Nacionalismo durante la primera intervención Americana en RD

El origen de la Ocupación Militar Norteamericana de 1916 comenzó a finales del siglo XIX, cuando la política irresponsable de los Gobiernos de Buenaventura Báez y del dictador Ulises Heureaux (Lilís), tomaron una serie de empréstitos externos y colocaron bonos del Estado en plazas financieras de Holanda, Londres, París y Estados Unidos. Las casas bancarias Hartmont, Westendorp, y la firma prestamista San Domingo Improvement Company of New York y su filial Santo Domingo Finance Company, con sus múltiples préstamos y bonos hipotecaron a la nación.

Después de la muerte Lilís, los Gobiernos no pudieron pagar y estaban sometidos a grandes presiones diplomáticas de Estados Unidos. Vino un período de negociaciones y presiones que culminaron con varios convenios en busca de depurar y auditar las onerosas deudas y buscar una fórmula de pago. Primero se firmó el llamado Protocolo, que culminó en el Laudo Arbitral, de junio de 1904, que estableció la deuda a la Santo Domingo Improvement en US$4.5 millones.

El 31 de marzo de 1905, se firmó el Modus Vivendi, que creó la Receptoría General de Aduanas y desde ese momento se perdió la soberanía financiera para recoger los distintos términos del Protocolo, Modus Vivendi y Plan de Ajuste, en el 1907 el presidente Ramón Cáceres designó para negociar y firmar al canciller Emiliano Tejera y al ministro de Hacienda Federico Velázquez.

La finalidad del siguiente trabajo de investigación es resaltar la ardua labor de varios intelectuales, políticos y periodista dominicanos y otros extranjeros de la época de la 1ra ocupación norteamericana, en defensa de la soberanía nacional dominicana, que a pesar de la obstrucción de la libertad de expresión y prensa que habría de imponer el gobierno intervencionista norteamericano llevaron una ardua propaganda informativa la cual le mostraba al mundo la realidad de los actos realizados durante la intervención a tal punto de llegar a influenciar en el proceso electoral de los Estados Unidos de 1920.

Para dicho estudio estaremos consultando documentaciones tales como: El impacto de la intervención la República Dominicana 1916-1924, Bruce J. Calder; Nacionalismo y resistencia contra la ocupación americana de 1916, Roberto Cassá;

Nacionalismo Durante la ocupación Norteamericana a la Rep. Dominicana En 1916-1924

En el 1907 el presidente Ramón Cáceres designó para negociar y firmar al canciller Emiliano Tejera y al ministro de Hacienda Federico Velázquez. Ambos bajo gran presión firmaron la conocida Convención Domínico-americana de 1907, que reiteró la entrega total de los impuestos arancelarios a la Receptoría General de Aduanas administrada por los norteamericanos, y la repartición de los ingresos de la siguiente manea: 50% para los acreedores; 45% para el Gobierno; y 5% para los gastos de la Receptoría. La oposición en el país fue muy grande, porque se comprendía que la República quedaba bajo un protectorado financiero extranjero. Políticos, intelectuales y periodistas criticaron al Gobierno de Cáceres y a los Estados Unidos por el grave intervencionismo.

En estos años comenzaron los primeros rasgos de un nacionalismo en contra del expansionismo de la naciente potencia imperial. La Convención fue producto de la herencia financiera de las deudas y bonos y de la inestabilidad política generada por los dictadores de final del siglo XIX. Con el magnicidio de Ramón Cáceres, el 19 de noviembre de 1911, se creó un gran vacío y el país volvió a la inestabilidad permanente, los golpes de Estado, la mala administración pública y el desorden. De 1911 a 1916, se crearon las condiciones para que Estados Unidos ocupara el país con sus tropas y buques de guerra. En cinco años, el país tuvo cinco presidentes.

La compaña que llevo el nacionalismo dominicano para contrarrestar la ilegal ocupación y apoderamiento de la soberanía financiera y política del pueblo dominicano, se encontraba encabezada por algunas figuras intelectuales y políticos como Américo Lugo, Emiliano tejera, Fabio Fiallo, Federico Henríquez y Carvajal, Enrique Henríquez, Enrique Deschamp, Francisco J. Peynado Luis C. Cestero entre otros.

Después de un desconcierto desgarrador que dejó la intervención en la intelectualidad y qué tuvo por reverso la indiferencia irresponsable del liderazgo político, que no advertía la consecuencia del hecho y seguía, atendiendo a objetivos particulares inmediatos, surgió un movimiento político de nuevos tipo, que se centraba en la compactación Nacional Contra los ocupantes.

Si bien es cierto que la reacción nacional no pudo tomar cuerpo inmediatamente por los efectos de la ley de censura que castigaba a las críticas a la ocupación militar, también habría que agregar que dicha censura contribuyó con el desconcierto que se apoderó de la genialidad de los sectores más lúcidos frente a los problemas que se presentaban para la recuperación de la soberanía nacional.

En primera instancia la oposición urbana al desembarco de tropas para la ocupación quedó confinada a las gestiones diplomáticas y a las diligencias que realizaba el presidente depuesto Francisco Henríquez y Carvajal para movilizar a la opinión pública en varios países, luego de 1920 Se realizaron las juntas nacionalistas en la mayor parte de los municipios del país gracias a que por críticas hechas por países latinoamericanos y europeos el gobierno de los Estados Unidos flojo las apretadas tuercas de la censura.

Francisco Henríquez y Carvajal a la cabeza de la campaña nacionalista, en el mismo 1916 viajo a Estados Unidos en busca de un cambió de política de este país hacía la Republica, pero esto fue en vano, por lo que tomó la decisión de ir a cuba, este país caribeño y donde el gobierno norteamericano tenía vasta influencias, sería la base de la campaña nacionalista en todo el mundo, luego de la Conferencia del Instituto Americano de Derecho internacional celebrado en cuba, los nacionalista se mostraron confiado ya que el tema Dominicano recibió vasta atención, donde participaron personalidades de América Latina y Estados Unidos.

El éxito de su labor parecía sonreírles a los nacionalistas prontamente, pero esto fue limitado, debemos de recordar que la Intervención en cierto sentido coincide con la primera Guerra Mundial y los ojos del mundo estaban puesto en esto por lo que el caso dominicano paso a un segundo plano debido a esto los nacionalistas prefirieron parar la campaña, a razón de que no serían escuchado por el gobierno estadounidenses y el mundo y/o la prensa internacional no le prestaría la atención que merece.

Concluida la primera Guerra Mundial, los nacionalistas comenzaron su campaña propagandista en el exterior de manera intensa, ya

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