Crisis Asiatica
Cubeta15 de Noviembre de 2012
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La Crisis de Asia y sus consecuencias sobre la Economía Chilena
1.- Agradezco a La Bolsa Electrónica por su invitación a participar en el seminario: "Asia dónde?". Más allá de ser un ingenioso juego de palabras, el título plantea una pregunta muy pertinente, especialmente después de iniciada la crisis asiática que ha generado un ambiente de incertidumbre. Las condiciones económicas son siempre difíciles de proyectar, pero la crisis amplía la incertidumbre creando cuestiones respecto de cuál será su profundidad o cuando cambiará la tendencia y comenzará la recuperación. Si somos demasiado optimistas y nos adelantamos al momento de la recuperación el costo puede ser la necesidad de un nuevo y más severo ajuste. Más vale pecar de cautelosos, que de imprudentes.
2.- En la primera parte de esta exposición me referiré a la gestación de la crisis y los desequilibrios macroeconómicos comunes que presentaban los países más seriamente afectados por ésta. Esto permite evaluar hasta que punto los problemas y riesgos que originaron la crisis se han estado resolviendo, y más importante aún, permite comprender la preocupación de la autoridad monetaria por la consecución de ciertos equilibrios macroeconómicos. Luego, analizaré el estado de desarrollo en que se encuentra la crisis en Asia y cuáles son los factores de riesgo aún latentes. En la segunda parte me referiré al efecto que la crisis tiene en el escenario económico internacional, la repercusión de éste en la economía chilena y la forma en que la autoridad monetaria está respondiendo a estos desafíos.
II.- Antecedentes de la crisis
3.- La crisis asiática se desató en julio del año pasado, cuando Tailandia decide no seguir defendiendo el Bath y lo deja flotar. Luego, la crisis se expandió rápidamente a Indonesia, Malasia y Filipinas, para finalmente afectar en distinto grado a Corea, Taiwan y Hong Kong. En octubre de 1997, la inestabilidad asiática produjo turbulencias a nivel global, en especial en los países emergentes, que se manifestaron en depreciaciones cambiarias, caídas en el precio de las acciones y significativos aumentos en las tasas de interés.
4.- La primera pregunta que surge es si existen elementos comunes presentes, en mayor o menor grado, en los países más seriamente afectados por la crisis. Visualizamos al menos tres. Primero, sus déficits en cuenta corriente se habían ampliado, alcanzando en algunos casos (Tailandia) niveles del 8% del PIB, y, lo que es crucial, eran crecientemente financiados con endeudamiento de corto plazo. Segundo, los sistemas financieros eran frágiles, ineficientes en la intermediación del crédito y no sujetos a requisitos de transparencia. Por último, existieron factores de orden político que contribuyeron a incrementar la incertidumbre asociada a este tipo de crisis. Estos factores son fácilmente reconocibles en países como Tailandia e Indonesia y en menor grado en Malasia, Filipinas y Corea. Estos son los mismos elementos que, ex-post, la literatura académica reconoció que estaban presentes en México antes del llamado tequilazo. Los factores de crisis son ilustrativos para subrayar la preocupación que deben tener las autoridades por conservar los equilibrios macroeconómicos y la solvencia del sistema financiero.
III.- Situación actual
5.- Se ha avanzado en realizar ajustes en el marco de programas del FMI, que se han aplicado con distinto grado de intensidad. Estos han significado implementar políticas dirigidas a disminuir el exceso de gasto y a sanear los sistemas financieros, las que han permitido en algunos casos ir recuperando la confianza de los inversionistas internacionales, y de esta forma ir sorteando la crisis. Así, hoy día podemos ver que los mercados bursátiles y cambiarios se están estabilizando en la mayor parte de los países involucrados.
6.- Sin embargo, todavía el proceso no está concluido, y hay focos de preocupación. Es necesario esperar que los programas de ajuste se generalicen y que las políticas implementadas muestren efectos positivos en términos de tendencia. Además, todavía el proceso está supeditado a que se mantenga la voluntad política de seguir con las reformas y las medidas aplicadas hasta recuperar los equilibrios macroeconómicos y así, gradualmente, la confianza de los inversionistas a lo largo de 1998. De no seguir implementándose las medidas correctivas, es probable que nuevamente se vuelva a sentir el nerviosismo en los mercados financiero, cambiario y bursátil, con la consecuente extensión y profundización de los efectos reales de la crisis.
7.- En el actual escenario internacional, uno de los mayores focos de preocupación se encuentra en la economía japonesa, que sin duda es uno de los pilares para el resto de las economías de la región. Los indicadores económicos actualmente muestran que este país se encuentra en recesión, y aunque las autoridades económicas se han esmerado en definir con rapidez algunas reformas, estas no parecen haber rendido frutos y muchos las evalúan como insuficientes. En diciembre pasado se anunciaron cambios importantes en el ámbito financiero, tendientes a recuperar la confianza y resolver los problemas de solvencia de los bancos de tal modo de asegurar su viabilidad en el mediano y largo plazo. Se ha anunciado un significativo programa fiscal, basado en aumentos del gasto público con el fin de recuperar la demanda agregada. Lamentablemente las política de
Presentación del señor Carlos Massad, Presidente del Banco Central, en el Seminario "Asia dónde?" organizado por la Bolsa Electrónica de Chile. Santiago, 7 de abril de 1998.
recuperación de la demanda van a tomar algún tiempo en mostrar sus efectos, y se ven limitadas por las condiciones estructurales de la economía Japonesa. Por una parte, la débil posición fiscal de mediano plazo no estimula el uso de políticas más agresivas de recorte de impuestos. Por otra, la adecuación del sistema financiero está creando en los hechos condiciones para una contracción del crédito. Es opinión generalizada en medios especializados que la economía japonesa requiere de ajustes estructurales de fondo, que eliminen restricciones al libre movimiento de bienes y a la reasignación de recursos. El éxito de la economía japonesa generaría efectos extraordinariamente favorables para las economías del área y también para la economía global.
8.- Un segundo foco de preocupación es la situación en Indonesia. Si bien algo de la incertidumbre política ha sido superada con la prolongación del mandato del actual gobierno por un nuevo período, las demoras en llegar a un acuerdo amplio con el FMI, y las noticias que surgen de tiempo en tiempo respecto de modificaciones radicales en política cambiaria, van ampliando la incertidumbre, la que a su vez se refleja en sus mercados financieros.
9.- En el resto de los países, la confianza se ha ido recuperando, en particular en Corea y Tailandia, donde las autoridades han implementado en forma rápida una serie de reformas que han permitido restaurar en parte la confianza perdida, especialmente en el sector financiero que es el que presentaba mayor debilidad. Ello se ha ido reflejando en una mayor estabilidad de sus monedas y del precio de los activos, lo que ha permitido una reducción gradual de las tasas de interés que habían registrado importantes aumentos al comienzos de la crisis.
10.- Cabe destacar que en el caso de Malasia el FMI decidió adelantar parte de los desembolsos en respuesta al buen avance de las reformas. También, es importante destacar que hoy día el efecto contagio ya no es tan significativo como al inicio de la crisis. A estas alturas, los inversionistas internacionales están diferenciando más claramente un país de otro.
11.- A su vez, en Singapur ya se ha recuperado la confianza de los capitales internacionales y los mercados financieros se estabilizaron rápidamente. Con ello ha quedado claro que las inestabilidades vividas hacia fines del año pasado tienen su explicación fundamentalmente en el "efecto contagio", debido a la estrecha relación comercial con los países en crisis. De hecho, Singapur presenta sólidos equilibrios macroeconómicos, positivos indicadores de solvencia externa y un sistema financiero sano, todo lo que, luego del pánico inicial, ha permitido diferenciarlo de sus socios comerciales en crisis.
12.- Hong-Kong, que aún en los peores momentos hizo pública su decisión de mantener su sistema de tipo cambio fijo, también ha logrado restablecer en gran medida la estabilidad de sus mercados. Ello debido fundamentalmente a que Hong-Kong no presenta ninguna de las debilidades internas de los países en crisis, posee un sistema financiero muy desarrollado, cuenta con una sólida posición externa y con una situación macroeconómica en equilibrio. Efectivamente, Hong-Kong posee fuertes reservas, y China le ha ofrecido el respaldo de las suyas; los bancos locales se encuentran dentro de los más capitalizados y con mayor liquidez del mundo, tiene un déficit en cuenta corriente de poco más de un 1% del PIB y presenta superávit fiscales del orden de 2% del PIB.
13.- China, por su parte, merece especial atención por su tamaño, ya que representa un 12% del PIB mundial y un 37% del de la región. China ha sido relativamente inmune al contagio financiero de esta crisis, y ha podido resistir el nerviosismo que ha afectado a sus vecinos. Ello se explica porque China posee una cuenta de capitales relativamente cerrada y los capitales ingresados son fundamentalmente inversión extranjera; y también porque, si bien la competitividad se ha socavado algo por las devaluaciones de las monedas de la región, no ha significado un gran cambio pues China había experimentado
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