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Las Crisis Internacionales Que Repercutieron En Chile


Enviado por   •  17 de Mayo de 2014  •  1.924 Palabras (8 Páginas)  •  328 Visitas

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Las crisis internacionales que repercutieron en Chile

El estallido de la primera guerra mundial (1914), la caída de la bolsa de Wallstreet (1929), la segunda hecatombe mundial (1939) y el hundimiento de la URSS, constituyen de forma general el panorama por el cual atravesaron las sociedades a lo largo de nuestro planeta en ese entonces. A pesar de que dichas guerras y crisis económicas se concentraron en Europa y Estados Unidos, sus efectos no tardaron en propagarse alrededor del mundo.

En el libro “Historia del Siglo XX”, del historiador, Eric Hobsbawm, dicho siglo se caracteriza principalmente por las crisis y catástrofes, tanto económicas como bélicas, que ocurrieron a lo largo del mundo. Tal como lo propone el filósofo Ingles, Isaiah Berlin, “He vivido durante la mayor parte del siglo XX sin haber experimentado -debo decirlo- sufrimientos personales. Lo recuerdo como el siglo más terrible de la historia occidental” .

Por otro lado, en nuestro país, la panorámica antes del primer azote mundial consistía principalmente en un auge del oro blanco. El siglo XIX, fue sucedido por una época de pujanza y optimismo. “A comienzos del siglo, en medio del desierto de Atacama, pequeños núcleo de población, daban cuenta de una febril actividad en una multitud de centros de extracción y elaboración del salitre” . Después de la Guerra del Pacífico (1879), Chile se convirtió en el principal exportador de salitre a nivel internacional. El apogeo de las salitreras trajo consigo ganancias tanto económicas como socioculturales. Sin embargo, poco después del estallido de la primera revolución mundial, el espectáculo de nuestro país ya no volvería a ser el mismo.

¿Cómo podemos entablar relación entre el caos internacional del Siglo XX, con la política, economía y época sociocultural de nuestro país en ese entonces? ¿Por qué y de qué manera, Chile se vio afectado por las huellas de las crisis desde 1914? Gracias a las calamidades del siglo más desastroso de la humanidad, nuestro país presentó cambios sustanciales.

El triunfo de la Guerra del Pacífico (1879) en nuestro país trajo como consecuencia la incorporación de las provincias de Tarapacá y Antofagasta, junto con la explotación de la febril actividad del salitre. Se vivía en Chile, en ese entonces, un episodio de gloria económica que conllevó a la formación de centros poblados en la pampa salitrera y la instalación de una extensa red de ferrocarriles por la zona, para facilitar y mejorar la actividad extractiva del oro blanco. Ese episodio, tal como lo menciona Correa en su texto, fue llamado el ideal modernizador. “Las expectativas de la sociedad apuntaban hacia la integración a un mundo que prometía crecientes progresos de orden material y cultural (…) de nuevas ideas modernizantes y en el despliegue de grandes obras públicas” . Existió, además, una gran migración de población desde otras ciudades al norte grande en búsqueda de nuevas oportunidades de progreso. El auge de la época salitrera estuvo asociado al fin del siglo XIX y hasta principios del siglo XX, donde se acabaría por completo luego que en el mundo exterior, estallaran los conflictos más incandescentes de la historia de la humanidad.

En 1914, detona en Europa la primera guerra mundial. “Las luces se apagaron efectivamente para Europa. El viejo Mundo, hasta entonces orgulloso de su calidad de cuna de civilización occidental, se sumió en un conflicto inédito en toda su larga historia” . A pesar de los cientos de kilómetros que separaban a nuestra franja de tierra larga y angosta del Eurocentrismo, los efectos de la primera gran calamidad mundial no tardaron en llegar. Alemania logró fabricar salitre sintético, lo que obligó a Chile a bajar considerablemente los niveles de producción. Poco a poco la febril actividad salitrera fue quedando atrás. Los nortinos que habían dedicado su vida a la producción del nitrato natural, observaron con ojos melancólicos lo que alguna vez les había traído la oportunidad de palpar el progreso.

La elaboración de este sustituto trajo consigo los cierres de las oficinas salitreras más importantes del país y, junto con ello, grandes niveles de cesantía. Todos los que alguna vez emigraron hacia el norte en búsqueda de incrementar su calidad de vida, volvían al centro de nuestro país provocando una sobrepoblación, lo que conllevó a que graves enfermedades se propagaran por la falta de salubridad de los lugares donde habitaban como sardinas. De todos modos, a pesar del decaimiento del salitre luego de la Primera Guerra Mundial, el área privada del mineral no se quedó con las manos cruzadas. Los ingleses consideraron necesario resguardar sus empresas, asegurando la venta del nitrato. Existió un pequeño rebote positivo en la producción del oro blanco. Se produce aquí una de las grandes paradojas; gracias al primer catástrofe mundial, el salitre estaba en declive para nuestro país, pero al mismo tiempo, la guerra provocó un incremento en la necesidad de pólvora, por lo que la actividad salitrera en Chile repuntó por un tiempo en pequeña cantidad.

Pese a los esfuerzos por restablecer la economía del país, una nueva y gran crisis económica sacudirá el jueves más negro de la historia de la humanidad. Data el año 1929, donde en Estados Unidos, Nueva York, el comercio bursátil se desmorona por completo. Dicha crisis se comportó como un efecto dominó, rápidamente agitó a nuestro país. Significó el fin de la Era del Salitre. Junto con el derrumbamiento de la economía internacional, y por consiguiente, nacional; la sociedad vivía un episodio dramático. Falta de trabajos, alimentos y salud. El Estado tuvo que intervenir para paliar las severas consecuencias, a pesar que también sufría internamente quiebres profundos por la economía.

Por el lado político, se vivía el autoritarismo del General Ibáñez con gran inestabilidad. Junto con la llegada

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