Historia Del Arte Rupestre
suraor14 de Noviembre de 2012
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HISTORIA DEL ARTE: LA PRE – HISTORIA
De las Pinturas Rupestres al Imperio Romano
Pre-Historia:
Algunos rasgos del Arte Rupestre:
Pero las evidencias más espectaculares de la actividad humana en la cueva corresponden al arte parietal, significándose como una de las más destacadas manifestaciones del arte paleolítico. El conjunto más importante, la Sala de los policromos, se plasma sobre un techo de 120 m2 situado a unos pocos metros de la entrada, caracterizándose por la presencia de animales policromos (bícromos en realidad) tratados con estilo naturalista, entre los que predominan los bisontes en actitudes diversas, formando escena, y secundariamente caballos y algún cérvido, además de otros signos esquemáticos. En el resto de la cueva, grabados y pinturas aparecen sistemáticamente aislados, a no ser quizá en el tramo final de la misma (un estrecho pasillo conocido como la Cola de caballo), donde puede advertirse una cierta disposición programada de las representaciones. Junto con los animales, que alcanzan la mitad de los casi tres centenares de figuras identificadas, se documenta un segundo grupo formado por signos, destacando entre ellos los tectiformes y triángulos. Las técnicas de ejecución son muy diversas.
A partir de colorantes naturales se consiguen las dos tonalidades básicas de la paleta del artista (rojo y negro), utilizadas en diversas variedades pictóricas: trazo lineal continuo, tamponado, tinta plana y bicromía, entre otras. A su vez, el grabado, frecuentemente asociado a la pintura, se efectúa a base de buril sobre soportes duros, sustituyéndose por palos y digitaciones cuando la superficie de trabajo es más blanda. En ocasiones, las figuras se modelan interiormente, jugándose con la coloración natural de la pared, el lavado y el raspado de ciertas zonas, a fin de propiciar un efecto de policromía y relieve, éste conseguido igualmente aprovechando algunas protuberancias de la superficie de la roca. Todas estas técnicas se documentan en el gran panel de los bisontes, mientras que en el resto de la galería las figuras han sido grabadas o dibujadas con pintura negra.
Su proyección dentro del esquema estilístico propuesto por Leroi-Gourhan ha permitido datar este arte entre el solutrense final, cuando se realizan algunas figuras rojas, y el magdaleniense inferior, momento en que se pinta la Sala de los polícromos. Un periodo cuya amplitud, básicamente, coincide con la propuesta para el yacimiento arqueológico, y cuya cronología no se aleja de las recientes fechas radiocarbónicas (entre unos 13.570 y unos 14.710 años de antigüedad) efectuadas sobre muestras de pintura de bisontes.
Fuente: Enciclopedia Encarta 2005
En conclusión:
1. Este arte se desarrolla en la Cornisa Cantábrica española y en el sudoeste francés.
2. Representa fauna de gran tamaño y clima frío: Bisontes, toros, caballos, mamuts, etc.
3. Es una pintura realista, policroma y con gran cuidado por el detalle.
4. Las figuras no se relacionan entre sí, no forman escenas, son independientes.
5. No aparece la figura humana pero sí signos misteriosos, manos en negativo y en positivo y lanzas y flechas.
6. Las figuras se pintan en sitios recónditos e inaccesibles de las cuevas.
Fuente: http://www.cossio.net/actividades/pinacoteca/p_03_04/leccion_de_pintura.htm
Cueva de Altamira
Los bisontes que se pueden observar en la imagen son sólo una pequeña muestra del conjunto de pinturas prehistóricas que la cueva de Altamira alberga. Datadas en más de 15.000 años de antigüedad, sus representaciones faunísticas, ejecutadas con un hábil estilo naturalista dominador del trazo y de la utilización de los colores, motivaron que esta gruta cántabra, ubicada en el término de Santillana del Mar, recibiera el apelativo de 'Capilla Sixtina del arte paleolítico'.
Bisonte de Altamira
Declarada en 1985 Patrimonio cultural de la Humanidad por la UNESCO, la cueva de Altamira es tal vez la principal manifestación del arte rupestre paleolítico. Fue descubierta en 1876, aunque su principal hallazgo, los grandes paneles de pinturas, no salió a la luz hasta tres años después, y se encuentra enclavada en el término municipal de Santillana del Mar, en Cantabria, situado a unos pocos kilómetros de las principales ciudades de esa comunidad autónoma española, Torrelavega y Santander.
Fuente: Enciclopedia Encarta 2005
Egipto:
Hace más de 5.000 años los artistas egipcios empezaron a pintar los muros de las tumbas de los faraones con representaciones mitológicas y escenas de las actividades cotidianas, como la caza, la pesca, la agricultura o la celebración de banquetes. Igual que en la escultura egipcia, prevalecen dos constantes estilísticas. En primer lugar, las imágenes, más conceptuales que realistas, presentan los rasgos anatómicos más característicos, combinando las vistas frontales y de perfil de la misma figura; en segundo lugar, la escala de las figuras indica la importancia de las mismas, y así el faraón aparece más alto que su consorte, hijos o cortesanos.
Pintura mural de Tebas
El banquete es un fragmento de una pintura mural de Tebas, fechado hacia el 1400 a.C. durante el periodo del Imperio Nuevo. Las figuras están representadas en su posición típica, es decir, de perfil. La parte superior muestra a los nobles de la corte con sus esposas atendidos por esclavos, mientras esperan que les sirvan la comida que está situada a la derecha. Las figuras del registro inferior representan probablemente a mujeres de la corte.
Fuente: Enciclopedia Encarta 2005
La pintura egipcia es muy fácilmente reconocible porque presenta una serie de convencionalismos que la hacen única. Ante su profundo sentido de la vida del más allá, los habitantes del país del Nilo pintaban cuidadosamente las paredes de sus tumbas con motivos religiosos, cotidianos, bélicos, etc. Las características principales son:
1. Las caras se muestran de perfil y los ojos de frente.
2. Se pintan dos manos del mismo lado (dos derechas o izquierdas), al igual que los pies.
3. Los hombros de frente y la cintura en ¾.
4. Se acompañan de jeroglíficos con nombres e información.
5. Los detalles resultan muy modernos, llevan pelucas, joyas, transparencias, vestidos ceñidos, maquillaje y rimel, etc.
La Diosa Hathor y El Faraón Seti
Fuente: http://www.cossio.net/actividades/pinacoteca/p_03_04/leccion_de_pintura.htm
Grecia
Estilos de pintura de cerámica griega
Si la pintura de cerámica fue un arte menor, los profesionales que la llevaron a cabo fueron importantes. El artista ateniense Exequias, que vivió alrededor del año 535 a. C., firmó como pintor al menos dos de sus jarras negras, y su estilo, con su poesía y su perfección de equilibrio, son reconocibles al instante. Merece la pena destacar que él mismo elaboraba la cerámica y la decoraba. Las obras de Exequias son importantes porque revelan la dirección que el arte representacional iba a tomar, y muestran el salto de la representación simbólica de los objetos del mundo mediante jeroglíficos hacia una representación que intenta mostrar el mundo tal y como es. Esto es especialmente evidente en su tratamiento de la vela del barco de su soberbio kílix (copa poco profunda y con dos asas), Dionisos I,en su barca (arriba). Dionisos, dios del vino, de la vegetación y de la fertilidad, aparece recostado descansando mientras lleva a los humanos un vino secreto. Sus vides simbólicas están enredadas en el mástil y se elevan fructíferamente hacia el cielo, una maravillosa adaptación a la difícil forma circular del kílix. El barco, con su luminosa vela, se desliza rnajestuosamente sobre el mundo rosa y naranja del cielo y la tierra, donde los delfines juegan alrededor de la presencia sagrada. La escena vibra con una sorprendente sensación de totalidad.
La pintura de la cerámica griega se preocupa de narrar una historia, y muchas piezas contienen imágenes de incidentes narrados por Hornero en la Ilíada y la Odisea, que fueron escritas en el siglo VIII a. C. Los vasos decorados con historias datan de épocas anteriores a Hornero y van hasta el período griego clásico, que sucedió al período arcaico sobre el año 480 a. C., y mucho después.
No podernos apreciar totalmente la pintura de la cerámica griega si no vemos la imagen y la pieza corno un todo. Palas Atenea, deidad guardiana de Atenas y figura clave de la Odisea, aparece en un ánfora con tapa (jarra de dos asas) pintada por un artista anónimo a quienes algunos sabios denominaron el Pintor de Berlín, alrededor del año 480 a. C. (izquierda). La curva negra, oscura y brillante del ánfora hace que la diosa parezca alejarse de nuestra mirada, ya la vez nos permite verla con toda su majestuosa dulzura. Está ofreciendo una jarra de vino a Hércules, que aparece al otro lado de la jarra; los dos mantienen su privacidad al tiempo que se comunican. Es una obra respetuosa y maravillosamente controlada, simple y compleja a la vez. El ánfora es un ejemplo de la técnica de figuras rojas, inventada hacia el año 530 a. C. y que sucedió a la cerámica de figuras negras. Según la técnica de figuras rojas, las piezas no se pintaban: se dejaban del color rojo de la arcilla y, una vez pintado el fondo, se pintaban los detalles anatómicos. Así se conseguían mayores efectos naturalistas,
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