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ÉTICA Y CIUDADANÍA Fernando Savater

BrayahmApuntes17 de Febrero de 2022

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1.1 Introducción

Esta magistral conferencia fue impartida por el filósofo y escritor Fernando Savater como una de las actividades de la Cátedra de Alfonso Reyes en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, en Monterrey, Nuevo León, México, el 3 de mayo del 1990.

El conferencista hace varios planteamientos sobre la estrecha relación que existe entre la ética y la ciudadanía. Y nos brinda de manera minuciosa y al detalle una visión panorámica de la ética de este mundo campo en el que se ha dedicado estos últimos años.

Fernando Savater, la introduce presentando de forma clara y precisa el concepto de ciudadanía señalando que se refiere a aquellos que entran en la democracia sin renunciar a sus raíces y a sus tradiciones, pero poniéndolas como entre paréntesis, dejándolas en un principio a un lado para intervenir en lo que tienen en común con otros.

1.2 Desarrollo

El autor describe al ciudadano como aquel que busca lo común con los otros, mientras que la mentalidad tribal etnicista busca lo propio, y por lo tanto, lo intransferible.

La ciudadanía es lo que busca aquello en lo que todos podemos estar más o menos en público, lo que podemos intercambiar; no razones cerradas sobre sí mismas, sino ese tipo de razones que se pueden dar a los otros; no el mundo, de lo inexplorable, de lo misterioso, de lo que no se puede entender si no se ha nacido en determinado sitio, y no se ha vivido en una forma determinada, sino el mundo de lo que puede explicarse a los demás porque está al alcance de cualquier ser dotado de razón, el mundo de las leyes claras, revocables; el mundo donde todos los seres humanos participan en el presente y sobre todo del futuro, que nos dice, es el mundo de la ciudadanía.

De igual modo explica el origen de la ciudadanía y se remonta a la primera idea de ciudadanía en Grecia, que surge cuando los cabezas de familia, renuncian a defender exclusivamente los intereses de su familia o de su tribu y se dedican a intentar buscar lo que tienen en común con los otros cabezas de familia con los que conviven. Señala Savater que en el momento en que cada cual renuncia a ser exclusivamente portaestandarte de su pequeño núcleo vital y lo abre para asumir aquello que comparte con los otros, eso es el nacimiento de la ciudadanía.

Una vez establecido el concepto de ciudadanía, mediante un ejemplo explica en qué consiste la ética y a la vez describe la relación que hay entre ésta y la ciudadanía y nos dice que la ética es una reflexión individual que cada uno de nosotros lleva a cabo sobre su propia libertad; la ética no es un instrumento que se maneja desde fuera contra los demás, no es un instrumento para formular reproches o para formular acusaciones a los otros como la mayoría de las quejas éticas que escuchamos a menudo, como: “son protestas porque falta ética, porque los demás no tienen ética, porque los políticos, los banqueros o lo que sea no tienen ética.”

En el fondo la ética, en el sentido fuerte y significativo del término, es una reflexión que cada uno tiene que hacer sobre su propia libertad, porque cada uno de nosotros no conoce más que a un sujeto desde el punto de vista de la libertad, que es a sí mismo.

Nos dice que muchas veces vemos los efectos de lo que hacen los otros, pero no estamos dentro de ellos para determinar cuáles son sus objetivos, su intención, su buena o mala fe; en cambio, estamos en el interior de nosotros mismos y por eso el juicio ético es un juicio sobre nuestra propia plenitud, sobre nuestra propia excelencia como seres humanos. Todo ese juicio ético, señala el autor, versa sobre nuestra actitud o nuestra acción como seres humanos en relación con otros porque no somos seres aislados.

Algo que llama la atención es cuando el autor dice que la ciudadanía tiene que hacernos permeables a las razones de los demás. Si nos convertimos en seres totalmente impermeables, que no tenemos nada que decir, que no tenemos nada que expresar, que no tenemos nada que intercambiar, que nos movemos llevados por extrañas fuerzas de la naturaleza telúrica. Entonces cuando uno cree en esas voces, tiene que creer a determinado señor o señora que dicen que ellos son la voz de la tierra y que la conocen muy bien y por eso la representan.

La ética y la ciudadanía están estrechamente relacionadas y esto lo vemos en aquellos valores éticos que a la vez son valores ciudadanos, ya que hay una base en la ciudadanía que es la inviolabilidad de la persona, es decir, el ciudadano desde el punto de vista político y desde el punto de vista ético representa algo más allá de lo cual no se puede ir, algo inviolable.

Por su parte Savater deja bien claro la estrecha relación que tienen estos conceptos ya que la denomina como la disposición que nos ayuda a entender no solo nuestro pasado sino también nuestro futuro.

También establece algunos conceptos tales como pueblos, étnias grupales, ética y ciudadanía. Este último lo define como aquello que entran en la democracia sin renunciar a sus raíces y sus costumbres, dejándolas a un lado para intervenir en lo que tiene en común con otro.

Cada uno de nosotros creamos nuestras propias identidades con hábitos de significados. En ese mismo orden define o establece claramente y detalla el concepto ética como la reflexión individual que cada uno de nosotros lleva a cabo sobre su propia libertad. Está ligada a la visión de la ciudadanía, el mundo no es ético por eso debemos inculcarle a los jóvenes ética.

En cuanto a los valores se refiere, deja bien claro que estos siempre están en crisis ya que surgen de la crisis. Enfatizando que si las cosas no están mal entonces no tendremos valores.

En cuanto a la reflexión moral ocurre cuando en el mundo las cosas surgen mal. Estamos esclavizados por los principios como dijo Voltaire: Piensas como yo o mueres. La reflexión moral es a la vez una reflexión sobre el papel de los ciudadanos.

Dicho de otra manera nuestra democracia es una ética laica. No puede haber democracia en que los principios sean religiosos o dogmaticos en los que unos estén de acuerdo y otros no. Tampoco son democráticos los valores morales injustificables, ya sean personas por color de piel determinado, o nacidos en alguna ciudad o país estando así por encima de los demás.

Además dice que nosotros debemos de tener una ética razonar, capaz de dar cuenta y mostrar perspectivas. Añade que la persona ética maneja su vida con pautas.

Globalmente enfatizó que existen valores éticos que pueden ser ciudadanos a la vez y lo enlista de la siguiente manera:

1. La inviolabilidad de la vida que es respetar la vida, a través de la opinión de los demás.

2. La autonomía es decidir hacer el bien sin que sea impuesto por los demás. Ya que el bien que se impone deja de ser un bien. Desde el punto de vista moral solo es valioso el bien que surge de uno mismo.

3. La búsqueda de una excelencia personal, de una plenitud vital es tarea de cada una de las personas. El paternalismo ético va en contra de la autonomía.

4. La dignidad de cada una de las personas es decir no juzgar a nadie por lo que haya hecho que no tenga solución. Amplia diciendo que si no nos parecemos por nuestros principios entonces nos conoceremos por nuestras necesidades, ya que son las que motivan nuestros auxilios.

5. El último de la lista es la tolerancia que no es más que la disposición dentro de determinadas pautas legales a soportar aquello que no me gusta.

Así pues la ética sirve para reflexionar sobre esos valores de la ciudadanía y para intentar potenciar o desarrollar al máximo.

En ésta conferencia, Fernando Savater hace planteamientos sobre la relación entre la ética, campo en el que se ha dedicado más profesionalmente, y la ciudadanía, la cual considera que es una disposición esencial para entender no sólo nuestro presente, sino sobre todo nuestro futuro.

Para Savater el concepto de ciudadanía es el concepto de aquellos que entran en la democracia sin renunciar a sus raíces y a sus tradiciones, pero poniéndolas como entre paréntesis, dejándolas en un principio a un lado para intervenir en lo que tienen en común con otros.

Lo propio del ciudadano no es reivindicar lo propio en el sentido de lo único, de lo que uno tiene y nadie más tiene, sino al contrario, buscar lo común con los otros, mientras que la mentalidad tribal etnicista busca lo propio, y por lo tanto, lo intransferible.

La ciudadanía es lo que busca aquello en lo que todos podemos estar más o menos en público, lo que podemos intercambiar; no razones cerradas sobre sí mismas, sino ese tipo de razones que se pueden dar a los otros; no el mundo de lo inescrutable, de lo misterioso, de lo que no se puede entender si no se ha nacido aquí, y no se ha vivido en una forma determinada, sino el mundo de lo que puede explicarse a los demás porque está al alcance de cualquier ser dotado de razón, el mundo de las leyes claras, revocables; el mundo donde todos los seres humanos participan en la gestión del presente y sobre todo del futuro, que ese es el mundo de la ciudadanía.

Los primeros ciudadanos, la primera idea de ciudadanía en Grecia, surge cuando los padres de familia o cabezas de familia mejor, renuncian a defender exclusivamente los intereses de su familia o de su tribu, de su genes, de su demos y se dedican a intentar buscar

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