La naturaleza del derecho y las razones para actuar

La naturaleza del derecho y las razones para actuar

Brian H. Bix

El autor, en esta lectura comienza su desarrollo afirmando, a manera de introducción, que una de las más básicas preguntas de la reflexión teórica y básica del derecho es la consistente es la siguiente: “¿si una norma jurídica nos dice que hagamos algo, acaso por ese simple hecho debemos hacerlo?”. Por su relevancia y discusión entre varios teoristas contemporáneos, el autor hace una relfexión en algunos debates acerca de la naturaleza del derecho y las razones para actuar.

I. Razones para actuar

Desde los tiempos de Aristoteles al presente, las discusiones sobre la filosofía moral, politica y jurídica han sido analizadas con gran ayuda del razonamiento práctico, pues el mismo se pregunta qué razones tenemos para actuar (en contraposición del razonamiento teórico, el cual se pregunta en qué razones debemos creer).

Durante el desarrollo de un famoso debate en 1958 con H.L.A. Hart, Lon Fuller, en resumen, afirmó lo que para él era la posición del positivismo jurídico:

“En una mano tenemos un dato amoral llamado derecho, el cual tiene la caracteristica peculiar de crear un deber moral para obedecer. En la otra mano, tenemos un deber moral para hacer lo que pensamos que es correcto y decente”.

Fuller dejó perplejos a los teoristas por algún tiempo.

Generalmente las personas tienen razones buenas para hacer lo que el derecho dispone que se haga, ya que si se actúa en contra de las normas jurídicas y nuestras acciones son descubiertas por las autoridades, estaremos sujetos a una sanción de carácter penal o civil. Estas son razones prudentes para hacer lo que el derecho dice, debido al temor por las sanciones, pero ese no es el enfoque usual de los teóricos que hablan acerca del derecho y las razones para actuar.

Desde esta perspectiva, la obediencia solo se presenta por temor a represalias en algunos sistemas jurídicos y en otros, lo que debe hacerse se presenta al crear obligaciones. Joseph Raz plantea que todos los sistemas jurídicos, por su naturaleza como sistemas jurídicos, presuponen su estado como autoridades practicas, sin embargo, no se necesita estar de acuerdo con dicho planteamiento controversial de Raz sobre lo que es esencial para el derecho para concordar con el punto basico de nuestros propósitos: que los sistemas jurídicos pretenden darnos obligaciones para actuar, no solo motivaciones coercitivas para actuar.

Existe otro, generalmente poco interesante sentido en el cual, usualmente, encontramos una razón para hacer lo que el derecho nos dice que hagamos. En casi todos los sistemas legales, las leyes nos dicen que no robemos o matemos y la mayoría de las personas estan de acuerdo que de hecho tenemos buenas razones para no hacerlo.

Es la moral la que nos impone esta serie de restricciones; que el derecho busque moralidad es bueno, pero para el propósito de determinar si el derecho nos da razones para actuar, la coincidencia entre este y la moral tiende a confundirnos, por lo que Brian Bix hace referencia a la afirmación de M.B.E. Smith, consistente en que para entender las áreas donde el derecho y la moral coinciden, debe pensarse en las situaciones donde una acción es ya de por sí incorrecta, pero se piensa que es peor cuando se llega a descubrir que también es ilegal.

Como ejemplo de lo anterior, se enuncian los casos en los que los bancos estadounidenses, debido a la complejidad de la legislación, en ocasiones se apoderan del dinero de las personas que han estado ahorrando en toda su vida, dificilmente encontrando que estas acciones son ilegales. Otro ejemplo de Smith es cuando se platica a un amigo las acciones de una tercera persona, al decir que actuó ilegalmente (sin decirle exactamente qué hizo), lo que supone que el juicio de imoralidad o moralidad de esa persona que escuche, se guarde hasta saber exactamente qué es lo que realizó.

...