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PENSAMIENTO FILOSÓFICO EN MÉXICO


Enviado por   •  13 de Noviembre de 2017  •  Ensayos  •  3.044 Palabras (13 Páginas)  •  214 Visitas

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Pensamiento Filosófico en México

       

   

 Libni Amisadai Jiménez Mendoza

 PENSAMIENTO FILOSÓFICO EN MÉXICO .

  8/Noviembre/2017

 Caracteisticas:

  • Caratula (nombre,titulo,fecha)
  • Introduccion (1pp)
  • Desarrollo analitico(7pp)
  • Conclusion (2pp)
  • Bibliografia (3pp + 2 ilustraciones)
  • Ilustraciones

INTRUDUCCIÓN

Por este medio me doy a explicar sobre el pensamiento filosófico en méxico.

Esta investigacion a lleve a cabo gracias a diversas paginas de apoyo y e de hay yo voy a dar mi explicacion.

 El pensamiento filósofico en mexico da inicio en el “pensamiento precolombino”

precolombino, a

(Del lat. prae, delante de + Columbus, navegante y descubridor.)

adj. ARTE, HISTORIA Que es anterior a los viajes y descubrimientos de Cristóbal Colón.

En el pensamiento precolombino diversos autores han puesto diversas antologías y estudios para que el pensamiento de ese periodo sea considerado. Además de la filosofía nahua, el pensamiento maya, rarámuri, tzotzil y tojolabal en la actualidad han recibido importantes estudios.

De esta época le continuo la filosofía en l época colonial, la cual también fue interesante ya que se ampliaba un poco más el panorama tanto histórico como filosófico. fue en esta época también donde España hizo presencia con su llegada a América (ahora México); en esa misma década se fundó la Real y Pontificia Universidad de México (25/enero/1553), en la cual se fundaron diferentes facultades. En el 13 de junio de 1553 se matricularon los primeros alumnos en la carrera de filosofía. Las clases dieron inicio el 3 de julio del mismo año.

La filosofía de esos tiempos se basaba en la escolástica; los Doctrinales de Prisciano, los Summulae Logicales de Pedro Hispano, y en los conceptos aristotélicos; Uno de los primeros profesores fue Fray Alonso de la Vera Cruz quien impartió clases sobre teología abordando diversos temas morales, abstractos y mostró un profundo interés por los temas filosóficos, la lógica, la ética y la filosofía social.

Eso da a entender uno de los comienzos de la filosofía en México, como viste es muy interesante el cómo se ceo, compartió, impartió y el cómo se estudió y hasta el día de hoy se enseña con más historia de ella por cuestiones de la evolución de los años e historias.

Dentro de esto abarcaremos más temas como:

  • []Filosofía en México en el siglo XX
  • Filosofía del siglo XXI

DESARROLLO ANALITICO

Despues de la revolucion mexicana la filosofia y sus estudios se volvieron mas estables la filosofía en México en el siglo xx

la generación de los “fundadores”, los “transterrados”, la “época de los grandes bloques”, y la “irrupción del archi-piélago”. Cada una de estas fases busca indicar el acceso de una generación a la filosofía, aunque en la mayoría de los casos, miembros de las generaciones anteriores continúan todavía trabajando e influyendo. Quiero puntualizar, sin embargo, entre otras, dos limitaciones de este apresurado informe. En primer lugar, la presentación de los filósofos seleccionados no es unitaria, a veces tra- to de resumir uno o dos de sus pensamientos más característicos, otras, enlisto obras. En todos los casos, sin embargo, procuro despertar interés en la figura en cuestión. En segundo lugar, se trata de un informe acerca de “filósofos” en un sentido técnico o, si se prefiere, “profesional” de esta palabra. De ahí que, lamentablemente, no tomo en cuenta la variada y riquísima tradición mexi-cana expresada en el ensayo literario o político, de Alfonso Reyes a Octavio Paz, de Rosario Castellanos y Gabriel Zaid a Carlos Monsiváis, ni tampoco las contribuciones filosóficas de eminentes científicos como Arturo Rosenblueth o Ruy Pérez Tamayo. Ello no implica ninguna toma de posición, apenas acota el campo de trabajo.

La filosofía en México en el siglo  XX : un breve informe

La generación de los “fundadores”

Podemos situar la irrupción de esta generación alrededor de 1910. Previa a ella, tres corrientes de ideas sucesivamente dominaron el pensamiento mexicano (y, en general, el pensamiento en América Latina): la escolástica de la Nueva España, el liberalismo de los pensadores de la independencia, el positivismo, inspirado en Comte y Spencer, en México, asociado con la dictadura de Porfirio Díaz. La reacción anti-positivista entre nosotros fue protagonizada por los “fundadores” Antonio Caso (1883-1969) y José Vasconcelos (1882-1959), miembros del Ateneo de la Juventud, que constituyó el punto de partida de una renovación de la cultura mexicana. Pese a que entre los dos maestros existen algunas semejanzas en la superficie (ambos se sintieron atraídos por cuestiones vastamente metafísicas, ambos fueron rectores de la Universidad Nacional Autónoma de México, ambos se preocuparon con intensidad por la suerte de México...), en realidad, estamos ante dos figuras culturales muy diferentes y tal vez opuestas. La producción de Antonio Caso es grande y diversa. Podemos encontrar una serie de libros en torno a la “cuestión mexicana”: Discursos a la nación mexicana (1922), México y la ideología nacional (1924), Nuevos discursos a la nación mexicana (1934), y México, apuntamientos de cultura patria, y tam-bién libros de carácter general como El concepto de la historia universal (1923),  Los principios de estética(1925) y El concepto de la historia y la filosofía de los valores (1933). Sin embargo, su libro básico, en donde expresa algo así como un existencialismo cristiano, o personalismo cristiano, es la existencia como eco-nomía, como desinterés y como caridad, publicado como ensayo por primera vez en 1916, pero ampliamente revisado en 1919 y, de nuevo en 1943. Según Caso, el hombre se encuentra separado del resto del universo en tanto es una persona y, como tal, un creador de valores. Como el título ya lo sugiere, se piensa la existencia humana como poseyendo tres dimensiones sucesivas. La dimensión más baja está dada por lo económico, lo utilitario, gobernando el principio de eficiencia, la razón instrumental. En efecto, todo ser vivo es egoísta. El egoísmo, inconsciente en la bestia es plenamente consciente en el hombre: es voluntad de poder que sigue la máxima del mayor provecho con el mínimo esfuerzo. El arte rompe con la ley del menor esfuerzo, pues conlleva “desinterés innato”, de ahí que la dimensión intermedia de la existencia, se halla en las actividades desinteresadas, como la comunicación estética. No obstante, la dimensión más alta está dada por la experiencia moral y religiosa: por la caridad respaldada en el

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