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La Traducción De Textos Sagrados


Enviado por   •  24 de Mayo de 2013  •  1.945 Palabras (8 Páginas)  •  287 Visitas

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A lo largo de la historia se han documentado incalculables traducciones firmadas por sus creadores, y otras tantas que han quedado en el anonimato. La labor de estos “puentes entre culturas” se ha evidenciado desde el continente africano y las civilizaciones asiáticas hasta las Américas, pasando por el viejo continente y Oceanía. Traductores de todo el mundo han usado sus habilidades lingüísticas para consolidar una actividad que, paulatinamente, cobraría un auge sin precedentes. A continuación se presentará, grosso modo, el origen de la traducción, así como algunos hechos en torno a las traducciones de los llamados “textos sagrados” de cuatro religiones: el cristianismo, el budismo, el judaísmo y el islam. Además, se dará a conocer el legado de algunos traductores que contribuyeron a la difusión de la palabra divina por medio de las primeras traducciones de las que se tiene registro: las de carácter religioso.

Hace menos de seis mil años, la escritura era un privilegio exclusivo de algunas élites. Ese “don divino” se atribuía al dios egipcio del conocimiento, las lenguas y la magia: Thot. Poco después de la escritura nació su hermana, de nombre “traducción” (del latín traductĭo, -ōnis: hacer pasar de un lugar a otro). Descubrimientos arqueológicos dan testimonio de traducciones de las primeras escrituras encontradas en Mesopotamia. Y no es de extrañarse que el oficio de la traducción sea tan antiguo. La primera creación de la imaginación del hombre fueron narraciones orales de contenido simbólico que expresaban su inquietud metafísica con miras a comprender no sólo los fenómenos que le rodeaban, sino también su ser único. Estas narraciones también enunciaban las normas morales sobre las cuales habría de apoyar su vida y la comunicación con sus semejantes. Pero llegó el punto en que, con la aparición de la escritura y la de su hermana, se pudo dejar un testimonio más tangible de lo que cada cultura consideraba valioso: los mitos, las creencias, las tradiciones…

En las civilizaciones antiguas, los escribas estaban a cargo de la escritura, la educación y la traducción; además, se encargaban de las ciencias sagradas y profanas. Estos intelectuales jugaron, sin lugar a dudas, un papel muy importante en el desarrollo de la escritura y de la traducción. Fueron ellos quienes formalmente comenzaron a difundir las traducciones de las más antiguas escrituras religiosas con miras a interpretar los fenómenos de la vida y encontrar respuestas a varias interrogantes que parecían, a simple vista, inexplicables. Sin quererlo, sus traducciones (y las que vinieron después) sirvieron, además, para clasificar las religiones en dos grandes grupos: aquellas para las que el mensaje de los textos sagrados puede ser expresado en todas las lenguas, sin quitarle importancia a ninguna (tal es el caso del cristianismo y el budismo) y aquellas que consideran las traducciones escritos secundarios pues existe una única lengua sagrada (como es el caso del judaísmo y el islam).

En el cristianismo (perteneciente al primer grupo), la traducción de la Biblia ha sido trascendental para la historia de los pueblos. Este bestseller representa el libro más traducido de todos los tiempos. Ningún otro texto ha sido tan determinante en la literatura y, en general, en las creencias de sus seguidores. Desde sus orígenes, esta religión consideró las Escrituras hebreas textos sagrados. Aun cuando en ciertos momentos de la historia los cristianos se mostraron hostiles a que se tradujera la Biblia (incluso llegaron a prohibir cualquier intento de reproducirla en otro idioma), podría decirse que hicieron de su traducción un medio privilegiado de difusión más que ningún otro texto sagrado. Jerónimo de Estridón, uno de los traductores más conocidos en el mundo occidental, debe parte de su fama a la traducción de este célebre libro.

San Jerónimo, apasionado lector y sacerdote del siglo IV, emprendió su labor traductiva en Constantinopla. Fungió como secretario, intérprete de lenguas y consejero teológico del papa Dámaso I, quien le confió la traducción y revisión de la Biblia del griego y el hebreo al latín clásico. A la muerte del papa, fue expulsado de la capital del Imperio Romano y se refugió en Belén, donde continuó su labor. Este erudito dejó una importante colección de comentarios y escritos que contribuyeron a la difusión de los conocimientos bíblicos en Occidente. Su legado de traducción incluye cientos de prefacios, innumerables cartas y algunos prólogos de las traducciones de los libros sagrados. No en vano se ganó el título de “patrón de los traductores” entre los cristianos al consagrar su vida al estudio y la traducción de las Sagradas Escrituras y, por ende, contribuir a la difusión de la creencia cristiana.

Algunos siglos después, un peregrino tradujo al idioma chino textos budistas de gran valor que superan más de ochenta veces la extensión de la Biblia. Se trata de Xuanzang (o Hsuan-tsang), monje del siglo XVII que creció bajo la dinastía Tang y abandonó su tierra para dirigirse a la India en busca de textos budistas. Es considerado el traductor más famoso pues muy probablemente no exista una sola persona en China que no haya oído algo sobre él, lo cual no ocurre, ni remotamente, con ningún otro traductor del mundo occidental. Gran parte de su fama se debe a una novela: Hsi Yu Chi o "Viaje al Oeste en la Gran Dinastía Tang", uno de los grandes clásicos de la literatura china, sólo comparable a Don Quijote de la Mancha. Esta novela fue la base de la serie de televisión china Monkey que mostraba a Xuanzang con sus compañeros de viaje realizando diversas hazañas y enfrentando numerosos retos.

Se tiene registro de que Xuanzang pasó diecisiete (17) años de su vida en la India, otros cuatro años viajando y, al regresar a China, tradujo parte de las centenas de escrituras budistas que recolectó. Veintidós caballos fueron necesarios para transportar estos textos y otras reliquias a China, donde el emperador de la época lo recibió de forma triunfal y le ofreció las mejores

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