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Estado, empresas, trabajadores y sindicatos


Enviado por   •  18 de Agosto de 2016  •  Apuntes  •  8.889 Palabras (36 Páginas)  •  273 Visitas

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FALCÓN, Ricardo y MONTSERRAT, Alejandra,

Capítulo IV “Estado, empresas, trabajadores y sindicatos”

En lo q concierne al modelo de acumulación vigente desde la penúltima década del siglo XIX, no se produjeron modificaciones de fondo continuando como eje de la actividad económica nacional la producción primaria para la exportación, en el plano del Estado y en particular en lo relativo a sus intervenciones respecto de los trabajadores aparecieron situaciones novedosas. Tb las hubo en el plano de las organizaciones obreras, q mostraron, actitudes hacia el Estado q no tenían precedentes. Menos novedoso fue el comportamiento de las elites sociales y d los empresarios que pretendieron continuar con sus actitudes tradicionales ante una situación q era inédita, hasta q en ocasión d los acontecimientos d 1919 (Semana Trágica), cambiaron sus estrategias y comenzaron a actuar contra los trabajadores en forma relativamente independiente del gobierno radical.

En el conjunto del período es posible distinguir cuatro etapas:

1. los tres primeros años del gobierno de Yrigoyen q s caracterizó por una tentativa de conseguir la adhesión de los trabajadores a través d arbitrajes en los conflictos entre capital y trabajo. en ciertos casos los favorecían y generaban un apoyo a sectores del movimiento sindical, q aceptaban esa actitud gubernamental.

2. desde enero d 1919 —con la Semana Trágica— hasta el fin del primer gobierno de Yrigoyen en 1922, y en la cual la política laboral del gobierno combino los arbitrajes con las tentativas —frustradas muchas de ellas por la carencia d mayoría legislativa— d sancionar leyes protectoras del trabajo.

3. entre 1922 y 1928 con el gobierno de Alvear y se caracterizó por una menor conflictividad social q en el período anterior y años de cierta bonanza económica.

4. desde la segunda asunción de Yrigoyen en 1928 hasta septiembre de 1930 con el golpe de Estado.

El movimiento obrero entre 1916 Y 1919

En 1915, tuvo lugar el noveno congreso de la (FORA) ya en ese tiempo anarquista. En ese congreso participaron por primera vez los Sindicalistas Revolucionarios, q habían disuelto la organización de la cual formaban parte, la CORA, con el argumento d la necesidad de la unidad. Los recién llegados obtuvieron una mayoría de congresales que sirvió para declarar a la FORA como una organización apolítica y puramente obrera, sin definición ideológica expresa. Los principios del comunismo anárquico fueron reemplazados por el punto d vista sindicalista. Un sector anarquista no acató las resoluciones y entonces hubo dos FORA, la del quinto congreso (FORA V), anarquista, y la del noveno congreso (FORA IX), con mayoría sindicalista.

En 1916, la llegada del radicalismo al gobierno ofreció inesperados puntos de intersección entre los Sindicalistas de la FORA IX e Yrigoyen. Por un lado, el apoliticismo d la organización y el énfasis puesto en las reivindicaciones gremiales no dejaron de llamar la atención de los radicales. Por otra parte, Yrigoyen daba una imagen inusual entre los presidentes: su vida austera, su disposición a dialogar personalmente con los trabajadores y sus promesas d mejorar sus condiciones d vida.

sus arbitrajes en los conflictos entre capital y trabajo en el período que va de 1916 a 1918, q en más d una ocasión favorecieron a los trabajadores, sumados a la predisposición de los sindicalistas a recibir apoyo estatal, fueron generando una relación entre los dos y especialmente entre el gobierno y la Federación Obrera Marítima (FOM).

En sus orígenes, en 1906, cuando s escindieron del Partido Socialista, los Sindicalistas Revolucionarios adoptaron ideas que procedían de los sindicalistas franceses, d Arturo Labriola y d Georges Sorel. En la segunda década del siglo, ya habían abandonado sus postulaciones revolucionarias y desplegaban una preocupación antipoliticista, pero sólo parcialmente antiestatista, por la consecución d reformas q mejoraran las condiciones laborales de sus representados. Esta inclinación a negociar y apoyarse en el Estado provenía d su inserción en gremios del sector servicios, estructurados nacionalmente, vinculados a la economía agroexportadora y enfrentados a compañías extranjeras.

La base de los acuerdos entre la FORA IX y el gobierno descansaba en un interés mutuo: los radicales no construían organizaciones gremiales q compitieran con las d los sindicalistas y éstos no intervenían en los procesos electorales. Ambos tenían un rival común, el Partido Socialista, q disputaba electoralmente con la UCR la misma franja de votantes, y q competía con sindicalistas y anarquistas por la hegemonía en los sindicatos. Los socialistas, centraban su estrategia en la tarea parlamentaria destinada a la sanción de leyes protectoras del trabajo.

El arbitraje estatal

Para comprender la importancia de las modificaciones q s produjeron desde 1916 con la llegada del radicalismo al poder, es necesario resumir, las características del tratamiento q los gobiernos oligárquicos daban a la cuestión obrera urbana. Hasta 1902, el Estado mantenía una actitud de prescindencia frente a los conflictos que se daban en el ámbito del consumo o de la producción para el mercado interno, dejando a las partes libradas a la correlación de fuerzas. No obstante, cuando se daban en sectores vinculados a la economía agroexportadora, como en el caso d los servicios, el Estado intervenía con represión.

Después de 1902, con la primera huelga general de orden nacional, el Estado comenzó a desarrollar un juego de pinzas frente a la cuestión obrera. Por un lado sistematizó la represión tanto en el plano legislativo —la Ley de Residencia, q facultaba la expulsión d extranjeros por causas políticas— como en el de la acción directa. Al mismo tiempo, presentó un proyecto de Código d Trabajo, en 1904, q contenía algunas d las demandas del movimiento obrero y por otro establecía mecanismos regimentadores d la vida sindical. El proyecto nunca fue sancionado tanto por la oposición del movimiento obrero como por la d los industriales.

La ley Sáenz Peña de sufragio universal masculino implicó una ampliación del "mercado político" al incorporar al juego electoral a un sector significativo de los trabajadores, los que tenían la nacionalidad argentina. Desde entonces los propios conservadores comenzaron a prestar mayor atención a las políticas laborales.

El primero de diciembre de 1916 los trabajadores marítimos desde Bs As declararon una huelga cuyos objetivos eran obtener un aumento en sus salarios, la aplicación de las 8 horas

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