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Fracisco Jimenez "El Nigromante" Y La Educación.


Enviado por   •  28 de Abril de 2013  •  1.977 Palabras (8 Páginas)  •  263 Visitas

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Sin lugar a dudas, el siglo XIX fue una etapa decisiva en varios países alrededor del mundo. Durante esta centuria se produjeron sucesos que sentaron las bases para que se gestaran grandes revoluciones ideológicas; a lo largo y ancho del contiene europeo existieron importantes rebeliones liberales. La revolución francesa, al igual que la independencia de las colonias españolas y otros hechos belicosos dan pie a el deterioro de la nobleza y el auge de la burguesía, junto con esto, comienzan los avances de la ciencia y técnica, la industrialización masiva, la creciente figura de Estados Unidos, la lucha férrea entre conservadores y liberales, el desarrollo del nacionalismo como idea de unidad en sustitución del absolutismo y la religión, el que se considerara a la educación como derecho, estos, entre muchos otros hechos más repercutieron en México.

En este siglo, nuestro país vivió grandes cambios en distintos sentidos; uno de los más importantes fue la independencia de la corona española. Después de este evento, la nación se encontraba fracturada; su identidad cultural había sido rota, la economía aun no era estable, socialmente todavía existían muchos rastros de la colonización y el ámbito político no era estable. Con el paso de los años, el naciente México fue adaptando y adoptando un ideario que más tarde reflejaría grandes progresos. Algo que definió el rumbo circunstancial de la nación fue el liberalismo, que dio sustento a grandes pensadores de la época, y el entorno educativo no fue la excepción. Pero para comprender un poco más es necesario definir esta postura política: “El liberalismo político es la doctrina que proclama los derechos del hombre y la soberanía del pueblo. En contra de la forma de gobierno absolutista, enseña que todos los hombres son libres e iguales; que la libertad de cada persona se extiende hasta el punto en que no daña a los demás; que nadie impunemente puede atentar contra la persona o propiedad de otro; que todos los ciudadanos pueden desempeñar cargos públicos; que, en fin, todo hombre es libre para pensar y escribir.”

Después de la primera mitad del siglo XIX, comenzaron a reestablecerse las condiciones de lo que ya era la Republica de México. La enseñanza empieza a considerarse como una necesidad que favorece el desarrollo de la sociedad. Durante estos periodos se promulgaron varias leyes a favor de la educación, en las cuales se percibe un gran avance. Después, con la llegada de Porfirio Díaz al poder, el desarrollo histórico del México a través de la educación, se hace aun más notorio y definido al introducirse novedosas técnicas metodológicas. Una de las más acertadas decisiones de Díaz, fue introducir como parte de su gabinete a Ignacio Ramírez, al cual nombro a cargo de la Secretaría de Justicia e Instrucción Pública, quien permaneció en el puesto hasta el 23 de Mayo de 1877.

Ignacio Ramírez Calzada, a quien también se le conoce como “El nigromante” fue un personaje vital para México en el siglo XIX, pero lo fue en especial para los fundamentos educativos que hoy en día prevalecen. A través de este documento estudiaremos algunas de sus principales aportaciones, también haremos un breve repaso por su biografía y trataremos de desentrañar su excepcional pensamiento al contextualizar su vida y obra.

Como en todo ser humano, es fundamental conocer los orígenes de las personas para conocer y comprender su historia y comportamiento.

La pequeña y hermosa ciudad de San Miguel el grande, o lo que hoy conocemos como San Miguel de Allende en el estado de Guanajuato, fue testigo, no solo de eventos históricos importantísimos, también fue el lugar que vio nacer a Ignacio Ramírez Calzada el 22 de junio de 1818.

Lino Ramírez, su padre, fue abogado y comerciante en los estados de Querétaro y Michoacán y participo activamente en la conspiración de independencia. Su madre indígena pura; Ana María Guadalupe Sinforosa Calzada, descendiente de los últimos señores caiques tarascos. Es importante tomar en cuenta el linaje y oficio de sus padres por que sin duda esta fue la base de la filosofía de Ignacio Ramírez. Tal vez este fue uno de los principales motivos por los que más adelante tomo en cuenta a los indígenas del país e insistió en que formaran parte de la vida activa de la nación, respetando siempre sus derechos. Mientras estuvo en el Instituto Científico y Literario de Toluca ejecuto una iniciativa para que el alumno más sobresaliente fuese pensionado por el Estado. Otra de sus pronunciaciones fue a favor de la mujer; pedía igualdad política y civil, otorgándole competencias con las cuales no contaba y en especial sugirió la intervención de esta en la educación. Como podemos ver hasta ahora, Ignacio Ramírez fue un personaje cálido y empático preocupado por distintas áreas, y quizá creció en un hogar en el cual el respeto y la tolerancia imperaban, así como la importancia del derribe de la ignorancia.

En 1834 arribó a la ciudad de México, ingreso al colegio de San Gregorio en 1835 y desde ese momento se dedico a una de sus pasiones que era aprender. Estaba ávido de conocimiento y fue de esa manera que estudió distintas doctrinas y ciencias, así como idiomas y dialectos, hasta que logro titularse de manera sobresaliente como abogado en la Universidad Pontificia de México, aunque gran parte de sus saberes los adquirió de forma autodidacta. Se dice que fue orador, poeta, periodista y político. En octubre de 1836, siendo aun adolescente, causo revuelo al pronunciar su discurso en la Academia de Letran que era donde se concentraban algunos de los hombres más cultos del país: “No hay Dios; los seres de la Naturaleza se sostienen por si mismos”. Ramírez se caracterizo por luchar fervientemente contra el dogma religioso para lograr sustituirlo por el libre albedrio. Muchas personas afirman que mientras más cerca se esta de la ciencia, más lejos se esta de Dios, como es por todos sabido a mayor conocimiento, mayor conciencia de la realidad social, seguramente “El nigromante” lo sabía; las religiones crean prejuicios e imponen tabús que lejos de permitir el progreso, lo trucan. Sus ideales fueron inamovibles, entre algunos de ellos destacan: la trasformación

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