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Enseñanza Y Nacionalismo Intelectual Al Final De La Colonia.


Enviado por   •  5 de Mayo de 2013  •  1.697 Palabras (7 Páginas)  •  1.406 Visitas

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Tanck de Estrada Doroty (1998) “Enseñanza y nacionalismo intelectual al final de la colonia”, en Milada Bazant (coor) Ideas valores y tradiciones. Ensayos sobre Historia de la Educación en México. México, El Colegio Mexiquense, pp.79-95

En el siglo XVIII fue un tiempo de auge para la Nueva España, se recuperaba de la catástrofe demográfica de los dos siglos anteriores. Las minas del norte llegaban a producir las 2/3 partes de la plata mundial. Nueva España enviaba 75% de las divisas que recibía de la India .La ciudad de México tenía a mediados del siglo 50,000 habitantes y más de 112,000 en 1792. La sociedad novohispana adquiría un sentido de orgullo y centraba su actitud de nacionalismo en el culto a la Virgen de Guadalupe y la exaltación de las culturas indígenas prehispánicas.

La educación Indígena

Durante el siglo XVIII el objetivo de la enseñanza proporcionaba en los indios cambios, después de la conquista el fin primordial era instruir a los indígenas en la fe católica. Se impartía esta instrucción religiosa en el idioma nativo, generalmente por los criollos y sus ayudantes indígenas. Se promovieron establecimientos de escuelas en castellano en zonas indígenas (en los pueblos indígenas) El mandato para promover escuelas no fue bien visto por los indígenas ni por las órdenes religiosas. En 1753 el arzobispo de México ordeno que se pagara a los maestros de las escuelas de castellano, con los fondos de los indígenas, guardados en las cajas de la comunidad. Ante esta proposición por un lado se oponían los indígenas y por otro los frailes criollos. Por una parte, los indios se oponían a las escuelas de castellano, no querían fincar sus fondos comunales y se resistían mandar a sus hijos para aprender una lengua que consideraban difícil y extraña. Por los menos una cuarta parte de estas escuelas enseñaba a leer y a escribir, más aparte la doctrina cristiana.

- Este tipo de escuelas que se les brindaban a los indígenas se representaba una vacía estructura educativa en el área rural que incluía un local, un maestro remunerado, programas de fondos locales, supervisión por parte del Estado y la iglesia.

A pesar de la falta de entusiasmo, en pocos años se contaba con 286 escuelas en 76 pueblos de indios. Estas escuelas representaban una incipiente estructura educativa en el área rural que incluía un local, un maestro remunerado, un programa de financiamiento de fondos locales, enseñanza a veces más amplia que la instrucción catequista y supervisión por parte de la iglesia y del Estado.

A final del siglo XVIII se formularon “Reglamentos” para cada pueblo de indios según la Ordenanza de los Intendentes, y en las poblaciones principales se asignaron salarios a los maestros de escuela. En 1797 había escuelas de primeras letras, sostenidas por las cajas de la comunidad, en 72 pueblos de Michoacán y en 63 localidades indígenas en Yucatán.

Efectos de la expulsión de los Jesuitas

La expulsión de los Jesuitas tuvo grandes efectos, fueron expulsados Casi 500 jesuitas, los cuales aproximadamente 120 eran profesores y esto provoco el cierre de colegios en 21 ciudades y villas de la Nueva España. En el año de 1750. Su expulsión fue originada por querer depurar los abusos del método escolástico en la filosofía y la teología, reforzar los estudios de historia de las culturas prehispánica y promover el método experimental en las ciencias. En 1763 el provincial de los jesuitas acepto incorporar innovaciones al aprobar el establecimiento en todos los colegios de cursos adicionales en forma de “academias”. Los jesuitas además de impartir la gramática latina, filosofa y ciencias las cuales conformaban el nivel de estudios entre las primeras letras y la universidad, en cuatro colegios en las ciudades de México, Mérida, Puebla y Guadalajara se ofrecían cursos avanzados al nivel universitario en humanidades y teología.

Para suplir el vacio que habían dejado los jesuitas con su expulsión, los franciscanos y los agustinos abrieron colegios en varias ciudades, se aumento el número de alumnos en los seminarios diocesanos y en San Miguel el Grande, Benito Díaz de Gamarra renovó los estudios de filosofía y ciencia en el colegio.

La enseñanza de las primeras letras

Desde el siglo XVI en las ciudades novohispanas, perceptores particulares enseñaron a leer, escribir, contar y la doctrina cristiana. (por casi 2 siglos se les permitió a los maestros de cualquier raza ejercer el magisterio).

En dos conventos de fraile, de mercedarios y berlemitas, los niños asistían gratuitamente.

Solo en la capital había 34 sitios para escuelas particulares. El ayuntamiento de la ciudad de México, consternado por la cantidad de jóvenes vagabundos, ordeno que los conventos de frailes y las parroquias establecieran escuelas gratuitas de doctrina cristiana y de lectura, la cual abrió las dos primeras escuelas municipales, una para niños y otra para niñas.

El poder civil representado por el ayuntamiento, era el encargado de la supervisión sobre la educación básica; y así cumplir las ordenanzas de los maestros particulares.

La enseñanza de las niñas era rudimentaria: la doctrina cristiana, labores de costura y a veces la lectura.

Se ordeno abrir escuelas en Oaxaca y Guadalajara.

Aquí ya se dividen las escuelas por genero. En escuelas para niñas y para niños.

Había escuelas dirigidas por beatas (no monjas) bajo la supervisión del obispo.

Las órdenes religiosas femeninas tenían grandes construcciones escolares.

En la ciudad de México la mayoría de las escuelas o “amigas” como se llamaban las escuelas particulares de niñas, eran de mujeres laicas

La fisionomía educativa cambio radicalmente cuando, en 1793, la escuela de las Vizcaínas, patrocinaba por la cofradía de vascos y con maestras laicas, añadió a su colegio-internado

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