EDUCACION POSREVOLUCIONARIA EN MEXICO

INTRODUCCIÓN

El presente ensayo intenta complementar la temática vista en nuestro taller o seminario, y fortalecer el tema presentado sobre la educación postrevolucionaria, enfocándonos más en la escuela rudimentaria. Creemos que este tópico es de gran importancia tanto para la historia nacional de nuestro país, así como para la historia educativa de México.

También este trabajo pretende dar una visión histórica muy general de la educación primaria de hace casi cien años, fundamentalmente de la educación pública, que nos permita entender su desarrollo como un gran proceso histórico. Nuestro trabajo parte de ver la evolución de la educación primaria a partir de sus grandes cambios en el siglo XX y desde la política educativa del gobierno federal.

Dentro de los temas que tocaremos en este ensayo, esta como ya lo mencionamos antes, la escuela rudimentaria, veremos el porqué de su creación, cuando surgió y cómo funcionaba, al igual que algunos datos sobre personajes que tuvieron injerencia en la creación de esta escuela.

La metodología utilizada para la realización de dicho trabajo es meramente documental, se consultaron varios libros de autores como: Ernesto Meneses, Héctor Aguilar Padilla, Adriana García Gutiérrez, Margarita Guerra Álvarez, María Esther Aguirre Lora, Mílda Bazant y páginas de internet como las de la UNAM, así como bibliotecas virtuales, además de la antología proporcionada en el Seminario Pedagógico II.

Otros autores también consultados fueron el maestro José Reyes Rocha y su obra Institucionalización de la Educación en México y Practicas Discursivas del mismo autor.

Los obstáculos encontrados para la realización de este texto …..

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1 LAS ESCUELAS RUDIMENTARIAS

El siglo XX mexicano inicia con una escuela primaria donde domina el trabajo, el silencio y el orden, donde se pretende desarrollar una educación integral y en la que se ha distinguido claramente la diferencia entre educar e instruir, asumiendo la escuela pública como tarea central la de educar.

No obstante esa herencia del siglo XIX, el desarrollo y evolución de la educación primaria en el siglo XX, sus vicisitudes, su cobertura y apoyos; sus contenidos y planes de estudio, sus formas de trabajo y enfoques, están ligados a la Revolución mexicana, a su aliento e impulso. El mismo decreto que ordena la creación de las escuelas rudimentarias (1911), es el preámbulo de este cambio, pues reconoce, tardíamente, lo imposible de construir la nacionalidad mexicana si los indígenas, las dos terceras partes de la población, carecen de la comunidad de lenguaje.

Antes de la revolución Mexicana, el país se encontraba en un caos, existía mucha discriminación hacia los campesinos, a pesar de la gran labor que hacen día con día.

En materia de educación es en el año de 1912 cuando aparecen las primeras escuelas destinadas al campo. Estas escuelas solo enseñaban a Leer, hablar y a escribir en castellano, así como operaciones fundamentales de aritmética. Y es justo en este momento cuando se crea la Ley Federal de Instrucción Rudimentaria.

Las escuelas que nacen bajo esta ley son llamadas Escuelas Rudimentarias puesto que en realidad, solo habían sido hechas con el propósito de alfabetizar e impartir los rudimentos de la instrucción.

Esta ley consideraba como lo mencionamos anteriormente, que se enseñara a hablar, leer y escribir el castellano y a ejecutar las operaciones fundamentales de aritmética, se impartían las clases en dos cursos, no era obligatoria por lo tanto, se impartía a quienes asistían, no existía la distinción de edad ni sexo.

Sin embargo, esta no era la escuela que los indígenas y mestizos necesitaban en el área rural, puesto que con ella o sin ella la vida de miseria y de incultura que tenían, seguían estando presentes en sus vidas.

Esto trajo como consecuencia que personas de diferentes profesiones opinaran sobre la escuela rudimentaria, esto resulto interesante, puesto que algunos opinaron que lo que se necesitaba era educación y no instrucción, otros más opinaron que no debían crearse más escuelas, sino hasta que hubiera maestros completamente preparados en las escuelas normales rurales y otra opinión era que los maestros destinados a las zonas o regiones indígenas, debían hablar las lenguas que ahí se hablaban. Esto dio lugar al mejoramiento de escuelas y a la educación.

1.1 Ley de Educación Rudimentaria

En 1911, Jorge Vera Estañol ministro de Educación en ese tiempo, encargo a Torres Quintero que organizara en el país el sistema educativo bajo el título de “Educación Rudimentaria”. Torres Quintero fungía como Director de Educación Primaria, para esto se expide la ley el 10 de mayo de 1911, cuando el gobierno de Porfirio Díaz expiraba.

Durante el periodo presidencial [interino] de Francisco León de la Barra, siendo secretario de Instrucción Pública y Bellas Artes el Dr. Francisco Vázquez Gómez, decretó el 1° de junio de 1911 la ley de Instrucción Rudimentaria, que era una repetición de la de Jorge Vera Estañol de mayo del mismo año. La cual respondía a las demandas del Partido Liberal Mexicano de proporcionar educación al pueblo.

Sin embargo, la iniciativa de extender la educación rudimentaria a la población indígena partió de Francisco Belmar, José L. Cossío y Esteban Maqueo Castellanos, miembros, todos ellos de la sociedad Indianista Mexicana, la cual nació en 1910 para promover el interés por los grupos indígenas de México.

Para abril de 1911, el día 17 para ser exactos, Belmar pronuncia una conferencia ante el grupo llamado “Young Men Christian Association” en la cual denuncio la indiferencia y discriminación de las clases privilegiadas y sobre las necesidades de los indígenas y campesinos.

Señalo, las autoridades mexicanas, están “demasiado ocupadas en asuntos administrativos, comerciales y religiosos para prestar atención a los asuntos sociales de los indios…” posteriormente la sociedad Indianista Mexicana, con la finalidad de obtener información de los grupos indígenas para enseñarles español, establece sucursales en la mayoría de las ciudades del país.

La ley planteaba en resumen lo siguiente; Impartir y difundir entre los grupos analfabetas, en especial los indígenas los conocimientos de: habla castellana, lectura, escritura, operaciones usuales

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