Movimiento Pro-Emancipación de la Mujer ( MEMCH)

  Movimiento Pro-Emancipación de la Mujer ( MEMCH)

Asignatura: Movimientos Sociales en América Latina.

Profesor: Pablo Calderón

Ayudante: Raúl Troncoso.

Alumnos: Sebastián Andrade

3 de julio de 2014.

En este trabajo nos proponemos realizar una descripción del Movimiento Pro-Emancipación de la Mujer (MEMCH). Pretendemos dar cuenta quiénes integraban el MEMCH, quiénes lo fundaron, cuáles eran sus medios de difusión, cuál era su discurso concreto de feminismo y emancipación, cuáles fueron sus acciones con los sectores populares y la clase obrera. En síntesis, pretendemos explicitar la importancia del MEMCH como movimiento social

El Movimiento Pro-Emancipación de la Mujer (MEMCH)  se fundó en la década de 1930 y llegó a su fin en 1941. Este período es de suma relevancia para Chile como también para el mundo debido que en sus inicios el sistema capitalista entra en la mayor crisis económica vivida hasta ese momento. El gran desempleo y la inflación expansiva que generó el crack del viernes negro del 1929, además de la pérdida en gran cuantía de los recursos aportados por el salitre debido a que comienza el uso de su sustituto artificial, generó un profundo deterioro social. En este escenario el rol de la mujer va tomando gran relevancia como actor social en situaciones críticas como la cuestión social, ya que en este período también realiza una labor social fundamental, lo que lleva a posicionarlas como agentes políticos debido a su posición estratégica.

Consideramos relevante para entender el surgimiento de la acción política del MEMCH, comprender la situación política del país. Ya son décadas de desconfianza y deterioro del sistema, tanto como de la clase política que es sustentada por los partidos políticos. La sociedad busca ser representada por lo que la lucha sufragista también tomó gran relevancia ya que se excluye del padrón electoral a más de la mitad de la población.

La influencia de pensamientos e ideologías europeas fueron muy importantes para la formación tanto de partidos políticos como organizaciones sociales. Estas ideologías llegaron en una primera instancia de la mano de los jóvenes que realizaban viajes formativos por países como Inglaterra y Francia. Luego el principal flujo de ideas se produjo mediante la inmigración a Chile, principalmente de italianos y españoles. Es así, entonces, que las ideas anarquistas y socialistas llegan a la sociedad chilena mediante este medio. Así también las ideas de emancipación femenina llegan de voz extranjera, a principios de la década de 1910, Belén Sarraga, anarquista y feminista española dio una serie de conferencias en toda Latinoamérica. El año 1913 dicta conferencias en Chile donde expone algunos de sus ideales. Debido a este suceso se crean diferentes organizaciones como centros femeninos y ligas de mujeres. Este fue un factor muy importante para la organización femenina y la sustentabilidad de las acciones en ideales concretos, pues sienta los cimientos de las posteriores agrupaciones femeninas que comienza a constituirse a lo largo del territorio nacional.

Consideramos también relevante destacar que grupos de mujeres de sectores bajos contaban con una historia de asociaciones de características mutualistas como por ejemplo la organización de la Sociedad de Socorros Mutuos Emancipación de la mujer, o la Sociedad Católica de Obreras.

El MEMCH fue una institución perteneciente al ala de izquierda del espectro político, con un fuerte carácter social, referido tanto  a la mujer como a la familia (protección a los hijos principalmente). También estaba muy presente en su programa la realidad internacional, principalmente en Europa. En la década de 1930 en el viejo continente nacían los gobiernos de tipo totalitarios como la Alemania Nazi y la Italia Fascista, que eran totalmente contrarios a los ideales de libertad, derechos civiles, políticos, entre otros. Los artículos son bastante numerosos informando acerca de las políticas referidas a las mujeres del tercer Reich, pues el periódico de la agrupación La Mujer Nueva, declara abiertamente que los principios que fundan el movimiento es el del anti-fascismo, en todas sus expresiones, incluso en sus expresiones culturales referidas al dominio del género masculino sobre aquello catalogado como débil.

En las publicaciones de La Mujer Nueva se hace cada vez más presente, un conflicto que es representado como un bastión de lucha contra el fascismo: La Guerra Civil Española. A medida que se va agravando el problema  ocupa más lugar dentro del boletín del MEMCH. Se escriben estos artículos mediante cartas enviadas desde España, de mujeres chilenas que llegan allá (Por ejemplo: Una mujer que escribe un artículo del boletín N°12, llegó a España debido a que era esposa de un secretario de la embajada chilena).

Este modo de informar y preocuparse por la situación en España y el resto de Europa  da cuenta de cierta manera que el MEMCH agrupaba a clases más altas debido a que la mujer obrera tenía preocupaciones mucho más locales y provinciales: principalmente la crisis que causaba la fuerte inflación, las injusticias laborales, problemas higiénicos, dentro de tantos otros más. Sin dejar de tomar en cuenta el efecto de que la militancia puede implicar mayores conocimientos acerca de las preocupaciones internacionales.

El MEMCH se fundó en 1935, con el propósito de fortalecer la participación femenina y darles voz, en los niveles altos de la política nacional. El MEMCH no fue un partido, sino que una agrupación general compuesta de varias organizaciones distintas, como la asociación de trabajadoras costureras de Santiago, algunas centrales sindicales de fábricas textiles y de trabajadoras rurales. Como esta agrupación no era un partido político, solo podía limitarse a llamar la atención sobre los problemas que necesitaban una solución política y además asesorar a sus miembros en materias de acción política. Esta agrupación pese a que tenía una orientación izquierdista, no era excluyente sino que formulaba un programa para mujeres de todas las clases sociales y de diferentes tendencias ideológicas.

La ideología feminista del MEMCH fue una de las más radicales en la década de los años 30’s, pues tenía como objetivos principales la emancipación integral, especialmente la emancipación económica, jurídica, biológica, política y social de la mujer.

En relación a lo anterior, Revilla nos habla que los movimientos sociales se basan en la identidad colectiva que constituye un fin en sí mismo, siendo un incentivo para la acción, la cual está fuera de la institucionalidad; asimismo habla de redes informales de la interacción en base a creencias y solidaridades compartidas. Este autor define movimiento social como:

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