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PLATON . Hacer un resumen del capítulo “Libro Séptimo” de la “Republica” de Platón.


Enviado por   •  22 de Noviembre de 2017  •  Monografías  •  3.602 Palabras (15 Páginas)  •  1.242 Visitas

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Desarrollo de actividades

1. Hacer un resumen del capítulo “Libro Séptimo” de la “Republica” de Platón.

Atendiendo a que el Libro Séptimo es un diálogo, más que resumir el mismo voy a contar los aspectos centrales de él, el cual refiere básicamente al mito o alegoría de la caverna. Antes de proceder con esto me permito decir que ha sido un placer leer este pasaje tan “bonito” de la obra “República” de Platón. Pude apreciar y acercarme un poco más a esto que antes ya había leído y escuchado en voces de otros sobre Platón respecto a la idea de “mundo sensible” y “mundo inteligible”, la “teoría de la reminiscencia”, y el cómo era en sí la postura del primer filósofo idealista, Platón. Al margen de esto debo aclarar que la tesis central del mencionado filósofo en este Libro Séptimo tiene que ver con el plateo de una educación específica para la sociedad en que él vive. Y en relación a ello, precisamente entiendo que la intención del presente trabajo no es analizarlo estrictamente  desde la mirada de la filosofía, sino más bien desde la educación, o vincularlo a ésta. De todos modos esto no quiere decir que no se pueden implementar aspectos de la filosofía de Platón en este trabajo, no, porque no se podría, es absolutamente necesario hacerlo.

Lo que Platón expone en este apartado de su obra es un diálogo que se da entre Sócrates y Glaucón. Como he dicho trata sobre el mito de la caverna. Apenas Sócrates inicia el diálogo con su interlocutor le dice a éste que lo que le contará representa el estado de la educación. Le pide que se imagine una caverna, en el interior de ella hay  unos hombres que desde que nacieron se encuentran atados del cuello y de las piernas. No sólo son prisioneros debajo de la tierra, sino que además la atadura de sus cadenas los mantiene en una única posición mirando siempre hacia una de las paredes de la caverna. En ella contemplan su propia sombra, s, ya que debido a sus ataduras deben mirar siempre hacia adelante. Detrás de ellos en una parte alta hay ardiendo una hoguera. Y entre ésta y los hombres encadenados un muro en el que pasan otros hombres que llevan toda clase de figuras y objetos, más grandes que ellos, algunos de con forma animal y otros con forma humana. Estos hombres a veces hablan y otras no. Por su parte, los prisioneros por su condición ya descrita, no pueden ver más que las sombras de esas figuras y objetos proyectadas por el fuego elevado en la caverna. Por ende creen que esas sombras que ven son objetos reales, pertenecientes a su propia realidad.

Glaucón, el interlocutor de Sócrates, asegura con total convencimiento que los encadenados consideran a las sombras de los objetos como reales ya que no tienen otra opción. Cada una de las cosas falsas que son proyectadas en la pared son para ellos verdaderas debido a su ofuscación mental y por la obnubilación de los sentidos. Tras eso, Sócrates se cuestiona qué sucedería si uno de los prisioneros fuese liberado y saliese al mundo exterior. En esa situación, tendría enormes problemas para acostumbrarse a la brillante luz del sol; por lo que para no quedar cegado debería buscar sombras y cosas reflejadas en el agua; y gradualmente se iría acostumbrando a mirar los objetos para terminar de descubrir toda la belleza del planeta y el universo.

Lo que plantea después de esto el mito es que, si el prisionero liberado volviera a la oscura caverna en la que se encontraba, ¿le creerían si les dijera a sus compañeros cautivos de que las sombras que ven no son la realidad? El asunto es que no le creerían, se reirían de él, afirmando que ascender lo perturbó. De hecho, Sócrates afirma que si él intentase desatar a los otros prisioneros y hacerlos subir hacia el exterior de la caverna, los prisioneros lo matarían en caso de tener la oportunidad ya que se encuentran cómodos en el engaño en el que viven y violentos por ver cómo su realidad se encuentra amenazada.

Después de ello Sócrates toma el mito análogamente y comienza a hacer  reflexiones sobre lo que ha contado relacionándolo con el conocimiento, la educación, y el gobierno.

Nota: Solo me remití a contar el mito, como la consigna siguiente pide exponer qué es lo que pretende explicar Platón con esta alegoría, será ahí mismo donde terminaré de exponer todo lo que este gran pasaje de la obra de Platón plantea. E incluso, y más aún, otras ideas muy importantes de este libro serán expuestas en la última consigna.

2. ¿Qué pretende explicar Platón con esta alegoría?

Creo que el mito puede ser analizado con distintas acepciones. Pero básica y sintéticamente en lo que respecta a la intención puntual de Platón, éste identifica a la caverna como el mundo de las cosas. En ella existen imitaciones  de la superficie (el mundo de las Ideas), pero son imperfectas y engañosas: las sombras en la pared son imitaciones de las sombras de los objetos de la superficie, el fuego es la imitación del Sol, etc. Ante este panorama, los prisioneros sólo pueden conocer lo que ven, es decir, sólo son capaces de ver sombras en la pared, y ellos las identifican con la realidad. Por eso, cuando uno de ellos es liberado, y es capaz de ver el fuego, y el resto de elementos de la caverna, estaría más cerca del conocimiento verdadero. Sin embargo, éste conocimiento no sería completo, sino que sería lo que Platón denomina opinión.

Si el prisionero es obligado a ascender a la superficie, allí puede observar y contemplar el mundo exterior, el mundo de las Ideas, poco a poco iría viendo los objetos que lo componen: primero las sombras, más tarde objetos reflejados en el agua, luego los objetos mismos, el cielo nocturno, y por último, el Sol, que se identifica con la idea suprema del Bien. El conocimiento aquí adquirido sería conocimiento verdadero.

El arduo trabajo que significa salir de la cueva, es el arduo trabajo para alcanzar la idea del bien. El proceso de pasar de la oscura caverna a la luz del exterior se llama “obnubilación” lo mismo para el proceso que significa ir del mundo exterior a la oscura caverna. Naturalmente, el hombre que contempla el exterior, no querrá obnubilar su alma una vez que esta puede contemplar las cosas en sí. Al contrario, querrá siempre apreciar este tipo de vida.

De este modo, entendemos que la educación se vuelve como el medio único y esencial para salir de esta caverna y con esto, Platón muestra que el conocimiento reside en el alma y no es adquirido. Así como los ojos, el oído tiene sus propias facultades de conocimiento, el alma también tiene las suyas. Por lo tanto, la educación no es una entrega de conocimientos, sino más bien una evocación de conocimientos.

El alma es considerada como un elemento divino y en lo cual no es posible que en ella, los conocimientos sean agregados. Así, los filósofos que salen de la caverna, no deberían volver a oscurecer su alma en el fondo de la caverna. Sin embargo, Glaucón le pregunta a Sócrates ¿Y qué pasará con los prisioneros al fondo de la caverna? ¿No estaremos cometiendo una injusticia al dejarlos ahí cuando podríamos ayudarlos? Sócrates le dice que aquellos que han alcanzado la contemplación del bien en sí mismo, están obligados a servir al estado y que por medio del ejercicio de este se logre una unidad en él.

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