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El Modelo Cultural Europeo En La Formación De La Elite Chilena Del Siglo XIX

stbnn16 de Diciembre de 2012

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Introduccion

Después de consolidar la Independencia, Chile busca su verdadera identidad. Si consideramos que esta era una naciente República de carácter joven e inexperta y recientemente liberada del yugo español, veremos que busca dar un nuevo orden de cosas intentando resaltar la virtud de los ciudadanos. Veremos como la élite busca la conformación de una identidad y veremos que Chile a pesar de lo señalado anteriormente necesita llevar esta búsqueda mucho más allá y es por esto que mira hacia un modelo de carácter europeo.

Esta élite, no tan solo trata de imitar modelos económicos, también trata de implementar por medio de imitación, modelos culturales. Este comportamiento no es nuevo, ya a los pocosaños de haberse firmado el acta de la Independencia chilena, y con la creciente importancia que de a poco empieza a adquirir Valparaíso en el siglo XIX, sumado a las ideas Liberales que corren libres en las mentes de una parte de la élite chilena, comienzan a imitar comportamientos económicos y sociales de las potencias mundiales de la época que van definiendo los futuros comportamientos -o comportamiento, si se prefiere- de la élite del país.

Es en 1822 que una extranjera, aristócrata inglesa, tal vez sin saberlo, experimenta en carne propia este comportamiento de la élite, y de una forma magnífica lo ha dejado plasmado hasta nuestros días, y nos enseña como es que la imagen de la élite se comienza a formar a través de la imitación. Ella es María Graham una viajera y escritora inglesa. Nació el 19 de julio de 1785 en Papcastle, Cockermouth, al noreste de Inglaterra. Era hija del vicealmirante Jorge Dundas a quien acompañó en 1808 a la India, donde contrajo matrimonio con el capitán de la marina real inglesa Thomas Graham. En 1822, ambos emprendieron viaje hacia América del Sur. Durante el viaje, a la altura del Cabo de Hornos, falleció el capitán Graham y fue enterrado a finales de abril de ese año, en el puerto de Valparaíso1.

Vivió en Chile durante los años 1822 y 1823, y relata, con excepcional detalle las diferencias entre las distintas élites con las cuales tiene contacto, dejándonos una muestra clara y tangible de las diferencias culturales que entre éstas se dan, a saber: la élite de Valparaíso, y la de Santiago.

En 1824, María Graham, publicó el Diario de mi residencia en Chile en 1822, obra notable por su percepción de los diversos aspectos de la vida pública y privada de la naciente sociedad chilena del siglo XIX. Es la importancia de este diario el que permite ver a las élites chilena desde “el otro”, y en este caso “el otro”, es una aristócrata inglesa muy culta, que describe a cabalidad las distintas relaciones entre las élites de ambos lugares, y que permite vislumbrar entre sus páginas cómo es su relación, no tan solo entre ellas, sino que, igualmente, con el extranjero, en este caso, Graham.

Es así que este trabajo, entonces, tendrá como eje (tema) principal: la imagen de las élites chilenas, en el inicio del siglo XIX. En este caso, particularmente la santiaguina y la élite de Valparaíso. Por lo que de acuerdo a esto la hipótesis de trabajo será: Que en la segunda década del siglo XIX, las élites de Valparaíso y Santiago buscan un prototipo cultural diferente, Valparaíso se adscribe más al modelo inglés y el santiaguino, al modelo francés.El objetivo general del presente trabajo será el de conocer y comprender cual es el prototipo cultural de las élites chilenas y su comportamiento

La élite se va construyendo.

Entre 1820 a 1870 se produce la formación de los estados latinoamericanos, con un modelo muy tradicional, pero con un disfraz de modernidad.Por definición de Estado se comprende a la nación políticamente organizada2, por lo que implícitamente reconoce la existencia de la nación, pero en el caso de Chile y Latinoamérica es el Estado quien debe crear a la nación que se encuentra reducida a través del voto censitario, ya que este provee el ascenso al poder político. Pero el primer problema subyace en que tampoco existe el Estado, ya que las guerras de independencia dejaron a una oligarquía dispersa, pero con escasa practica política, y a una gran masa de gente pobre, sin derechos políticos y sin ningún tipo de preparación intelectual como para aportar a la construcción de los nuevos estados3, por esto, la oligarquía se propone dos objetivos en la creación de los nuevos estados:

*Orden: la aristocracia se sentía amenazada desde las castas inferiores desde el tiempo de la Independencia, con la carta de blancura o con las reformas borbónicas, que disminuía el poder político de la élite. Estas medidas fueron rechazadas por los americanos, y es una de las causales de la independencia. Sin embargo, las nuevas colonias desean restablecer un orden social en sus respectivos estados con una clara preeminencia de la oligarquía por sobren las grandes masas del pueblo, que principalmente era rural.

*Progreso: comprende las ideas de modernidad, que se entiende a las nuevas y admiradas ideas políticas provenientes principalmente de Francia y de modernización, que se refieren a la industrialización de los nuevos estados americanos. La nación se crea con la invención de una tradición común a través de fiestas, emblemas, himnos patrios, el ejército y la educación pública. Es justamente por esta razón que las élites comienzan fijar sus miradas en un modelo extranjero para poder crear la naciente nación. Nación que a ojos de esta aristocracia, debe ser como un modelo de progreso definido por un “otro”, en este caso las potencias mundiales: Francia en lo cultural e Inglaterra en lo económico. Surge así, el prototipo de aristócrata que se desea ser.

También en este periodo se produce la doble negación , con el fin de diferenciarse del antiguo régimen colonial, del que se acaban de independizar, las élites chilenas optan por reafirmar su nacionalidad renegando de lo indígena, en un primer momento, y luego de lo español, ya que ambas se ven como retrogradas y obsoletas, por lo que se miran a las nuevas potencias occidentales liberales que cuentan con grandes éxitos financieros, como Inglaterra, y a Francia, que además se le admira desde la perspectiva política por su revolución de corte liberal.

La élite entiende que para crear un nuevo estado-nación debe formular una constitución que debería ser respetada y dar los marcos jurídicos para el desarrollo y orden de las repúblicas para justificar el dominio de la oligarquía frente al pueblo y para propiciar las aspiraciones sociales expresos en las diversas modalidades de las luchas por la libertad y la igualdad.4

Las primeras constituciones fueron de corte liberal que buscaban orden, para mantener sus propiedades, poder y progreso económico para modernizar América, sin embargo, hacia 1814 América latina entra en guerras para consolidar las independencias proclamadas, debido a lo cual las nuevas constituciones, al ser muy débiles, no logran imponerse, además de los conflictos faccionales que se producen entre dentro de las pequeñas naciones políticas. Destacando el conflicto entre federalistas y centralistas. El otro modelo a seguir era el Napoleónico, algunos individuos importantes de la élite criolla sobre todo militares , creían que este modelo no era lo suficientemente fuerte para asegurar un gobierno estable en Hispanoamérica, coincidían sobre el peligro de la anarquía y sobre el hecho de que a la población civil de Hispanoamérica le faltaba la experiencia política y la virtud cívica, aun cuando la élite que confiaba en las constituciones del modelo de Cádiz pensaba que con ellos era suficiente para las elecciones y cargo, los napoleónicos no estaban dispuestos a confiar plenamente en la élite para mantener la vida política en orden y de modo ilustrado, por lo que establecieron monarquías constitucionales con disfraz de repúblicas, donde, si bien se realizaban elecciones, una voz ocupaba y el cargo era vitalicio5. Este modelo tenia influencias de la monarquía constitucional británica y de las constituciones consulares napoleónicas de 1799 y 1802.

Nace la búsqueda de un prototipo.

Ahora bien, en torno a la idea de lo moderno y de la modernización se entienden dos conceptos diferentes, y no homogéneo entre las facciones de la elite, pero básicamente se desprende que lo moderno tiene que ver con las nuevas ideas liberales desarrolladas en el antiguo continente y modernización es la industrialización y desarrollo de las economías regionales, estos conceptos, al tener matices para la elites según región y facción, crean distintos panoramas y expectativas que repercute en rápidos y permanentes cambios de las cartas fundamentales, además, la constitución, si bien responde a principios liberales, se preocupa bastante en reprimir a las masas populares, por lo que entra en profundas contradicciones, mezclándose en ellas principios conservadores junto a un preeminente liberalismo, bajo este problema surge el problema de la soberanía y el sufragio universal donde el principio de la soberanía de la corona, justificado por el poder divino que hacia al monarca infalible en la búsqueda de lo mejor para el pueblo se ve invalido en un sistema republicano, por lo que se debe buscar nuevas formas de la justificación del poder, que se encuentra en el sufragio, que nunca llega a ser universal, sino que censitario (21 años casado y 25 años soltero con propiedades), lo que hace que casi toda la población no pueda participar de los comicios ni de los cargos públicos.

Hacia 1850 la situación de los estados ha variado,

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