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Crianza Y Discurso Didáctico A Los Hijos

manuelarguijo10 de Febrero de 2012

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CONSIGNA:

LEER EL TEXTO.

ELABORAR UN TEXTO DESCRIPTIVO CONSIDERANDO LOS SIGUIENTES ASPECTOS: FINALIDADES EDUCATIVAS, GRUPOS SOCIALES, CEREMONIAS DE OFRECIMIENTO, DISCIPLINA, CASTIGOS, RELIGIÓN Y OTROS QUE CONSIDERES INTERESANTES.

LA ENSEÑANZA ESCOLAR ENTRE LOS MEXICAS

Alfredo López Austin

Podemos suponer que la educación formal —ese proceso sistemático, complejo y riguroso por medio del cual las sociedades preparan a sus niños y jóvenes para el desempeño en la vida adulta— fue muy antigua en Mesoamérica, Es difícil imaginar que culturas como la zapoteca, la maya o la teotihuacana no transmitieran sus conocimientos y formaran las conciencias de su población infantil y juvenil por medio de la escuela. Más aún, no es verosímil que pueblos mucho más antiguos, como el olmeca, hayan carecido de instituciones dedicadas a transmitir el conocimiento e inculcar los valores y las tradiciones a los hijos. Lamentablemente no es posible conocer suficientemente la vida de estas sociedades porque los descubrimientos arqueológicos no proporcionan la información necesaria, Pensemos simplemente en Teotihuacán, la poderosa ciudad de la cuenca lacustre del Altiplano Central de México, cuyas rutas de comercio se extendían por casi toda Mesoamérica. La arqueología da cuenta de su potencial económico, de su arquitectura, de su urbanismo, de su arte; pero no de otros aspectos importantes; no sabemos cuál era su sistema de gobierno, qué lengua se hablaba en la ciudad, ni siquiera qué nombre se daban los teotihuacanos a si mismos. Para penetrar en forma más puntual en la existencia cotidiana hace falta el documento, el registro de la palabra, y este registro sólo llega a nuestros días cuando se refiere a los pueblos mesoamericanos de épocas muy posteriores, los del Posclásico Tardío, principalmente los mexicas o aztecas.

¿Por qué sabemos más de los mexicas que de sus contemporáneos y mucho menos de quienes los precedieron?

Simplemente porque la conquista española dio su golpe definitivo en México-Tenochtitlán, porque los españoles fijaron su centro de dominación sobre las ruinas de esta ciudad y porque el estudio de la vencida tradición de los mexicas fue usado como uno de los medios de evangelización y sometimiento del resto de los mesoamericanos- Los conquistadores investigaron las formas de vida, creencias, instituciones e historia mexicas y registraron la información en español, en letra latina. Por su parte los indígenas aprendieron el sistema fonético latino y lo utilizaron para, transcribir al papel su historia y sus tradiciones en español o en su propia lengua. A partir de estos escritos conocemos con un poco de detalle la vida mesoamericana. Aunque la historia de los mexicas en la cuenca lacustre no se haya iniciado sino a partir del sigloXIV. En resumen, contamos con algo de información acerca de las escuelas de los mexicas; pero ignoramos cuál fue la historia de la educación escolar, que debió de haber sido muy antigua.

Debemos precavernos de aplicar nuestras propias categorías para interpretar los escuetos datos de que disponemos. Es necesario investigar no sólo a los mexicas, sino a otros pueblos contemporáneos suyos, pues es de suponer que había similitud entre las instituciones de la época, Las escuelas no eran simplemente centros de educación, como ahora las concebimos. Entre los mexicas las escuelas eran fundamentalmente especies de templos, instituciones de carácter religioso que concentraban a los niños y jóvenes para el servicio, a las que los menores iban a trabajar y, además, a educarse. La función principal de las escuelas era el culto a los dioses, aunque en esta actividad existían aspectos prácticos, mundanos. En efecto, el culto incluía ejercicios muy sociales; se imaginaba que los dioses vivían no sólo en el cielo y en el inframundo, sino también sobre la tierra, por lo que los servicios eran en buena parte los de cuidado conservación y mantenimiento de los templos; la devoción individual comprendía las relaciones con los semejantes y el respeto a sí misino; el trabajo y el ejercicio de las armas obedecían a los fines estatales, ya que religión y gobierno formaban una unidad, en fin, que vivir en el templo significaba en aquella época estar dedicado a la colectividad. La reglamentación legal de los templos-escuelas fue, por tanto, una importante preocupación de los gobernantes, como nos lo dice en el siguiente texto fray Diego Duran:

Aunque la corte real de México estaba en policías orden y concierto, y se vivía con gran crianza y temor, y con gran cuidado de que no hubiese males ni desorden, quiso y fue la voluntad del rey [MotecuhzomaIlhuicamina] que hubiese ordenanzas y leyes y premáticas particulares por donde los demás reyes se rigiesen y gobernasen, dejando ordenado lo que en adelante se había de guardar, las condiciones y maneras de vivir, que cada uno en su estado había de guardar y cumplir, ordenando su república cuanto mejor fue posible, conforme a sus antiguas costumbres... Ordenaron que hubiese en todos los barrios escuelas y recogimiento de mancebos donde se ejercitasen en religión y buena crianza, en penitencia y aspereza, y en buenas costumbres, y en ejercicios de guerra y en trabajos corporales, en ayunos y en disciplinas, y en sacrificarse, en velar de noche, y que hubiese maestros y hombres ancianos que los reprendiesen y corrigiesen y castigasen y mandasen y ocupasen en cosas de ordinarios ejercicios, y que no los dejasen estar ociosos, ni perder tiempo, y que todos estos mozos guardasen castidad, con grandísimo rigor, so pena de la vida.

El culto a los dioses iba ligado al trabajo, un trabajo en el que se instruía al ser humano, con discursos elaborados, a partir del nacimiento y hasta el momento en que el cadáver era despedido de los suyos en los ritos mortuorios, entendiéndose que, para los mexicas, el alma del niño y el cuerpo del difunto estaban capacitados para escuchar y atender lo que se les decía en aquellas floridas piezas de oratoria.

¿Cómo concebían el trabajo? Tenían una idea muy diferente a la judeo-cristiana, Cuando leemos la Biblia entendemos que el trabajo no es parte de la esencia humana. Según la Biblia, el hombre nació exento del trabajo, y éste fue un mal que adquirió, como castigo, por su pecado. Los mexicas, en cambio, tenían otra opinión. Esto lo podemos ver en el mito. Hay dos personajes que aparecen en las fuentes documentales como el primer hombre y la primera mujer: Oxomoco y Cipactónal. Son una pareja de ancianos, Tal vez sus categorías no sean semejantes a las de un Adán y una Eva, sino más bien seres divinos, los arquetipos de los humanos, De cualquier manera, ellos daban a los hombres sus características, Los dioses señalaron a la vieja, como atributos, el hilado, el tejido y el manejo de los granos de maíz para curar y para adivinar, mientras que al viejo —o a ambos, porque la fuente no es muy clara— el cultivo de la tierra. Así se formaron estos arquetipos y, a partir de ellos, todos los hombres: con la carga del trabajo como algo propio de su naturaleza, no como algo adquirido por el castigo. Podemos con esto encontrar una interesante diferencia religiosa. Los cristianos creen que, al morir, están ya libres del trabajo. Dejan sus obligaciones en la tierra, con el pecado original. En cambio para los mexicas las actividades laborales continuaban en el más allá, aunque una muerte gloriosa los enviara al cielo del Sol o al paraíso acuático de los dioses de la lluvia. Si los varones morían en la guerra o las mujeres durante el primer parto, su obligación era acompañar al Sol en su diario recorrido por el cielo, los militares en la parte oriental del camino, las parturientas en la occidental. Si morían por un mal "acuático" (ahogados, golpeados por el rayo, hidrópicos, etcétera), debían contribuir en el paraíso del agua al cuidado de los manantiales y las fuentes, hacían llover y granizar, conducían los vientos o limpiaban las cañerías subterráneas por donde corría el agua. Si morían de muerte común, estaban encargados en el inframundo del cuidado de la riqueza y debían acompañar al Sol durante la noche, cuando recorría el camino inferior, el del mundo de los muertos. Hoy, más allá de las fronteras septentrionales de Mesoamérica, los tarahumaras conservan creencias muy semejantes, y creen que los muertos deben limpiar los conductos subterráneos para que las aguas puedan desembocar en el mar, La concepción de la existencia humana ligada al trabajo daba ese sentido primordial de servicio a toda institución escolar.

Son vanas las clases de escuela que se mencionan en las fuentes documentales. El calmecac ("lugar de la hilera de casas”) era la destinada la nobleza, aunque no en forma exclusiva. El telpochcalli ("casa de jóvenes") era la escuela a la que iban casi todos los plebeyos. Había sietecalmécac en toda la ciudad; en cambio los telpocbcallt eran muy numerosos, pues se dice que existían diez o quince en cada, barrio. De la escuela femenina o ichpochcalli ("casa de doncellas"), casi no hay noticia. Es posible que fuesen varias de ellas, dedicadas a distintos dioses. Transcribo aquí algunas líneas de lo que nos dice fray Diego Duran acerca del templo en el que las doncellas estaban dedicadas al dios Huitzilopochtli:

... había otro recogimiento de monjas recogidas, todas doncellas de a doce y a trece años, a las cuales llamaban "las mozas de la penitencia". Eran otras tantas como los varones, sin haber más ni menos, Estas vivían en castidad y recogimiento, como doncellas diputadas al servicio de Dios, las cuales no tenían otro ejercicio sí no era barrer y regar el templo, y hacer cada mañana de comer para el ídolo, y a los ministros del templo,

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