Monografia de historia - Contrato Grace
PucamaquiMonografía6 de Marzo de 2016
5.375 Palabras (22 Páginas)845 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN ANTONIO ABAD DEL CUSCO
[pic 3][pic 4]Facultad de Derecho y Cs. Sociales
Escuela profesional de Derecho
ASIGNATURA:
Historia Critica del Perú Republicano
TEMA:
[pic 5]
DOCENTE:
Dr. Mormontoy Cañari, Victo Dario
ALUMNOS:
- Jaimes Torres Jessica
- Huillca Chicco Yeny Judith
- Meza Huamanga Elizabeth
- Vera Segovia Maricela
- Jincho Huillca Kenny Jesica
- Sutta Mottoccanchi Fidel
Cusco, Perú
2015
DEDICATORIA
Queremos dedicarles este Trabajo de Investigación
A Dios que nos ha dado la vida y fortaleza
para terminar este trabajo de investigación,
A nuestros Padres por estar ahí cuando más los necesitamos y
A nuestras madres que nos ayuda y constante cooperación y
A nuestros compañeros que nos apoyan y ayudan en los
momentos más difíciles
ÍNDICE:
INTRODUCCIÓN
PRESENTACIÓN
Capítulo 1
1.- LOS FERROCARRILES:
EL GRAN PROYECTO DE INVERSIÓN PÚBLICA
1.1.-Critica:
1.2.-Critica:
Capítulo 2
1.-OPOSICION DEL CONTRATO GRACE
1.1.- Cláusulas del contrato Grace:
1.2.-Los ingleses tenían dominio sobre:
1.2.1.-Criticas:
1.3.- ¿Actuaron correctamente estos diputados al oponerse al Contrato Grace?
1.3.1.- Criticas:
1.4.- ¿Actuó correctamente Cáceres al expulsar a los diputados elegidos por el pueblo?
1.4.1.- Criticas:
Capítulo 3
1.- DESDE EL PUNTO DE VISTA DE CARLOS CONTRERAS Y MARCOS CUETO
1.1.- Principales disposiciones del Contrato Grace
2.- VENTAJAS
3.- DESVENTAJAS
Bibliografía
INTRODUCCIÓN
El contrato GRECE es un documento cuya relación, tuvo a la nación inglesa y peruana, el cual difundía dichos convenios, por concesión la entrega por un periodo de 66 años nuestros principales medios de transporte, para poder de esa manera pagar nuestra deuda externa, si nosotros no llegaríamos a pagar dicha deuda, se daba el caso de que nuestros recursos era obligadamente requisados, es por ellos que el convenio obligaba a nuestro presidente en ese entonces Andrés Avelino Cáceres, se encontraba contra la espada y la pared, su única opción era la de aceptar dicho convenio, para salvar nuestra economía y asi pagar nuestra deuda externa.
Pero y como toda mención de documento, siempre hay quienes se oponen a dicho documento, por ese entonces el grupo de representantes de la nación, los cuales eran los diputados, se opusieron a la realización de dicho tratado por distintos puntos que se dará a conocer en el transcurso o desarrollo del pequeño trabajo que se realiza en base a críticas.
PRESENTACIÓN
El presente trabajo que es realizado mediante un profundo análisis de crítica, en base a nuestra historia peruana, lo tomamos como un punto de referencia para algunos cambios, para nuestra realidad, con miras a cambios radicales y proponernos desde nuestra iniciativa un cambio en lo social, económico, político.
La base todo un cambio es la historia, porque es un pieza fundamental en los distintos campos, tanto político, social, económico nos preguntaremos porque, bueno la historia ayuda a entender nuestro pasado y así ver los errores que cometimos como sociedad, y tratar de ya no cometerlos y proyectar una nueva solución, un nuevo cambio para nuestra sociedad bien que nos hace tanta falta un cambio radical.
Ahondando más el conocimiento de la historia, nos enfocamos en un documento importante el cual denominamos, El Contrato Grace, llamado también contrato Aspíllaga-Donoughmore, el cual tiene una trascendencia en nuestra historia en el ámbito económico, el cual lo llevamos el tema en base a críticas, para obtener detalles promiscuos, y ver en que erramos y ver si era una buena solución dicho tratado.
Los Discentes
Capítulo 1
1.- LOS FERROCARRILES:
EL GRAN PROYECTO DE INVERSIÓN PÚBLICA
El problema era la carencia de vías de comunicación capaces de acercar a productores y consumidores. Según Pardo, mientras ello no se resolviese el Perú no sería una nación y menos una nación prospera y civilizada.
¡Qué mejor manera de invertir el dinero del guano, temporal al fin y al cabo, que en erigir dichas vías de comunicación. Convertir el guano en ferrocarriles fue desde entonces su lema. El caballo de hierro estaba transformando Europa, dando valor a tierras que antes no tenían ninguno. El silbido de su locomotora haría despertar de su letargo milenario a la raza indígena. Mientras el humo de su chimenea se duplicaría en chimeneas industriales.
El Perú no contaba por entonces sino con el ferrocarril de Tacna a Arica y con una pequeña línea ferroviaria de veinticinco kilómetros que unía Lima con el puerto del Callao de un lado, y con el baldenario de Chorrillos, por el otro. El resto de territorios dependía de caminos de herradura. Apto a veces solo para llamas que a duras penas conseguían cargar un quintal o 45 kilogramos. La minería se había sumergido en un letargo técnico, sino milenario, al menos si centenario, ante la dificultad de movilizar sus insumos y maquinarias más sofisticadas…
Pero el rugoso territorio de los Andes era un desafío mayúsculo para hacer realidad tanta belleza. Las locomotoras aun no estaban tan evolucionadas como para trepar cuatro mil metros en trechos menores de cien kilómetros .Desembarco en el Perú, empero, un constructor ferroviario tan hábil en su oficio como en la venta de ilusiones. Henry Meiggs, empresario estadounidense, había construido los ferrocarriles de Chile y termino de convencer a tirios y troyanos que la empresa era factible. Los ferrocarriles pasaron a ser el gran proyecto de inversión pública en el Perú del siglo XIX.
Pero o los servicios de Meiggs eran muy caros, o el dinero del guano ya se habían entretenido en otros asuntos puesto que hubo de concertarse gruesos empréstitos en Londres para iniciar las obras. Tres operaciones sucesivas entre 1869 y 1872 por un monto total de 36 millones de libras esterlinas, con la garantía del guano, convirtieron al Perú en uno de los principales deudores del mundo. El entusiasmo por “el caballo de hierro” fue tan grande que no se empezó con una línea, sino con diez a la vez; aunque algunas, como las de Lima-Chancay, Pimentel-Chiclayo y Pisco-Ica, fueron obra de empresas particulares, y no del Estado. Las líneas iniciadas con los fondos públicos fueron de norte a sur…
Aunque en el lapso de una década (1868-1878) llegaron a tenderse unos mil quinientos de líneas férreas, los ferrocarriles no llegaran a cumplir la promesa que en ellos se depositó. En parte porque las líneas estuvieron mal diseñadas y guiadas por móviles políticos, empeñándose en abrirlas en regiones donde poco provecho podía tener. Tal fue el caso de la ruta Mollendo-Puno…
La única línea de importancia que se concluyó antes de la guerra con Chile fue la de Mollendo-Puno, precisamente.
Por otra parte, las esperanzas puestas en los ferrocarriles no llegaron a cumplirse porque los presupuestos de Meiggs se quedaron cortos y cuando se acabó el dinero, las obras se paralizaron en puntos donde la costosa inversión no prestaba servicio útil alguno….
Un ferrocarril atravesando comarcas controladas por comunidades campesinas de auto subsistencia era como llevar barcos a la cordillera.
La crisis económica desatada en la década de 1870 llevo a la paralización de los trabajos ferroviarios en 1876. La derrota en la guerra con Chile, pocos años después, interrumpió el proyecto de los ferrocarriles por varias décadas.
Una de las causas del problema económico del país tuvo que ver con “la cuestión española” que afecto al Perú entre 1863 y 1866. En abril de 1864 una escuadra militar española que había venido como escolta de una expedición científica, capturo las islas guaneras frente a Chincha, arguyendo la inacción de la justicia peruana frente al incidente de la hacienda Talambo (donde el año anterior un trabajador español de la colonia fue asesinado y otros cuatro quedaron heridos, en una agresión presuntamente promovida por el hacendado) y las deudas impagas que es Estado peruano arrastraba con la Real Hacienda española desde épocas anteriores a la independencia. Con ello se rompió la tregua que desde 1826 habían mantenido Perú y España respecto de la guerra de independencia. Las negociaciones para resolver el conflicto fueron tensas y largas, en vista de las intransigencias de los funcionarios de Isabel II, quienes querían “poner a su sitio” a su antigua colonia que hasta el momento no habían reconocido como una nación independiente y de la falta de consenso dentro de la elite peruana respecto de la decisión a adoptar frente a la agresión.
...