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Historia Laboral


Enviado por   •  30 de Marzo de 2014  •  3.649 Palabras (15 Páginas)  •  299 Visitas

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1977-2006: Treinta años de reformas laborales

Desde 1977 hasta 2006 los diferentes Gobiernos de turno han realizado

unas reformas laborales que han sometido la vida de los trabajadores

asalariados a los intereses de las ganancias empresariales y a la

organización del trabajo. A su vez dichas reformas han propiciado un

enorme ejército de reserva que engloba a los millones de parados y

trabajadores precarios.

Óscar Gómez Mera de insurgente - Donde más les duele | Para Kaos en la Red | 10-9-2007

www.kaosenlared.net/noticia/1977-2006-treinta-anos-reformas-laborales

Una reforma siempre significa un avance, un logro por pequeño que sea. Las

contrarreformas, por el contrario, son aquellas que nos llevan a definir los retrocesos.

Hoy día la firma de un acuerdo con la clase patronal ya no resulta ser la firma de la paz

tras una conquista obrera, sino el mantener la paz para que la clase explotadora consiga

sus resultados económicos.

Las reformas laborales habidas en España en los últimos 30 años han venido a

significar, en mayor o menor medida, pasos dados para mantener el estado de las cosas.

Lejos de mejorar las condiciones de la clase obrera, lo que han hecho es agravarla a

pasos agigantados. Las movilizaciones y huelgas de estos últimos años en el

movimiento obrero no se han llevado a cabo para reivindicar nuevos derechos a

conquistar, sino para protestar por aquellos que nos querían quitar.

Antecedentes predemocráticos

Bajo las condiciones del franquismo, y fruto de la fuerza y contundencia de la

organización y lucha de la clase obrera hacia finales de los 70, los trabajadores

consiguen el ejercicio de derechos fundamentales como el de huelga, defensa de la

igualdad y seguridad de permanencia en el puesto de trabajo. Todo ello obliga a la

elaboración de normas como la de Conflictos Colectivos de 1975, y la Ley de

Relaciones Laborales (LRL) de Abril de 1976. Tras la muerte del dictador genocida se

desata una ofensiva que plantea un pulso al primer Gobierno de la monarquía franquista.

Consecuencia de ello es la obtención de toda una serie de derechos recogidos en la

mencionada LRL de 1976. La LRL concebía los contratos temporales como

excepciones al principio de la estabilidad en el empleo. Imponía una restricción al

despido libre pagado, obligando a los empresarios a la readmisión del operario

despedido. Resulta cuanto menos “llamativo” que en un estado totalitario que hacía

pocos meses había asesinado a cinco activistas de ETA y el FRAP, y en plena crisis

económica y energética se formule por vez primera en el derecho laboral español una

norma legal totalmente favorable a la contratación indefinida. Todo ello fruto de un

movimiento obrero no burocrático y asambleario.

Pero no habrían de durar mucho las conquistas conseguidas. En octubre del mismo 1976

el Gobierno Suárez presionado por la patronal suspendía el artículo 35 de la LRL, que

era el que restringía el despido libre indemnizado, obteniendo como respuesta una

huelga general el 12 de noviembre donde participaron dos millones y medio de

trabajadores. En marzo de 1977 otro decreto ley introducía como causa objetiva de

despido la falta de adaptación del trabajador a las modificaciones tecnológicas y las

“necesidades de la empresa”.

La transición estaba en marcha, el PCE es legalizado meses antes de las primeraselecciones democráticas, a la vez que comienza una maniobra para convertir el

movimiento asambleario y democrático de las Comisiones Obreras en una

confederación sindical que compita con la UGT, central en manos del PSOE, en la

carrera de las elecciones sindicales, que supusieron un reducto para hacer pasar por el

aro del sistema al movimiento obrero.

Reformas de los Gobiernos de la UCD

Según la clase burguesa española, la crisis económica era fruto sobre todo de las alzas

salariales que habían deprimido la tasa de ganancia empresarial. Se pone en marcha el

discurso de que para fomentar el empleo hay que fomentar el crecimiento empresarial.

Discurso que ha dominado el debate sobre las sucesivas reformas laborales hasta

nuestros días, y que tan desastrosas consecuencias ha traído a la clase trabajadora.

Se hacía para ello necesario interlocutores válidos que asumieran el discurso

empresarial y que ejercieran así mismo de “controladores” del movimiento obrero. El

primer paso para consensuar la salida capitalista a la crisis y al franquismo era la

legalización de los partidos obreros y sindicatos. Una vez legalizados e

institucionalizados el PCE y el PSOE, los sindicatos que estos dos partidos controlaban

acabarían, tarde o temprano, tragando con la transición.

PACTOS DE LA MONCLOA

El gobierno de

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