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Francia del siglo XVII y la revolución


Enviado por   •  13 de Mayo de 2017  •  Apuntes  •  4.410 Palabras (18 Páginas)  •  293 Visitas

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Francia del siglo XVII y la revolución


En el siglo XVII, el reino de Francia se hace una potencia, cuya expansión política, intelectual y cultural se extiende hacia gran parte de Europa y llegando hasta América del Norte.

En esta época, la historia de Francia está, ante todo, marcada por el crecimiento y el apogeo del absolutismo de la nobleza. Se desarrolla también un gran movimiento de evangelización y de renovación cristiana. Francia brilla en todos los aspectos culturales que sostiene a través de la creación de academias: la literatura, las artes (pintura, escultura, arquitectura, música) y las ciencias (astronomía, matemática, física, botánica).

Francia estaba gobernada por una monarquía absoluta y despótica. Francia intentó imponerse a las demás naciones del continente y constituyó el más claro ejemplo de las monarquías absolutas. La sociedad francesa del siglo XVII estaba dividida en los llamados tres estados: la nobleza, el clero y el tercer estado, los burgueses, los artesanos, los campesinos y los obreros.

Las principales causas fueron: la incapacidad de los gobernantes para hacer frente a los problemas del Estado, la indecisión de la monarquía, el empobrecimiento de los trabajadores y los excesivos impuestos que recaían sobre el campesinado, el florecimiento de la intelectualidad y ‘’despertar la razón’’ provocada por el siglo de las luces.

Francia sufrió un importante aumento de deuda cuando las colonias británicas de Norteamérica se independizaron, pues fue éste Estado quien realizaba grandes préstamos que difícilmente se podían cubrir.

La revolución francesa fue un movimiento histórico principista, abstracto, ateo y sangriento. En 1789 se desencadenó este proceso que implicó una ruptura con el Antiguo Régimen, que incluía la institución monárquica, los resabios del feudalismo y los tradicionales poderes sociales.

La revolución consolida la idea moderna de la nación y plasma el ideal maquiavélico del ejército ciudadano. El ejército es el pueblo en armas, que se nutre del servicio militar obligatorio y masivo.

Desde el reinado de Luis XV el absolutismo francés sufría un proceso de decadencia visible. Los fracasos en materia de política exterior, los problemas económicos de carácter crónico y los desaciertos políticos internos agudizaban las tensiones sociales existentes. Otro factor se verificaba en el plano de las ideas: el iluminismo racionalista, el enciclopedismo, constituían movimientos intelectuales que mostraban la realidad política y social de Francia.

Luis XVI se había rodeado de una legión de ministros, entre quienes sobresalió el fisiócrata Robert Turgot. Turgot aplicó una política de liberalización de los precios de los cereales. Esta decisión provocó un cambio en el precio del pan, aumentando el mismo. Los obreros de Paris se levantaron en armas en el mes de abril de 1775 ante la situación de carestía emergente. Turgot abandonó su cargo en 1776.

En 1778 el rey había decidido apoyar la guerra de la independencia de los Estados Unidos. En 1783 se había firmado el tratado de Paz de Versalles, mediante el cual Inglaterra reconocía la independencia de los Estados Unidos y devolvía Luisiana a Francia.

En 1786 la situación empeora debido a las malas cosechas y a la presión fiscal sobre los productores agrarios.

En 1788 La banca rota de Francia es un hecho inocultable. El rey convoca a Necker para que tome cargo de ministro nuevamente. Necker propone un plan de reformas fiscales que tendían a aliviar la excesiva carga tributaria que pesaba sobre los sectores productivos.

Necker debía obtener nuevos recursos, pero su propuesta consistía en distribuir más justamente las cargas y derogar los tributos arbitrarios. El parlamento de parís impone como condición que se convoquen los Estados Generales.

El 5 de mayo de 1789 se realiza la apertura en Versalles de los Estados Generales, concurrieron las representaciones de los tres órdenes feudales: 1) aristocracia, 2) el clero y 3) el Tercer Estado.

Los diputados del tercer estado insistieron en que el voto debía ser normal y no por orden, clase o estado. Se lograría una representación acorde con la realidad popular que cada estado tenia detrás de sí.

El 17 de junio es cuando tuvo lugar el primer acto revolucionario. Ese día fue cuando el tercer estado se declaró “Asamblea Nacional” y asumió la potestad tributaria. La Asamblea Nacional resuelve y decreta que todos los impuestos y tarifas que no haya sido específica, formal y libremente concedidas por la citada Asamblea, cesarán en todas las provincias del Reino.

El 19 de junio, la Asamblea Nacional, nombró comités y asumió la soberanía que reclamaba. Los nobles presentaron, especialmente los obispos, y el rey decidió una inmediata resistencia.

El 20 de junio, en una cancha de pelota vecina, se juró solemnemente que no se disolvería sin dar a Francia una Constitución. El 23 se abrió sesión real y el rey declaró su voluntad. Al día siguiente, la mayoría del clero se unió de nuevo al estado llano para sesionar, y el día 25, cuarenta y seis de los nobles siguieron el ejemplo. El rey cedió, y el 27 ordenó que las tres cámaras sesionaran juntas. La Asamblea Nacional estaba ahora legalmente constituida e inició su marcha.

El 9 de julio gran parte del clero y la nobleza se pliegan a lo dispuesto por el tercer estado y se integra la “Asamblea Nacional Constituyente”, que redacta la constitución de 1791.

El 14 de julio, es destituido Necker y concurrían tropas sobre la ciudad capital con el fin de disolver la Asamblea. Se sublevó en armas y tomó por asalto la Bastilla, prisión-fortaleza que constituía un símbolo del autoritarismo monárquico. Los revolucionarios se organizaron militarmente creando la Guardia Nacional y adoptando la bandera tricolor. El día 15 el rey compareció ante la Asamblea y prometió volver a designar a Necker y retirar las tropas.

El 26 de agosto la Asamblea aprueba la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano, incluyen el derecho de propiedad, el derecho de resistencia a la opresión y el derecho a la libertad.

Se promulgó la Constitución Civil del Clero, por la que los bienes de la Iglesia pasaban a poder del Estado y el nombramiento de las autoridades eclesiásticas se harían en adelante por la elección del pueblo.

Huida del Rey, Luis XVI pretendió huir al extranjero, pero fue descubierto en Varennes y luego detenido y encerrado en la Tullerias.

Más adelante surge la “Asamblea Legislativa” Esta asamblea se mostró más hostil a la monarquía los principales acontecimientos que surgieron durante ellas fueron:

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