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Historia De Mexico

israelsuleyka2 de Marzo de 2013

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HISTORIA DE MÉXICO

La importancia del estudio de la historia

La ciencia de la historia no es memorización de fechas, nombres y datos de un tiempo pasado, que poco o nada tiene que ver con nuestro presente. La historia como ciencia no se reduce a la narración de eventos ordenados cronológicamente de acuerdo a la interpretación del narrador. La constitución de la historia como ciencia expone los acontecimientos pasados dignos de memoria, que explica las relaciones sociales.

La historia como cualquier disciplina científica ha pasado por un largo proceso para convertirse en explicación objetiva por medio de variados métodos de investigación. La ciencia de la historia comienza con crónicas o narraciones de eventos sobresalientes.

Influidos por el positivismo de su época, historiadores alemanes del siglo XIX, se esfuerzan por eliminar juicios preconcebidos y mostrar lo que realmente ocurrió, a través de la consulta de fuentes originales, documentos y testimonios. Su empeño por construir conocimientos objetivos, por exponer como acaeció el hecho, y mantenerse “neutrales”, los encierra en la historia política, narrando lo que los gobernantes hacían.

Historiadores como Lucien Febvre y Marc Block recurrieron al método comparativo para determinar diferencias y semejanzas entre civilizaciones. El estudio de las relaciones económicas y sociales se apoyó en técnicas cuantitativas como datos numéricos y estadísticas; con ello adquiere objetividad en el siglo XIX con la consulta de fuentes de investigación originales.

Durante el siglo XX la escuela francesa de los Anales decide trascender las limitaciones de la historia política para construir una historia como ciencia de los hombres en el tiempo. Su campo de estudio se amplía hacia todos los aspectos de la vida social, desde las formas materiales de producción y consumo hasta las mentalidades de un pueblo. Se concibe entonces una historia total.

La explicación de los procesos históricos implicó la creación de nuevos métodos y técnicas de investigación.

Hoy en día es posible afirmar que la historia es una ciencia porque, como toda disciplina científica, se compone por teorías, métodos, principios, leyes y conceptos acordes a su objeto de estudio específico: las relaciones sociales en el trascurso del tiempo. Finalmente llega a abarcar todos los ámbitos de la sociedad como la economía hasta las ideas y concepciones del mundo, al tiempo que crea sus propios métodos y técnicas de estudio.

Objetivo de la ciencia.

El conocimiento histórico se caracteriza por ser objetivo porque su objeto de estudio, las relaciones sociales y sus transformaciones, está estructurado, puede ser pensado y científicamente penetrado como cualquier otra realidad.

Esto le permite establecer diversas determinaciones entre la actividad humana y el medio ambiente; por explicar la continuidad de condiciones sociales, a través del análisis de leyes sociales válidas para una sola época, por comprender la diversidad de formas de vida y concepciones del mundo a través del tiempo, y por explicar las causas de los cambios sociales. Su campo de estudio es universal y establece cortes geográficos y temporales para analizar procesos regionales y determinadas épocas.

La historia estudia las relaciones sociales y sus transformaciones con el fin de comprender el presente. Nos enseña a asimilar el movimiento de la vida humana, a identificar lo que tiende a permanecer por largo tiempo y las causas de las transformaciones sociales. El análisis de las experiencias pasadas proporciona orientaciones para la actividad humana.

Estudiamos historia para recuperar conscientemente nuestra identidad nacional, entender el presente y aplicar racionalmente estos conocimientos en la vida práctica.

2. Mesoamérica

Grupos precolombinos.

El concepto de Mesoamérica se refiere a una región cultural poblada por civilizaciones que compartían actividades, rasgos culturales, formas de producción agrícola y artesanal similares, así como una cosmogonía o concepción del mundo y del universo, esto es que las diversas actividades del ser humano estaban en estrecha relación con la naturaleza.

Las investigaciones antropológicas ubican el origen del ser humano en América hace unos 40 mil años. En aquella época los grupos humanos migraban mucho pues debían trasladarse continuamente para encontrar alimento y mejores condiciones climáticas. Se organizaban en comunidades rudimentarias bajo un sistema de economía igualitaria y apropiación directa de recurso naturales como la recolección, la caza y la pesca.

La comunidad primitiva evolucionó, mediante un largo proceso de experimentación, en el que nuestros antepasados aprendieron a domesticar las plantas silvestres y a aprovechar mejor los recursos. Los vestigios de estos cultivos domesticados están fechados entre el 7000 y el 5000 a.C.

A diferencia del esclavismo europeo, las civilizaciones mesoamericanas no se basaron en la apropiación privada del suelo. Se desarrollaron en base en la posesión y el disfrute comunal del territorio y en el respeto a la naturaleza, con el principio de devolver todo aquello que les brindaba, características que aún se conservan entre muchos grupos étnicos y mestizos.

Entre los años 2000 y 1400 a.C. los grupos mesoamericanos comienzan a vivir en pequeñas aldeas agrícolas, donde desarrollan nuevas actividades de productivas. La agricultura permite un crecimiento demográfico con la división del trabajo, con lo que se conforman los primeros centros protourbanos y ceremoniales y se aplican conocimientos de planeación urbana y arquitectura, que expresan conocimientos astronómicos. La concepción de su planta arquitectónica con el decorado de sus muros representa gran parte de su cosmogonía. Estaban planificados y construidos de acuerdo con los puntos cardinales y casi todos tenían observatorios. La forma arquitectónica característica fue la pirámide escalonada en estos centros ceremoniales.

Se desarrollaron y hablaron numerosas lenguas, algunas de ellas con complejas estructura gramaticales, como el maya, zapoteco, el otomí, etcétera. Desarrollaron formas de escritura mediante grifos, ideogramas y, en épocas tardías emplearon algunos elementos de escritura fonética, sobre todo para expresar toponímicos. Su escritura quedo plasmada en estelas y muros de los templos, así como en códices o libros plegables.

El grupo mexica inicia su presencia en el mundo mesoamericano durante el periodo Posclásico. Remonta su origen mítico al año 1111. Los mexicas estaban consolidando sociedades estatales tributarias, con formas de dominio como la renta del suelo y la servidumbre, similares a las relaciones sociales del feudalismo europeo que aún existen. Testimonios de conquistadores dan cuenta de la belleza y el orden de Tenochtitlan, que según sus textos no se comparaban con Constantinopla e Italia.

El desarrollo social mesoamericano garantizaba la vida digna de la población y la conservación del medio ambiente. Este desarrollo fue interrumpido por la conquista europea y la introducción de nuevas formas de vida.

Ciclos y periodos de Mesoamérica.

Los ciclos de desestabilización y renovación cultural de civilizaciones que delimitan los tres periodos más difundidos por los historiados son:

Preclásico, Clásico y Posclásico.

El Preclásico transcurre del 1500 al 200 a.C., cuando Mesoamérica estaba poblada por numerosas aldeas agrícola artesanales autosuficientes. Se caracteriza por las primeras concentraciones de aldeas en torno a centros urbanos y ceremoniales, situación que ocurrió en la conformación de la cultura Olmeca en el Golfo de México, Monte Albán en Oaxaca, y Uaxactún y Tikal de los mayas en el Petén guatemalteco.

El Clásico comprende los años del 200 a.C. al 800 d.C., cuando se edificaron esplendorosas ciudades con monumentales pirámides y obras escultóricas que expresaban la filosofía del ser humano y el Universo; en ese periodo se desarrollaron prácticas agrícolas artesanales y el comercio. Una de las principales culturas fue la teotihuacana en la cuenca de México, mientras ocurría el florecimiento de Monte Albán en Oaxaca, de los centros mayas de Tikal y Uaxactún y la formación de Yaxchilán, Piedras Negras, Palenque, Bonampak en Chiapas, y Chichén Itzá en Yucatán.

El Posclásico abarca el periodo de 800 a 1521 d.C. Luego de un periodo de desestabilización, despoblamiento de las grandes ciudades y migración de muchos grupos étnicos, surgieron culturas guerreras que dominaron a otros pueblos, como los mexicas y los purépechas. El área maya se caracteriza por el denominado “colapso” o despoblamiento de las principales ciudades. Chichén Itzá se ubica como ciudad predominante.

Organización política, económica, social, educativa y religiosa.

La ciudad de Tenochtitlan estaba dividida en cuatro barrios habitados por grupos emparentados internamente, que se ubicaban en cuadrantes delimitados por las avenidas principales, orientadas de norte a sur y de este a oeste, que partían de la plaza ceremonial. El calpulli, conjunto de callis (casas), era la unidad de organización socio-económica de los mexicas. Estaban integrados por diferentes estratos sociales de acuerdo con sus actividades productivas. Algunos calpulli eran centros productores agrícolas y otros correspondían a unidades en las que se organizaba a los artesanos, a los comerciantes o a los miembros de otros oficios. Los primeros estaban habitados por el grupo gobernante local y los macehuales o gente común, quienes eran tributarios.

La tierra era posesión colectiva asignada por el tlahtoani al calpulli, se otorgaba

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