Saber Y Poder

A medida que nos involucramos en el pensamiento de Michael Foucault , no es extraño que nos encontremos mucho con estos dos conceptos, el saber y el poder; que al parecer para este filosofo no son conceptos mutuamente excluyentes sino que al parecer tienen más relaciones de las que se podrían pensar a simple vista. Es notorio entonces que tratemos de identificar cuáles son esas relaciones y porque son de sumo interés para la educación y para nosotros como futuros docentes, desde luego serán abordadas desde el pensamiento de Michael Foucault.

Para iniciar se hace necesario hablar sobre la “verdad” ya que esta era muy criticada por Michael Foucault en cuanto a que el la consideraba como un objeto de sumisión, como una forma de ejercer poder. De esta manera verdad y saber se convierten en la otra cara del poder puesto que no es posible ejercer un poder sin tener previamente un saber y es de esta manera como se afirma que: todo poder genera saber y todo saber proviene de un poder. (Ovejero, 2001).

De esta manera podemos observar la relación intrínseca entre saber y poder, lo que nos conlleva a observar que aquellos que tienen el poder son capaces de crear un “discurso de verdad” por medio del cual se decide que discurso va a ser el “verdadero” y cuál va a ser el “falso”, así se somete o se excluye a quienes no están de acuerdo con esa “verdad” (Ball, 1997). De esta manera se hace obvio que el saber solo se le dé a unos pocos o bajo ciertas restricciones para mantener ese “discurso de verdad” como el único posible y conocido, además para acceder a este es necesario un adoctrinamiento y un filtro: poseer una determinada calificación y someterse a diferentes reglas establecidas. He aquí una de las funciones principales de la escuela moderna. (Ovejero, 2001).

En los colegios se construye un saber y se explicita un poder. Ya no es como antes donde el maestro ejercía libremente su poder/saber sobre los estudiantes mediante el castigo, la vigilancia y la represión de una manera libre y sin cuestionamientos, sino que al contrario, se trata de crear estudiantes sumisos, obedientes, sometidos y controlables. Y es a partir de este modelo que se desarrolla la mente de un estudiante y así sale a la sociedad con la misma mentalidad de someterse, obedecer, ser controlado, etc. Manteniendo el ciclo de dominación que buscan los que poseen el saber/poder.

Para mantener ese proceso de crear individuos dóciles y sumisos en la escuela vemos principalmente diferentes mecanismos de poder que permiten de una manera no tan obvia generar el tipo de individuo dócil, Michael Foucault nos habla de 8 mecanismos de poder y saber en la escuela los cuales son (Ovejero, 2001): vigilancia, normalización, exclusión, clasificación, distribución, totalización y regulación.

Vigilancia: Las situaciones de vigilancia se dan en dos niveles: en un primer nivel el maestro observa o supervisa el trabajo y desempeño de los estudiantes, sea a través de trabajos escolares o evaluaciones, mientras que en un segundo nivel los funcionarios y administradores de la institución supervisan el cumplimiento de las normas escolares por todos los estudiantes.

Normalización: permite “normalizar”, a través de las calificaciones, el conocimiento que deben poseer los estudiantes.

Exclusión: permite excluir a aquellos estudiantes que no han incorporado ese conocimiento que se espera de ellos.

Clasificación: permite clasificar a los estudiantes, e incluso a grupos de estudiantes, en una serie de categorías que hacen alusión a su desempeño, su comportamiento y su compromiso.

Distribución: se encuentra que en las aulas universitarias todavía se tiene una organización tradicional del espacio.

Individualización: destacar a estudiantes sobresalientes o para excluir a estudiantes deficientes.

Totalización: regularmente los maestros

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