Garage Olimpo una pequeña muestra de lo vivido en Argentina durante la dictadura

Garage Olimpo una pequeña muestra de lo vivido en Argentina durante la dictadura.

Por Walter Gerardo González Sánchez^[1] 

 La película fue ambientada en la época donde Argentina vivió el llamado Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), Garage Olimpo se basa de dos relatos vividos, el primero de ellos es de Ana, una integrante que ingresa en la casa de un represor con el fin de colocar un explosivo bajo la cama éste. La segunda historia, se desarrolla entre relación de María y Félix. Donde María es una mujer comprometida en ayudar en alfabetizar a las personas necesitadas y dispuestas a aprender de los barrios marginales de la ciudad de Buenos Aires, ella vive con su madre en una casona donde les alquilan a personas desconocidas con el fin de poder ganar dinero. En cambio, Félix que es uno de los inquilinos y este se siente atraído, enamorado, obsesionado por María. Él indica que es un trabajador de un garaje que cuidador, pero que en realidad es uno de los verdugos torturadores de ‘el Olimpo’. Una mañana, llegan a la casa de María un grupo parapolicial buscándola, cuando la encuentran la llaman ‘la maestrita de la villa’; ante los ojos y la impotencia de su madre la secuestran y la trasladan al Olimpo, en este lugar de horror y desesperación permanecerá hasta el día del trágico final.

Con la muerte del presidente Juan Domingo Perón en 1974 Argentina perdió su curso político y económico. A tal grado que había fracturas entre los seguidores de Perón, un fragmento de las Fuerzas Armadas no estaba de acuerdo con el relevo presidencial de ‘Isabelita’, como se le llamaba a María Estela Martínez, viuda de Perón. En varias ocasiones la incitaron a renunciar la presidencia, pero ella no lo hizo caso, al contrario se apegó a la legalidad de su mandato. El 24 de marzo de 1976, las fuerzas militares iniciaron la tomaron del poder. Este golpe fue encabezado por el general Jorge Rafael Videla.

Para La Junta Militar era oportuno eliminar a aquellas personas y colectivos que fueran considerados traidores al régimen. Esto no quería decir que necesariamente a los que conformaban a guerrillas marxistas leninistas, es decir cualquier persona con pensamientos de izquierda y/o con pensamiento político comunista, eran perseguidos. De esta manera murieron sindicalistas, poetas, artistas, políticos, intelectuales, entre muchos más que tuvieron la mala fortuna de aparecer en las listas que perseguía el régimen militar. Según se estima que aproximadamente 30.000 personas desaparecieron en la dictadura.

Algo terrorífico e ingenioso que usaron en la desaparición ya que si se utilizaban el modelo de fusilamiento. Esto debido que almacenar cadáveres en fosas comunes se podrían abrir un juicio internacional por crímenes de lesa humanidad. En cambio, las desapariciones consistían en simplemente secuestrar a los ‘traidores’, reclutarlos, torturarlos y luego matarlos en centros clandestinos.

"Los vuelos de la muerte constituían la última parte de un ciclo represivo que tenía la característica de la desaparición de personas. Es la última faceta del proceso de desaparición".  sintetiza Valentina Salvi, socióloga e investigadora de la historia reciente de Argentina del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

Muchos de los secuestrados sufrieron de ‘los vuelos de la muerte’. Se les drogaba, los pies se les introducía en baldes con cementos y por último se les lanzaba al vacío desde aviones que volaban el Mar del Plata. Esto con el fin de se perdieran todo rastro en el océano.

“En esa noche, hubo un parto. En medio de la oscuridad, un alumbramiento. nació una historia. Muchas madres y padres salieron a buscar a sus hijos. salieron de sus casas, salieron del útero de su rutina habitual a enfrentar al aparato represivo más imponente de la historia del país. Llevaban impresas en la piel la desesperación y el amor, y de allí les nació el coraje.”. (Vaca, 2020)

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