La lengua de las mariposas.
Ramón SanzaTrabajo16 de Mayo de 2016
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Película: La lengua de las mariposas
Esta ha sido una buena oportunidad de ver de nuevo esta fantástica película del maestro Fernán Gómez. Bajo mi punto de vista es una buena oportunidad de conocer una parte de la “historia” que no cuentan, que no sale en los libro que hemos estudiado en los centros, una visión desde los ciudadanos de este pueblo unos años antes d estallar la Guerra Civil, cómo se transforman, las vivencias que vive primero y padecen después.
Es agradable ver la figura del maestro de antes, uno que “no pega”, que le gusta su oficio, transmite su sabiduría intentando despertar a cada alumno de esta escuela unitaria las ganas del saber, de ver la naturaleza y entender las cosas desde la ciencia.
Como he podido ver las relaciones en las aulas no han cambiado mucho, ni tampoco las peleas de papeles, ni burlarse de los compañeros o ponerse motes, gusten o no.
Hay muy poca filmografía que enseñe la vida en la República, ya que es despertar viejos fantasmas, remover odios y miedos. Pero creo en la historia, tan como es, y no se entendería la grandeza de la recuperación de la Alemania, por ejemplo, después de la II Guerra Mundial sin la reposición de los muertos de las dos contiendas, ni la exhibición de sus vergüenzas en campos de exterminio, hornos, etc. Un país no supera sus traumas, si no los ha conciliado, pedido perdón por ellos y sigue adelante de la mano de los que hasta hace poco eran sus enemigos, no crece, no lo supera; y lo peor de todo es que no aprende de ello y por tanto puede caer en el mismo error.
Volviendo a la película se entienden muchos odios despertados por el miedo a ser represalias por parte de los Nacionales. Esta parte creo yo es anecdótica, pues la película sólo enseña la vida, la infancia truncada, el despertar de un joven niño con miedo a ir al colegio.
La escuela no varía mucho de los que unos amigos de la familia retirados comentaban que era cuando empezaron a dar clase. Y veo como lo único que diferenciaba a un profesor que pegaba a otro era desconocimiento de la infancia, miedo a la diferencia o crítica y falta de vocación.
Predicar con el ejemplo, tener conocimientos suficientes y una personalidad estable y equilibrada, ser justo y firme demuestra como un viejo maestro se gana el amor de un niño que está despertando a la vida. De estar siempre en las aulas y leer el mismo manual una y otra vez, la enciclopedia, a salir a cazar las mariposas que alegren las lecciones, y motiven aficiones de algunos alumnos. Las aulas con el conocimiento, allá donde se encuentre, ya sea con una excursión o con un viaje mental.
Desde el punto de vista histórico, como comentaba antes, se revela las costumbres y las vidas de muchos habitantes, vecinos y familias de este pueblo gallego.
Se nota las diferentes tendencias políticas, y las costumbres arraigadas (misa, pagar gallinas, pegar como autoridad, etc.). Se van acentuando según pasa la película, pero ya desde un principio, con el cacique pagando por poner recto a su hijo (y como le hace devolver), hasta las pedradas de los detenidos, con insultos variados…
Esta autoridad por el poder, la fuerza o la amenaza es la que está en contra clara de la democracia, los nuevos tiempos, la cultura y el pensamiento libre. Tanto control de las cosas hace que pierda esencia, que la vida deje de ser vida sino un camino, con rectitud.
Todas las formas de totalitarismo se basan en este concepto, la represión de todo lo que no sea el pensamiento establecido, las formas correctas… que ven amenazar son un simple libro de poemas, o una letra de una canción, demostrando en el fondo su poca fortaleza. Queda reducida, empequeñecida, pues en el fondo el pueblo obedece por coerción, por la fuerza, nunca es sincera ni libre, sana, ni perdurable en el tiempo.
Una República establecida democráticamente, más después de haber echado reyes, y respetando las minorías (y dejándolas existir) posee una autoridad moral superior. No se respeta a quien no es respetado, por su ejemplo, su valentía, coraje o paciencia. Entonces cuando hemos tenido maestros de este talante es cuando no sólo los respetas, sino que les colocas en un altar, y al echar la mente atrás ves cómo te explican esa mágica lengua espiriforme, o aquel pasaje de la historia. El ejemplo hace mejores personas, refuerza la creatividad y mejora la estima, las relaciones de los alumnos entre sí y proporciona un modelo que de seguro intentará repetir algún docente salido de esas aulas.
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