Memoria Colectiva e Historia Nacional

Memoria Colectiva e Historia nacional:

A pesar de los esfuerzos educativos de las campañas turísticas  y de los gestos de intelectuales y políticos para incorporar a la Nueva España, para muchos mexicanos sigue siendo un tiempo no tenido en cuenta o menospreciado.

“Sin embargo, las interpretaciones de la Nueva España que se consolidan en el siglo xix, en los albores de la nación, no son todas iguales, ni van a tener el mismo éxito académico y popular. En este caso hay que distinguir una interpretación conservadora, nacida poco después de la independencia, más tolerante con los siglos coloniales, de una versión liberal negativa” (pp. 10-11)

La primera versión iniciaría la mexicanidad con la llegada de los españoles, considerando al mestizo como el portador de los valores patrios al unir la lengua, la cultura y las creencias verdaderas llegadas del Occidente gracias a los españoles, con los trabajos y sufrimientos del indio, el poblador "original" de estos lares. (pp.12)

La segunda sostendría que México comienza con el Estado azteca, perdiendo su libertad con la llegada de Cortés, y recobrándola en 1821. Así, entre el México del siglo XIX y un mítico México azteca del siglo XVI no sólo habría una continuidad, sino una identidad. El paréntesis de los tres siglos coloniales recordaría el cautiverio babilónico, y la consumación de la independencia, el inicio de una época dorada y mítica que pronto se topó con la realidad de la inestabilidad, el desgobierno y las invasiones extranjeras, que, lejos de repensar el pasado, le dotaron de una "coloratura mítica". (pp.12)

En las historias nacionales subyacen los proyectos políticos de los grupos en el poder. Efectivamente, entre las distintas funciones de la historia está la de legitimar los sistemas de gobierno y las ideologías que los sustentan, variando, sin embargo, los instrumentos de enseñanza y difusión, como los libros de textos, los periódicos y las revistas, los monumentos conmemorativos, los centenarios, las exposiciones universales, los discursos patrios, las procesiones cívicas, etcétera. (pp.12)

La expropiación que realizaron los criollos ha sido denominada "indigenismo histórico" y estudiada en trabajos como, libros en donde se abordan, asimismo, otras ideas e imágenes que elaboraron los criollos para singularizarse y singularizar su territorio durante los siglos XVII y XVIII, y que sirvieron para legitimar la nueva nación después de 1821 gracias a las narraciones de Carlos María de Bustamante y fray Servando Teresa de Mier, entre otros. (pp.12-13)

El nacionalismo mexicano, adquirió en el siglo XIX: "la forma de una mezcla de patriotismo criollo, neoaztequismo, antihispanismo y antiimperialismo, sumado a una búsqueda de costumbres, tipos humanos, paisajes y expresiones artísticas y literarias que perseguían identificar lo propio de una cultura que no era ya ni indígena ni española, pero que tampoco definía con precisión los perfiles de su rostro mestizo" Según Enrique Florescano. (pp.13)

La historia de la historiografía del siglo XIX, viene mostrando la división de la escritura de la historia en los privilegiados círculos de los escritores e identificando las fuentes ideológica y los fines políticos que animaron sus plumas, aunque podemos encontrar juicios maniqueos, negativos y positivos, hacia la colonia, durante toda la centuria, al final de la centuria se impuso una visión más positiva del virreinato; varios intelectuales del Porfiriato, como José Vasconcelos, revitalizaron el período colonial y lo convirtieron en el antecedente de la nación mexicana, no existiendo entre ésta (la nación) y aquélla (la colonia) más que una fraternal continuidad, los indios antiguos y contemporáneos se convirtieron en víctimas del progreso y de la redención cristiana; los españoles, en el pueblo elegido para esta alta y civilitoria tarea. (pp.14)

Historia patria: La educación y la elaboración que evocara y transmitiera la idea de un pasado común y progresivo para todos los mexicanos; la exhumación de cientos de documentos, la reorganización del Museo Nacional, la inauguración de monumentos a personalidades históricas coloniales y la publicación de crónicas y colecciones históricas, fueron cometidos de los intelectuales y políticos porfiristas con el fin de unificar una población muy dividida por desigualdades étnicas, culturales, socioeconómicas y políticas. (pp.14)

“[…] Sin embargo, hay presencia de visiones encontradas tanto en libros y artículos como en discursos políticos, amalgamadas por ideas cientifistas y llamamientos patrióticos.” (pp.15)

Zárate enumera los virreyes y, dentro de cada gobierno, sus principales virtudes y empresas. Los actos que protagonizaron, sin apenas juicios de valor, se muestran asépticos, optimistas, confiando el autor en el poder de los mismos para mostrar el progreso del país. […] Llegado el momento de la Independencia, enumera los sucesos sin juicios, como si una fuerza superior dirigiese los acontecimientos sin posibilidad de retorno. […] (pp.17)

...