ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Escritores De La Literatura Salvadoreña


Enviado por   •  8 de Octubre de 2011  •  2.096 Palabras (9 Páginas)  •  1.010 Visitas

Página 1 de 9

Roque Dalton

Nació en San Salvador, un mes de mayo, en una época en la que la izquierda de su país había padecido una represión sin precedentes y que se saldó con miles de fusilados. Los hechos quedaron recogidos en su novela-testimonio Miguel Mármol.

Educado en los jesuitas, se confesaba católico vehemente hasta que con 22 años ingresó en el Partido Comunista Salvadoreño. Su actividad literaria corre paralela a la militancia revolucionaria y el reconocimiento de su valía como escritor coincide a su vez con las primeras encarcelaciones.

Miembro del Circulo Literario Universitario junto con Otto René Castillo, Manlio Argueta, Roberto Armijo y Alfonso QUijada, entre otros, obtuvo en tres ocasiones el Premio Centroamericano de Poesía y el Premio Casa de las Américas por Taberna y otros lugares, considerado como su mejor libro de poemas.

Fundador del Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP) muere asesinado en 1975 por compañeros de esa organización.

Menen Desleal

Nació en la ciudad de Santa Ana el 13 de Marzo de 1931 y falleció el 7 de Abril del 2000. Escribió: ¨Luz Negra¨ (drama), ¨La Ilustre Familia Androide¨ (Novela), El Extraño Habitante(Poemas), Júbilos Sencillos(Poemas), La Casa de Todo(Poemas), Teatro Inútil(Teatro), y La Llave y Otros Cuentos. Preparó una Antología de poetas nacidos en Santa Ana, o que le han cantado a ese departamento; su título: Santa Ana Diamantina. Dirijió el periódico televisado: Teleperiódico.

Una amiga mía francesa, conocida del poeta, me lo describió de esta manera: "..... Don Alvaro Menéndez Leal había fallecido. Es una gran perdida. Muchas veces le regañé de querer llamarse "Menen Desleal", pués manejaba el cinismo y la ironía con un talento mayor ; y no solamente esas dos características. El era un ser sumamente sensible. Ya estoy leyendo sus cartas con mucha tristeza. El era un maestro, un gran artista que yo amé".

En sus últimos años vivió en los Planes de Renderos, en las alturas de San Salvador, rodeado de libros, aire fresco y sin perder nunca su buen humor... tal cual tuve el honor de conocerlo el año de su muerte...

CLAUDIA LARS

Carmen Brannon, más conocida bajo el seudónimo literario del Claudia Lars, nace en Armenia, Sonsonate, en 1899, y fallece en San Salvador en 1974. Dejaba tras de sí numerosos libros de versos, entre ellos: Estrellas en El Pozo, Canción Redonda, Sobre El Ángel y El Hombre, Fábula de Una Verdad, Nuestro Pulsante Mundo, entre otros, y un libro en prosa, Tierra de Infancia, de carácter autobiográfico. Claudia Lars, la más importante poetisa salvadoreña, en uno de sus poemas que escribió dice: ePoeta soy, y vengo por Dios mismo escogida a soltar en el mundo mi canto de belleza...

Ella sabe la altura de su canto, y lo siente como una misión por Dios encomendada. Clara es la voz de Claudia, y acude a las palabras y a los arraigos cotidianos. Un ciro, un barrilete, le hacen soltar el vuelo al mismo título que el amor o la muerte. Por la sangre de su padre irlandés entran en su palabra las heladas islas de niebla, y las hadas; y por su madre y su vivencia entran las bellezas y las misérias de nuestra patria. Pertenece a un momento en que la poesía femenina da grandes luces en las tierras de América: Alfonsina Storni, Juana de Ibarborou y Gabriela Mistral, de la cual fue amiga. En sus cartas la gran escritora chilena hace patente su admiración por su homóloga salvadoreña.

Ignacio Ellacuría Beascoechea

IGNACIO, hijo de un conocido médico oftalmólogo, nació el 9 de Noviembre de 1930 en Portugalete, en la provincia española de Vizcaya. Se educó en un ambiente familiar muy religioso, que se encuadraba perfectamente en el catolicismo de la postguerra.

Al igual que sus hermanos, Ignacio estudió en el internado de San Javier de Tudela, ingresando después en la Compañía de Jesús, en donde tras recibir el preceptivo noviciado en Loyola, fue enviado con 18 años, antes de abrazar el sacerdocio, a formarse en Centroamérica.

Tras cursar en El Salvador y Ecuador durante tres años humanidades y filosofía, estudió otros tres años teología en Innsbruck (Austria) y uno más en Irlanda, doctorándose en filosofía en Madrid, disciplina ésta en la que destacó desde el principio.

La tesis del doctorado fue sobre el filósofo Xabier Zubiri, con el que había trabajado íntimamente varios años como discípulo. Zubiri sentía por él un gran afecto y amistad, valorándole altamente como colaborador suyo.

Colaboró muy de cerca con Monseñor Romero, arzobispo de San Salvador luego asesinado, y en 1979 fue nombrado rector de la UCA, Universidad Centroamericana, donde realizó una intensa labor académica. Su calidad intelectual y humana adquirió relieve internacional a través de sus conferencias, artículos y libros.

A través de la teología de la liberación se opuso a la afirmación de que Dios es la miseria y la opresión que desfigura y mata a sus hijos. Trabajar por su liberación y por la vida es afirmar históricamente a Dios.

Dedicado a la pacificación de aquel país, llevó a cabo cerca de 400 gestiones, entrevistándose con la guerrilla, el gobierno y los norteamericanos, al más alto nivel. En 1985 funda la Cátedra de la Realidad Nacional, la cual se convirtió en un foro abierto, donde se discutieron los problemas nacionales y regionales. En ella hablaron políticos, sindicalistas, dirigentes populares y eclesiásticos, desde ahí, Ellacuría pidió a sus adversarios que combatieran sus ideas con otras ideas y no con bombas ni con balas. La cátedra llegó a ser un acontecimiento cubierto por periodistas, fotógrafos y embajadores.

Aunque también había criticado la violencia de la guerrilla, la Iglesia de Juan Pablo II no entendió su postura siendo llamado en más de una ocasión a Roma, donde siempre encontró apoyo incondicional en el jesuita bilbaíno Pedro Arrupe, gran amigo suyo. Visitaba cuando podía a su familia en Portugalete, aprovechando las visitas para acudir a la “catedral” y ver a “los leones”. De vuelta de uno de sus viajes, tras haber sido elegido en Salamanca, presidente de todos los rectores iberoamericanos, ELLACURÍA que ya había sufrido varios atentados en su vida, cayó asesinado el 16 de noviembre de 1989 junto con otros cinco sacerdotes jesuitas, una mujer que se desempeñaba como cocinera de la residencia y su hija de 15 años.

Oscar Romero

Oscar

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (12.9 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com