TENDENCIAS HUMANAS

TENDENCIAS HUMANAS

En un mundo cambiante como en el que vivimos, donde las teorías, estrategias y los métodos son flor de un día, sobre todo en un país como el nuestro y en un campo tan voluble como el de la educación, claro ejemplo de esto fue el tan promocionado constructivismo que se propaló como la panacea y no fue más que un bálsamo pasajero en nuestro tan venido a menos sistema educativo; en un mundo en caos y tan violento como del que ya somos testigos, decía _ y por qué no decir cómplices silenciosos o silenciados_, donde la naturaleza ha sido y sigue siendo asaltada a mansalva, apretando, sin ser conscientes, el gatillo contra nosotros mismos, y donde los valores, cuyo significado y tipología se ha ido perdiendo, serán, en breve, casi como los extintos dinosaurios; en un mundo como este, decía, donde la familia, célula básica de la sociedad, ha ido extraviando su papel fundamental como eje formador y principal centro de educación debido a la fuerza de la vorágine del tiempo y los cambios que este impone y que exigen que la otrora “sagrada familia” se vea convertida en una vetusta pieza arqueológica reemplazada o, mejor aún, diremos, desplazada, con nuestra propia venia por supuesto, por la TV, el play station, la internet y su engendro el chat , la moda y lo que la modernidad y la tecnología traen con toda su hojarasca; en un mundo como este y con toda su implicancia, el método Montessori vislúmbrase, no como un método más de toda esa parafernalia antes dicha, sino como un método de vida y para la vida. Este método se caracteriza por dos ejes básicos que lo resalta de los demás, los cuales le dan su vital importancia, estos son los siguientes: la primera característica es su esencia misma y que no es más que ayudar al niño en su desarrollo como ser humano y persona, y en su adaptación a su medio y al mundo. Esto involucra que el método busca formar personas conscientes y agradecidas con la vida, con la naturaleza y aun con Dios, personas que comprendan el mundo, cómo funciona este, y sientan gratitud por él, personas que entiendan que son parte de un gran engranaje, de un gran plan cósmico, donde existe una interrelación e interdependencia entre todos_ hombre y naturaleza_ para que la maquinaria de la vida siga con su plan. Por eso conceptos como el servicio, la generosidad, la gratitud e incluso el rescate y la protección de los valores son parte esencial de dicho método; la segunda característica es la constancia del propio método, porque a través de los años y los grandes cambios que estos propician en su paso inevitable, el método se basa en dirigir sus formación en las tendencias humanas, que no son más que las potencialidades del ser humano, esas capacidades inherentes que nos distinguen de los otros seres, pero a la vez nos compromete a ser mejores personas y a hacer de este mundo un lugar, como el plan cósmico lo establece, donde podamos convivir.

Estas tendencias, según Montessori, son: primero, la capacidad de hablar, una capacidad que sólo lo posee el hombre, que le permite expresarse e incluso sirve para aprender y enseñar; segundo, la capacidad de orientación, capacidad que nos da seguridad y nos permite relacionarnos de manera confiable con nuestro entorno; tercero, la exploración, una capacidad desarrollada por la necesidad y que nos ha permitido la supervivencia; cuarto, la capacidad de abstracción que permite el razonamiento y desarrollo de la inteligencia, es más, con esta capacidad desarrollamos la imaginación y nos convertimos en seres creativos; quinto, el trabajo, tanto físico y mental, el trabajo físico ha permitido al hombre crear instrumentos, someterlos al control de error y al perfeccionamiento de este, y el trabajo mental que permite la satisfacción al espíritu; sexto, la exactitud, relacionada con la capacidad del hombre para el cálculo y la matemática; séptimo, la unidad, que nos es más que la capacidad de comprender que somos cuerpo, mente y espíritu, una unidad indisoluble; octavo, la adaptación, esa capacidad que tiene el hombre de adaptarse al medio sea cual fuere la situación, capaces de adaptarnos a cualquier espacio y en cualquier tiempo; noveno, la descendencia y no solo la preservación de la especie, sino el establecimiento de lazos familiares a través del hijo, con el que hay que mostrar solidaridad y tolerancia y que es esto mismo lo que el niño genera para consolidar y unir más los vínculos familiares.

Vistas estas tendencias, entonces podemos establecer que son, sobre todo, potencialidades, heredadas y que están en la naturaleza del hombre y que sirven para la construcción del individuo adaptado a su tiempo.

Por lo tanto, estas tendencias humanas es el fundamento principal del principio educativo montesoriano y que permite la construcción del individuo ayudando al niño a desarrollarse y adaptarse y, además, asegurar una salud mental de este para la base de su equilibrio interno que le dará seguridad y permitirá la construcción del individuo adulto.

Y para terminar esta divagación, la pregunta que dejo

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