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El Palacio De Mineria


Enviado por   •  6 de Octubre de 2014  •  3.771 Palabras (16 Páginas)  •  472 Visitas

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El Palacio de Minería, obra maestra del arquitecto Manuel Tolsá, está considerado como el mejor exponente de la arquitectura neoclásica en México y como uno de los mejores ejemplos de esta corriente arquitectónica en el continente americano. 

La historia del Palacio de Minería, se remonta a 1793 cuando el Real Colegio de Minas de la Nueva España adquirió el predio donde ahora se asienta este edificio con la ayuda del Segundo Conde de Revillagigedo, don Juan Vicente Guemes Pacheco y Padilla, encargando el proyecto y la construcción del mismo al destacado arquitecto Manuel Tolsá, también autor de la escultura ecuestre de Carlos IV “El Caballito” así como de la última etapa de construcción de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México. El Palacio de Minería fue uno de los primeros edificios diseñados ex – profeso para la enseñanza de la ingeniería y la metalurgia, situación que adquiere mayor relevancia si recordamos que la minería era la principal actividad económica de la Nueva España y unas de las principales Fuentes de riquezas del Imperio Español. De tal suerte, el Palacio de Minería refleja en su sobria y elegante arquitectura de cuidadas proporciones, el ideal ilustrado de razón y orden para alcanzar el conocimiento, y como ese conocimiento podría transformar favorablemente la realidad a través de una explotación científica de los recursos mineros, constituyéndose así en una de las primeras instituciones orientadas al desarrollo tecnológico en América. 

Tras las revueltas militares ocurridas durante la primera mitad del siglo XIX y tras una reconstrucción parcial sin alterar el proyecto original de Manuel Tolsa, por parte del arquitecto Antonio Villard, el Palacio de Minería permaneció cerrado e incluso se pensó en utilizarlo como mansión imperial de Maximiliano de Habsburgo antes de que este eligiera al Castillo de Chapultepec como su residencia.  

Años más tarde, el Palacio de Minería tuvo distintos usos hasta que en 1867 recobró su vocación original al alojar a la Escuela Especial de Ingenieros misma que permaneció durante casi cien años en este inmueble hasta antes de que fuera trasladada en 1954 al edificio de la actual Facultad de Ingeniería de la UNAM, en Ciudad Universitaria. 

En el interior de este magnífico edificio sobresalen especialmente su patio, el Salón de Actos, la Antigua capilla de la Virgen de Guadalupe así como sus fastuosas escalinatas, mismas que han sido inmortalizadas por varios artistas y grabadores a lo largo de la historia. 

Actualmente el Palacio de Minería forma parte del patrimonio de la UNAM, y en el se realizan distintas conferencias, diplomados, y eventos entre ellos la Feria del Libro del Palacio de Minería, uno de los mayores eventos literarios de la ciudad, en el que se dan cita editoriales de todo el mundo de habla hispana.

Tolsá en España

Manuel Tolsá Sarrión nace el 4 de mayo de 1757 en la villa de Enguera, trasladándose a Valencia para formarse en el taller de escultura de D. José Puchol, hijo del arquitecto del mismo nombre, autor de las Escuelas Pías de Valencia.

El escultor Puchol, vinculado a la Academia de San Carlos, influyó decisivamente en la formación artística de Tolsá, tanto en su faceta escultórica como en la arquitectónica. Curiosamente, sin embargo, fueron las obras del arquitecto Gilabert las que de alguna forma inspiraron sus mejores realizaciones. Hay una correspondencia entre las obras de Gilabert en Valencia como: el Palacio de la Aduana, la Iglesia de las Escuelas Pías, la Capilla de San Vicente en el convento de Santo Domingo, y las de Tolsá en México como: el Palacio de Minería, el proyecto de la Iglesia de Loreto, la Capilla de Santo Domingo. Correspondencias que hacen suponer que existió una relación directa entre ambos artistas o, al menos, un estudio profundo de las obras de Gilabert por parte del joven Tolsá.

Nada se conoce documentalmente de su paso por la Academia de San Carlos de Valencia, a pesar de haberse declarado explícitamente alguna vez, discípulo de esta Academia. Ni tampoco aparece el nombre de Tolsá en el archivo del Gremio de Carpinteros de Valencia del siglo XVIII, aunque era frecuente entre los jóvenes escultores, el hecho de entrar en el taller de un maestro para aprender el oficio.

La influencia que la fama de un paisano, Fray Francisco Cabezas, nacido 48 años antes, autor en 1761 del proyecto de la iglesia de San Francisco el Grande de Madrid, debió ejercer en el joven Tolsá es innegable, dado el contacto que el clérigo mantuvo con la población de Enguera. Se puede deducir por la relación que Cabezas tenía con los arquitectos y escultores de la academia valenciana, que de alguna forma Tolsá llegó a Valencia con la idea de aplicarse a la arquitectura y escultura, por consejo de aquél.

Sí consta en cambio claramente, que en 1780 Tolsá se trasladó a Madrid, donde estudió diversas disciplinas artísticas en la Academia de San Fernando, incluida la pintura. Tuvo allí como maestro al escultor D. Juan Pascual de Mena, autor del Neptuno del Paseo del Prado, que llegó a ser director general de dicha academia. En 1784 logró el segundo premio en el concurso de primera clase de escultura. Trabajó durante varios años como escultor en la Corte y fuera de ella, aunque sus obras no están bien documentadas.

En 1789, Tolsá fue nombrado académico de mérito de San Fernando, y unos meses más tarde de San Carlos. En septiembre del año 1790 se le designó académico director de escultura de la Academia de San Carlos de México, cargo solicitado por él, el año anterior. Para tal fin embarcó 76 cajones con copias en yeso de las principales obras españolas y vaticanas con destino a la Nueva España, actualmente albergadas en el Museo de San Carlos, México.

Esa academia había sido creada por disposición de Carlos III en 1783, dentro de la política institucionalizada de la fundación de academias, que en la segunda mitad del siglo XVIII, se extiende por toda la geografía española, repitiendo el modelo de San Fernando en las principales ciudades: Valencia, Sevilla, Zaragoza, Valladolid, traspasando incluso el océano para establecerse en la Nueva España.

El 20 de febrero de 1791 embarcó Tolsá en Cádiz en la fragata Santa Paula con destino a la capital de México, donde llegó cinco meses más tarde, después de hacer escala en La Habana y desembarcar en Veracruz.

Tolsá en México

Tolsá fue director de escultura de San Carlos de México, a la par que otro valenciano, Joaquín Fabregat, ocupaba la dirección de grabado y ambos compartieron sus responsabilidades, junto con Rafael Ximeno, pintor y académico de Valencia, que en 1793 fue nombrado director de pintura. De esta forma, en los primeros años de aquella academia, en la segunda tanda de directores, a excepción de la sección de arquitectura, la influencia de la escuela valenciana fue manifiesta. Influencia que se amplió todavía más, al crear Tolsá una clase dedicada a la decoración en estuco, madera y piedra, con el fin de introducir un cieno orden en la práctica de la ornamentación y otra de cerámica, que hacía converger la tradición alfarera de Manises, y Paterna tan cercanas al escultor valenciano, con aquella no menos famosa de Puebla.

Tolsá vivió siempre en la Ciudad de México. No se tiene noticias de viajes fuera de la Nueva España, dedicado por completo a su trabajo como arquitecto y escultor y a sus labores de docencia en San Carlos.

Su vida familiar se desarrolló con normalidad en la Colonia. A los pocos años de su llegada, en 1794, casó con una dama veracruzana, Luisa Sanz Girón, con quien tuvo nueve hijos. Se relacionó con la aristocracia y con el alto clero, recibiendo importantes encargos, tanto de la sociedad civil como religiosa, así como de las clases dirigentes. Perteneció a los círculos ilustrados, en los que se defendieron los ideales del progreso y el orden.

En razón a su cargo de director de escultura de la academia, fue un propagador activo de las modas neoclásicas, arremetiendo contra los excesos barrocos.

Por su actividad en diferentes campos de las artes y del diseño y por ser el arquitecto que más influencia tuvo en su tiempo en la Colonia, se llegó a denominar allí el estilo neoclásico, como el estilo Tolsá.

Ya jubilado como director de escultura y de arquitectura de la academia mexicana, murió el 24 de diciembre de 1816.

Texto tomado del libro Manuel Tolsá, Nostalgia de lo antiguo y arte ilustrado México-Valencia

El Palacio de Minería 

La máxima expresión de la arquitectura neoclásica en América 

Obra maestra del neoclasicismo en el Continente Americano, el Palacio de Minería, edificado en el siglo XVIII por el arquitecto valenciano Manuel Tolsá, ha sido escuela de especialistas en minas e ingenieros, campamento de tropas, recinto del Poder Legislativo, despacho del Presidente y actualmente patrimonio de la Universidad NacionalAutónoma de México (UNAM) . 

Construido de 1797 a 1813 para albergar al Real Seminario de Minas, este inmueble ubicado en el Centro Histórico de la ciudad capital, guarda dos siglos de historia, enseñanza y cultura. Posee en algunos de sus salones pinturas murales del siglo XIX e importantes muestras de la pintura neoclásica novohispana, únicas en su género.    

Debido a su belleza arquitectónica y majestuosidad ha sido visitado por mandatarios y reconocidas personalidades nacionales y extranjeras como los ex presidentes de Francia y Estados Unidos, Charles de Gaulle y Bill Clinton; el presidente de Rusia, Vladimir Putín; el príncipe Carlos de Inglaterra y el líder espiritual de los tibetanos, el Dalai Lama. 

De escuela a campamento  

Durante la intervención norteamericana (1847) las tropas invasoras acamparon en su patio principal. En 1877 una parte del edificio se destinó al Ministerio de Fomento durante la presidencia de Porfirio Díaz y en 1913 alojó a la Secretaría de Agricultura. En 1909 su Salón de Actos fue habilitado como sede de la Cámara de Diputados y el 1o. de diciembre de 1910 Porfirio Díaz rindió protesta como presidente de la República en su séptima y última reelección. 

Desde 1980 ha sido la sede de la Feria Internacional del Libro, que tiene sus orígenes enla Primera Feria del Libro y las Artes Gráficas, efectuada en este inmueble en 1924, durante la presidencia de Álvaro Obregón. 

El Palacio de Minería es el edificio civil más importante edificado por el escultor y arquitecto Manuel Tolsá, construido para albergar al Real Seminario de Minería, con el fin de formar académicamente a los responsables de la técnica de minas a partir de 1813. 

Este inmueble forma parte del conjunto de destacados trabajos de Tolsá (1757-1816), quien tuvo a su cargo la conclusión de la Catedral Metropolitana, a la que logró darle unidad y armonía. Edificó además el Hospicio Cabañas en Guadalajara y el ciprés de la Catedral de Puebla, también realizó varios retablos como el de Santo Domingo, el de la Iglesia de la Profesa y el de la capilla de la Casa de Moneda en la Ciudad de México.  

Después de ser sede del Real Seminario de Minería, el Palacio albergó el Colegio de Minería (1813) y la Escuela Nacional de Ingenieros (1867), creada esta última por decreto del Presidente Benito Juárez, finalmente se integró al patrimonio de la Universidad Nacional de México, a raíz de la creación de ésta en 1910. 

Hecho realidad el proyecto de Ciudad Universitaria , el primer año de la Facultad de Ingeniería se traslado a ésta el 10 de marzo de 1954. Hasta 1963, estuvieron en el Palacio de Minería las secciones de ingeniero petrolero, números y geólogos. Para 1964 todas fueron instaladas en CU.   

Con los años el deterioro del edifico era notable y su restauración inaplazable. Ante ello los ex alumnos de la Facultad de Ingeniería llevaron a cabo con ayuda del gobierno federal el restauro del Palacio. En septiembre de 1962 se fundó la Sociedad de Exalumnos de la Facultad de Ingeniería A.C. (SEFI), con el fin de reunir los fondos para dicho fin. Fue en 1963 cuando los trabajos iniciaron y se terminaron después de 13 años.  

El 26 de agosto de 1976, la Sociedad de Exalumnos de la Facultad de Ingeniería devolvió restaurado el Palacio de Minería a la Universidad Nacional Autónoma de México. 

El inmueble cuenta con tres pisos, que en sus orígenes se destinaron, el piso de abajo a vivienda, laboratorios, cocinas, comedor y despensa; el entresuelo para la habitación de funcionarios, personal del Colegio de Minas y dormitorio de los alumnos; el piso principal se ocupó para las aulas, aposentos del director, capilla y el salón de actos. Los espacios se articularon alrededor de patios que actualmente se conservan, y en la parte alta del inmueble se encontraba el observatorio, hoy habilitado como oficinas y conocido como el Torreón.  

Arte y decoración 

En el vestíbulo del Palacio se exhibe, desde el siglo XIX, la exposición de meteoritas férreas, las cuales proceden del espacio interplanetario del sistema solar y son consideradas de gran valor científico, al ser las de mayor tamaño en todo el orbe.  

En la Ex-capilla se advierte como Manuel Tolsá conjuga no sólo sus conocimientos y experiencia arquitectónica sino decorativa. Aquí destaca la obra pictórica del valenciano Rafael Ximeno y Planes (1759-1825), quien hizo el lienzo de la Virgen María que se encuentra en el altar de estilo neoclásico, al igual que las pinturas del plafón, con temática mariana: El milagro del pocito y La asunción de María. Se trata, sin duda, de los mejores ejemplos de la pintura neoclásica novohispana de intención decorativa. 

Un recinto de sobria belleza y majestuosidad es el Salón de Actos, en el que destacan sus 28 columnas de estilo jónico adosadas al muro y sus 18 ventanas elípticas, que de acuerdo a la filtración de la luz del día producen un bello espectáculo. Posteriormente fueron colocados 13 pedestales, algunos de ellos ocupados por esculturas que representan a las ciencias.  En 1867, al triunfo de la República, tuvo lugar un banquete ofrecido por el presidente Benito Juárez y en 1909 fue convertido en sala de sesiones dela Cámara de Diputados. 

Vestido de rojo 

En 1980 se adecuó lo que hoy se conoce como la Galería de Rectores, que en sus inicios fue la sala de recepción de la oficina del Ministerio de Fomento, se le llama así por ostentar en sus paredes retratos correspondientes a los humanistas, académicos y científicos que han sido rectores de la UNAM, por medio de ésta se llega al Salón Rojo o del Rector, la cual en 1841 formaba parte de la sección del Palacio destinada a la vivienda del Director del Colegio. En 1877 fue utilizado primero para oficina del Ministerio de Fomento y después del Secretario de Agricultura.  

En el techo se encuentran unas pinturas atribuidas a Tiburcio Sánchez de la Barquera(1837-1902) y simbólicas alusiones a los procesos de la recolección. Actualmente es la oficina alterna del Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México. 

Los sentidos 

Contiguo al Salón Rojo se encuentra la oficina que perteneció al Subsecretario del Ministerio de Fomento, en el que sobresale un librero trabajado en finas maderas y rematado con el emblema de las ciencias y el globo terráqueo. En el techo se hallan unas pinturas de Tiburcio Sánchez de la Barquera, con la alegoría de los cinco sentidos corporales: la vista, el oído, el gusto, el tacto y el olfato, en las que el artista empleó figuras de infantes que llaman mucho la atención. 

Así podemos ver a un pequeño viendo las páginas de un libro, otro escuchando a un caracol marino, dos enfrascados en una lucha cuerpo a cuerpo, uno más que muerde una manzana y el último aspira el aroma de las rosas de un florero. Este sitio hoy en día es el despacho alterno del Director de la Facultad de Ingeniería de la UNAM. 

La cultura     

El Palacio de Minería cuenta con una Biblioteca que contiene más de 184 mil volúmenes, algunos de ellos del siglo XVIII, integrados por libros de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos, fundada en 1864; del Fondo Biblioteca de la Sociedad Científica Antonio Alzate, creada en 1884, publicaciones periódicas nacionales e internacionales y una colección de tesis de licenciatura de la Facultad de Ingeniería desde 1981. En sus orígenes este espacio estaba destinado al laboratorio de ensaye de materiales y a pesar del uso al que estuvo dedicado el sitio su estantería de madera fina, posterior a Tolsá, se mantiene en buenas condiciones. 

De lado noreste del edificio universitario que colinda con la calle de Filomeno Mata se inauguró en febrero de 1999 el Museo Manuel Tolsá.  

El palacio de minería se encuentra ubicado en la calle de Tacuba # 5, en el Centro Histórico de la Cd. de México, siendo este uno de los ejemplos más representativos del Neoclásico Mexicano de finales del S. XVIII y principios del XIX. De él resaltan la elegancia de sus formas y la justeza de sus proporciones, logro de bella armonía donde se conjugan la funcionalidad y los elementos arquitectónicos monumentales.

Fue construido por el arquitecto y escultor valenciano Manuel Tolsá para albergar al gremio de la minería de Nueva España. Su edificación comenzó el 22 de Marzo de 1797 y finalizó el 3 de Abril de 1813, tres años antes de su muerte. Esta importante obra arquitectónica fue declarada monumento histórico el 9 de febrero de 1931.

HISTORIA DEL MONUMENTO

En sus instalaciones se enseño lo relativo a la Industria de extracción y manufacturación de materiales procedentes de las minas. Por ello, puede afirmarse, esta construcción es producto del auge de la educación y progreso que vivió la Cd. de México a mediados y finales del siglo XVIII.

Sus antecedentes datan de 1773 cuando, por cédula real, se formalizó el gremio de la minería en Nueva España. En 1774 los señores Joaquín Velázquez de León y don Juan Lucas de Lessaga, representantes de la minería de Nueva España, propusieron al rey Carlos III que se enseñara la minería. El 22 de Mayo de 1783 se promulgó la ley en cuyo artículo 1° se dispuso la creación del colegio, que según el artículo 6° debía tener el título de Real Seminario de Minería. En esa época se impulsó a dos de las más importantes instituciones educativas del momento: La Escuela de Minas y la Academia de Nobles Artes.

En 1778, Joaquín Velázquez de León y Lucas de Lessaga, promovieron la creación del Seminario de Minería, establecido en una casa vecina al hospital de loa agustinos descalzos, hoy calle de Guatemala, # 90. Aprobado el plan de estudios, el Real seminario de minería se inauguro el primero de Enero de 1792. Posteriormente, sus directivos compraron a la Academia de San Carlos el lugar en donde se construyó el Palacio de Minería. Tiempo después, se convocó a concurso la construcción. El ganador de éste fue el arquitecto Manuel Tolsá.

El edificio funcionó como Colegio de Minería de 1811 a 1867. En 1868, cambió su nombre por el de Escuela Nacional de Ingenieros, creada por decreto presidencial en 1867.

Este edificio ha sido sede de diferentes organismos e instituciones oficiales. En 1877 albergó al Ministerio de Fomento, la Escuela Superior de Niños y la Sociedad Agrícola; tiempo después a la Escuela Nacional de Jurisprudencia. En 1909 fue recinto de la Cámara de Diputados; luego de la Revolución sirvió a la Secretaría de Agricultura y Ganadería. Un año más tarde formó parte de la Universidad Nacional; en 1959 se le otorgó la categoría de Facultad de Ingeniería.

Debido a los problemas de cimentación y estructurales que ocasiona el subsuelo de la Cd. de México, con el paso de los años se hizo necesaria una remodelación y restauración total que se hizo entre 1972 y 1976 a instancia de sus exalumnos. Desde esos años sus instalaciones alojan al Centro de Educación continua de la Dirección de Estudios Superiores de la Facultad de Ingeniería (DECFI), encargado de realizar cursos de actualización e información para los Ingenieros y profesionales con intereses afines. También esta ahí la Sociedad de Exalumnos de la Facultad de Ingeniería, la Academia Mexicana de Ingeniería, la Delegación de la Dirección General de Difusión Cultural de la UNAM y una sucursal de la librería de la UNAM; además sirve como sede de la Feria Internacional del libro realizada anualmente.

RECORRIDO

El edificio está formado por los tres cuerpos siguientes: planta baja, entresuelo (sótano) y primer nivel; por cuatro fachadas, una principal, dos laterales y una posterior; un patio principal y cuatro secundarios.

Fachada Principal

Esta revestida con cantera; el primer cuerpo (reunión de elementos arquitectónicos que definen una porción de un conjunto) esta delineado por entrecalles (intervalo hueco entre dos molduras); el entresuelo por balconería.

El primer nivel, cuya balconería esta enmarcada por columnas pareadas (colocadas de dos en dos y con la parte superior compartida) jónicas sostiene un entablamento (parte superior), coronado por una balaustrada de jarrones. Tiene tres accesos - dos laterales porticados y el principal - . Su gran pórtico esta formado por tres arcos dovelados (hechos con piedra) de medio punto (media circunferencia). Los arcos están soportados dos por esbeltas columnas de orden dórico que sostienen un friso sobre el cual descansa la balconería del piso superior. Este sirve de base a un frontón del cual se eleva un ático de dos niveles que sirvió originalmente de observatorio.

Vestíbulo

Después del gran pórtico de acceso, se encuentra un área vestibulada, ahí se exponen desde el s. XIX, meteoritas encontradas por el Ingeniero en minas Antonio del Castillo.

Patio Principal

Es un armonioso espacio porticado en planta cuadrangular. El nivel inferior está compuesto por arcos dovelados de medio punto, enmarcados por columnas adosadas de orden Dórico; y el superior, por columnas pareadas Jónicas que sostienen arcos escarnazos (aquello cuyo centro está más abajo de sus puntos de apoyo). Dicho espacio esta rematado por una balaustrada perimetral coronada por urnas y jarrones.

Biblioteca Histórica

Se trata de un amplio salón de forma oval, cubierto por un plafón artesonado con mascarones, vitrinas y gabinetes de madera. Su acervo data del s. XVI hasta principios del s. XX y esta especializado en temas de ciencia y tecnología.

Escalera Principal

La resolución de esta magnifica escalera es mediante dos rampas que se unen en el descanso; comunica el entresuelo y asciende en una sola rampa para desembocar al nivel superior. Este lugar esta cubierto por una gran bóveda y un domo de vidrio ilumina su centro. Bajo el arco central se encuentra una escultura en bronce de don Andrés Manuel del Río.

Las siguientes áreas solo pueden ser visitadas con permiso especial, el cual se puede solicitar en la administración general.

Capilla

Se localiza en el primer nivel, en la parte posterior de la escalera. Se accede a ella por un vano cuya portada ostenta un escudo papal. En su interior se pueden admirar las magníficas pinturas del pintor valenciano Rafael Jimeno y Planes.

Salón de actos

Esta en el primer nivel, aquí se conserva el mobiliario y la disposición del entonces Salón de Sesiones. El recinto esta rodeado por pedestales - algunos con esculturas alegóricas - con los nombres grabados de las ciencias y las artes.

Salón rojo o del rector

Se localiza en el primer nivel. El local de acceso lo ocupa la sala de juntas ; en los muros de está se exhiben retratos de los exrectores de la UNAM. Contiguo a este se encuentra el salón del rector, sus lambrines, puertas, marcos y dinteles están ornamentados espléndidamente. Completan la decoración las pinturas sobre los frisos - atribuidas a Turcio Sánchez de Barquera - cuyas representaciones infantiles simbolizan el producto del trabajo humano.

Cuenta también con aulas, auditorio principal, otra biblioteca, comedor de alumnos y sala de recepción, sala de

exposiciones temporales y librería. 

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