero los movimientos son demasiados rápidos, por eso los desconocemos, los negamos. El pensar es una ficción completamente arbitraria, un arreglo artificial con el fin de ser comprensible. El “espíritu” algo que piensa, esta concepción es una segunda consecuencia derivada de la falsa observación de sí que cree en el pensar: aquí se imagina en primer lugar un acto que no se presenta el pensar, y en segundo lugar un sustrato subjetivo en el que tiene su origen todo acto de este pensar y ninguna otra cosa: es decir, tanto el hacer como el autor son fingidos.
  12. Rol de la conciencia: el rol de la conciencia es nuestra relación con el mundo exterior lo que la ha desarrollado. La dirección, es decir la vigilancia y la previsión de las funciones corporales, no entran en la conciencia; tan poco como el almacenamiento espiritual: que exista para ello una instancia superior. Lo que se vuelve consciente está sometido a relaciones causales que nos son ocultadas completa y absolutamente. La conciencia es solo un medio de la comunicabilidad: se ha desarrollado en el trato exterior y en vista de sus intereses. Ella no es la dirección, sino un órgano de  dirección.
  13. No existe espíritu, ni razón, ni pensamiento, ni conocimiento, ni alma, ni voluntad, ni verdad: todas son ficciones que son inutilizables.

Así habló Zaratustra: De las tres transformaciones.

Tres transformaciones del espíritu os menciono: como él es espíritu se convierte en camello, y el camello en león, y el león, por fin, en niño. Hay muchas cosas pesadas para el espíritu (de carga). ¿Qué es pesado? Así pregunta el espíritu de carga, y se arrodilla igual que el camello, y quiere que lo carguen bien. Con todas estas cosas, las más pesadas de todas, carga el espíritu de carga: semejante al camello que corre al desierto con su carga, así corre el a su desierto. Pero en lo más solitario del desierto tiene lugar la segunda transformación: en león se transforma aquí el espíritu, quiere conquistar su libertad como se conquista una presa y ser señor en su propio desierto. Con el gran dragón quiere pelear y conseguir la victoria. ¿Quién es el gran dragón que el espíritu no quiere seguir llamando señor ni Dios? “Tú debes” se llama el gran dragón. Pero el espíritu del león dice yo quiero. ¿Qué es capaz de hacer el niño que ni si quiera el león ha podido hacer? Inocencia es el niño, y olido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda, que se mueve por si misma, un primer movimiento, un santo decir si: el espíritu quiere ahora su voluntad.

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