Sobre el trabajo asalariado y capital de Marx
Rene CortesEnsayo3 de Mayo de 2018
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Marx: una posición política para la emancipación del pueblo
Por: Jonathan René Cortés Sandoval
“No compras nada con tu dinero, realmente estás comprando con tu vida, el tiempo que inviertes en conseguir el dinero para comprar”
José Mujica
Introducción
El siglo XIX no hubiere sido el mismo sin las ideas que el “pensador del pueblo” propuso para la transformación de la sociedad desigual, que desde aquel tiempo, se venía perfilando y que hoy se mantiene. Karl Marx – Carlos Marx , como es nombrado en algunas ocasiones-, nació en Tréveris, antigua Prusia, hoy Alemania, el 5 de mayo de 1818 y muere en Londres el 14 de Marzo de 1883. De Marx, según el político e historiador Franz Mehring, en su compilado sobre este pensador, se sabe que:
Su padre era un abogado judío, convertido en 1824 al protestantismo. La familia de Marx era una familia acomodada, culta, pero no revolucionaria. Después de terminar en Tréveris sus estudios de bachillerato, Marx se inscribió en la universidad, primero en la de Bonn y luego en la de Berlín, estudiando jurisprudencia y, sobre todo, historia y filosofía. En 1841 terminó sus estudios universitarios, presentando una tesis sobre la filosofía de Epicuro. Por sus concepciones, Marx era entonces todavía un idealista hegeliano. En Berlín se adhirió al círculo de los "hegelianos de izquierda" (Bruno Bauer y otros), que se esforzaban por extraer de la filosofía de Hegel conclusiones ateas y revolucionarias. (Mehring, 1918)
Lo que lleva a pensar que el carácter de la obra de Marx se fue perfilando desde sus inicios, desde sus primeras cavilaciones sobre la sociedad y la inequidad que reina en la misma, gracias a factores económico-políticos, que tienen incidencia directa en la organización social. Es de mencionar que Marx se ha tomado como base para el establecimiento de sistemas políticos con orientación socialista, lo cual, de una u otra manera lo hace ser actual, nombrado y discutido con gran regularidad.
Teniendo en cuenta lo anterior, y tratando de establecer un diálogo con el texto “Trabajo asalariado y capital” del pensador alemán escrito en 1848, se buscará hacer énfasis en las categorías fundantes del pensamiento, por lo menos político y económico de Marx. En este orden de ideas, es posible encontrar relación entre los postulados que determinan conceptos como la fuerza de trabajo, el salario real, el salario nominal, el valor de la mercancía, la división social del trabajo y las relaciones sociales de producción que el pensador del socialismo pone de manifiesto en su texto.
I. De la fuerza de trabajo, el salario y el precio de la mercancía
Marx presenta un texto que pretende llegar, al ciudadano de a pie, al joven, al adulto, a la mujer, al obrero por sobretodo, partiendo al decir que “Queremos que los obreros nos entiendan” (Marx, 2004), posición que en sí ya encierra una fuerza emancipadora, pues como en nuestros tiempos, una estrategia de alienación burguesa estaba dada desde la limitación en el acceso a la educación y formación de ciudadanos competentes, en este orden de ideas, Marx refleja su carácter social, emancipatorio y, si se quiere, abocado a la “justicia social”, al desdeñar, en la forma en la que expresa sus ideas, a las clases altas e intelectuales dominantes de su momento y buscando llegar a quienes más necesitan de la reflexión de su realidad.
El contexto de su momento, en especial de 1848, lleva a Marx a cuestionarse sobre las relaciones que se establecen entre el burgués, que es poseedor del capital y el obrero, que es quien produce el mismo. De esta observación surgen una variedad de reflexiones, que, de una u otra manera refleja en el “Trabajo asalariado y capital”; Marx plantea que lo único con lo que cuenta el obrero, y que es suyo, es la fuerza de trabajo, es decir, ésta se puede considerar como esa “mercancía” que éste vende al burgués por un tiempo determinado y que produce, bienes que en muchas ocasiones, si no en todas, exceden lo que el obrero gana en una jornada laboral. Así pues, como el obrero no cuenta con el capital para producir alguna mercancía que se pueda vender en el mercado, vende su fuerza de trabajo para alcanzar a cubrir las necesidades básicas de su subsistencia. La fuerza de trabajo es pues, en la determinación del valor de una mercancía, equiparable con las materias primas y los instrumentos de producción.
La fuerza de trabajo es una “mercancía” que se acumula, así pues, entra a hacer parte del capital del señor burgués que luego dispone de ella, lo que se podría entender diciendo que la “La fuerza de trabajo acumulada actúa sobre la fuerza de trabajo viva” (Marx, 2004). Una mercancía guarda en sí misma la fuerza de trabajo que se utilizó para conseguir la realización de la misma. Por otra parte, se puede decir que la fuerza de trabajo, aunque es propiedad del obrero, es una construcción casera, pues depende de la alimentación, el techo y el sueño del individuo, lo que es permitido al obrero gracias a las 8, 10 o 12 horas que venda de su tiempo.
El trabajo no es parte de la vida. El obrero considera que éste es un sacrificio de vida que hace para poder tener el tiempo en el que se dispone a disfrutar de sus hijos, su familia, un espacio de diversión en una taberna o un paseo con helado en el parque, por lo que se dice que la vida inicia cuando se termina el trabajo, éste solamente es un medio para conseguir el dinero necesario para sobrevivir. Es de mencionar que el burgués, dueño del capital, también se preocupa por la reproducción de la clase obrera, pues ésta se configura como parte esencial de su capital, al incluir en su salario aquello que requiere para la subsistencia, lo que más adelante transitaría hacia la consolidación del salario mínimo.
El precio de este coste de existencia y reproducción es el que forma el salario. El salario así determinado es lo que se llama el salario mínimo. Al igual que la determinación del precio de las mercancías en general por el coste de producción, este salario mínimo no rige para el individuo, sino para la especie. Hay obreros, millones de obreros, que no ganan lo necesario para poder vivir y procrear; pero el salario de la clase obrera en conjunto se nivela, dentro de sus oscilaciones, sobre la base de este mínimo. (Marx, 2004)
El salario, se entiende, comúnmente como el precio que se establece por una actividad laboral en específico en un tiempo determinado, más esta categoría se puede analizar de una forma un poco más profunda, mencionando literalmente a Marx al decir que “el salario no es la parte del obrero en la mercancía por él producida. El salario es la parte de la mercancía ya existente, con la que el capitalista compra una determinada cantidad de fuerza de trabajo productiva” (Marx, 2004). Entendiendo lo anterior, se puede asegurar que aquello que el obrero produzca no determina el valor de su trabajo – como debería ser-, sino que el precio asignado a las horas de jornal ya está definidas por la mercancía que ya existe. Así pues, y gracias a este análisis se llega a la comprensión del concepto de plusvalía que expresa ese valor que el obrero le imprime de más al trabajo que produce y que, entra a hacer parte del capital del burgués.
“El salario se halla determinado por las mismas leyes que determinan el precio de cualquier otra mercancía” (Marx, 2004). Las mercancías fijan su valor teniendo en cuenta los costos de producción que acarreen las mismas, así pues se tienen en cuenta las materias primas, los instrumentos utilizados y la fuerza de trabajo. Además de ello, es necesario considerar que un aspecto de gran importancia en la definición de este precio de la mercancía es la pugna entre la oferta y la demanda que se da en el mercado, la competencia entre los capitalistas que hacen que los precios de un producto u otro bajen o se incrementen. Es de resaltar que esta dinámica de aumento o descenso del precio de las mercancías también está permeado por el desarrollo de nuevas tecnologías que producen nuevas máquinas que hacen que los índices de producción sean cada vez mayores. Frente a esta situación, en la que las mercancías aumentan o disminuyen su valor con relación a la demanda y oferta de las mismas y la creciente tecnificación de los procesos de producción, el salario del obrero también se ve afectado por la competencia que este fenómeno produce entre los mismos, pues entre mayor desarrollo en cuanto a las maquinarias, menor número de puestos de trabajo para obreros. Es de mencionar que el precio del salario también se ve determinado por el nivel de preparación que se exija para el mismo, así una labor que requiera de mayor estudio será “mejor” valorado que uno que no lo requiera.
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