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La Educacion En La Primera Mitad Del Siglo Xix


Enviado por   •  24 de Octubre de 2013  •  1.453 Palabras (6 Páginas)  •  611 Visitas

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LAS OPCIONES POLÍTICAS EN EL ESTADO LIBERAL MEXICANO, 1853-1910

En el marco formal del Estado liberal: la constitución escrita es la base legitimadora de ese Estado. Las constituciones liberales tienen dos partes: una dogmática en la que se declaran los derechos de los gobernados como límite impuesto por a las autoridades y otra orgánica en la que se determinan las agencias del poder público los “poderes” legislativo, ejecutivo y judicial, sus facultades y las relaciones que deben guardar entre sí y con los gobernados para hacer posible el régimen de derecho, consustancial al estado liberal.

El ideal es que ambas partes se equilibren y se apoyen mutuamente, la relación ha sido la contraria. La última alternativa se ponderó abiertamente entre 1853 y 1855, durante la dictadura de Santa Anna se alzó la revolución de Ayutla, y se ponderó la solución contraria a la constitución de 1857.

Antecedentes y consecuencias

La historia del Estado moderno es el desarrollo de la racionalización del poder. En el siglo XVIII cuando los monarcas absolutos disponen de gestión económica y de dominación de la sociedad.

La autoridad del monarca se va haciendo autosuficiente. En la Real Ordenanza de Intendentes de 1876, se estatuyó un plan diseñado para el futuro, se dejan de lado las ponderaciones legitimadoras de la autoridad del monarca. Religión e iglesia aparecen en muchos lugares, pero están ahí como otras tantas situaciones dadas al gobierno y a las que éste debe atender para lograr la buena administración.

La ordenanza de Intendentes es el componente orgánico de una Constitución escrita. Estas razones acabarán por imponerse como demandas expresas de los grupos más enterados, interesados y comprometidos en ese orden. Cuando esos grupos de entendidos e interesados ven cerradas las vías de acceso a las puestos de autoridad y las razones de bienestar nacional y las contradicciones a la felicidad de los súbditos se contraponen al régimen La historia del Estado moderno es el desarrollo de la racionalización del poder. En el siglo XVIII cuando los monarcas absolutos disponen de gestión económica y de dominación de la sociedad.

La autoridad del monarca se va haciendo autosuficiente. En la Real Ordenanza de Intendentes de 1876, se estatuyó un plan diseñado para el futuro, se dejan de lado las ponderaciones legitimadoras de la autoridad del monarca. Religión e iglesia aparecen en muchos lugares, pero están ahí como otras tantas situaciones dadas al gobierno y a las que éste debe atender para lograr la buena administración.

La ordenanza de Intendentes es el componente orgánico de una Constitución escrita. Estas razones acabarán por imponerse como demandas expresas de los grupos más enterados, interesados y comprometidos en ese orden. Cuando esos grupos de entendidos e interesados ven cerradas las vías de acceso a las puestos de autoridad y las razones de bienestar nacional y las contradicciones a la felicidad de los súbditos se contraponen al régimen y se apela a ellas como únicas fuentes de legitimidad. La nación, que a la postre se identifica con el pueblo, es la que ha de gobernantes a sí misma. Surge así a la idea de soberanía popular.

La declaración de derechos es la parte que completa el nuevo diseño del Estado, ahora liberal. Reciben el nombre de constituciones políticas pues se ha pasado de un diseño administrativo en el que se daba por supuesta la autoridad, se ha pasado a un plan político.

El liberalismo el acento en la política será el principal será el principal obstáculo que se enfrentarán funcionarios o encargados de los puestos públicos.

Durante el Segundo Imperio Maximiliano de Habsburgo ordenó la continuidad del programa de educación que emprendieron los liberales, según revela una carta enviada a su secretario de educación Manuel Silíceo En su ponencia “Las disposiciones del Segundo Imperio en materia de educación superior: profundas resonancias de un régimen efímero”, resaltó el interés que tenía el Emperador por la educación en el país y prueba de ello fue el nombramiento de Manuel Silíceo quien había sido secretario de fomento en el gobierno liberal.

Durante su participación en el Coloquio “La Intervención francesa en el sesquicentenario de la Batalla del 5 de Mayo”, la Doctora en Historia aclaró que el cierre temporal que durante el Segundo Imperio sufrió el Ilustre Colegio Carolino (hoy BUAP), no se debió, como dicen algunos autores, a que Maximiliano era afecto a los intereses del liberalismo”.

Este cierre, aseveró,

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