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Pensadores De Siglo Xviiii

ronald.h84527 de Noviembre de 2012

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION UNIVERSITARIA.

MISION SUCRE

P.F.G: ESTUDIOS JURIDICOS.

TRAYECTO I, TRAMO III, SECCION “A”.

UNIDAD CURRICULAR: ANALISIS SOCIOLOGICO DEL DERECHO.

PENSADORES DEL SIGLO XVIII,

LUIS XVI Y NAPOLEON BONAPARTE

PROF: REINALDO SILVA.

ESTUDIANTE:

RONALD HERNANDEZ

C.I: 13.845.885.

GUARENAS, 23 DE MAYO DE 2012

JEAN-JACQUES ROUSSEAU (1712-1778)

Nacido en Ginebra, Suiza, el 28 de junio de 1712, Jean-Jacques Rousseau fue el segundo de dos hijos de un relojero y su esposa, quien murió en su segundo parto; del primogénito sólo se sabe que desapareció siendo niño sin dejar rastros de su paradero. Así, el futuro pensador creció solo al lado de su padre, quien llevaba una vida errante y despreocupada, pero que gustaba de leer novelas e historias con Jean-Jacques Rousseau. Esta práctica, despertó la curiosidad y la fantasía del muchacho que tenía diez años cuando su padre fue desterrado a consecuencia de una riña.

Entonces quedó al cuidado de su tío Bernard, quien fue nombrado su tutor, y éste lo puso en manos del pastor Lambercier para que recibiera educación. Después fue llevado a Ginebra done estudió geometría y empezó a escribir comedias y sermones que no mostraba a nadie.

Su familia había elegido para él la profesión de procurador. Le consiguieron colocación en el despacho de un canciller que lo despidió por inepto al paso de unos meses. Después fue aprendiz de un grabador, pero tampoco destacó en ese oficio. A los 16 años decidió irse de Ginebra y al llegar a Saboya se presentó ante el párroco del lugar quien lo invitó a abrazar la fe católica. Fue este religioso quien lo puso bajo la protección de Luise Eleonore Warrens, joven y agraciada viuda que impresionó al muchacho desde su primer encuentro.

Trabajó como profesor de música, copista de partituras y compositor de ópera; también escribió artículos de música, y en 1750 obtuvo el primer premio de la Academia de Dijon con el ensayo Discours sur les sciences et les arts.

Dos años después, su ópera El adivino de la Aldea fue presentada ante la corte en Fontainebleau y la comedia Narcisse en el Teatro Francés. Después vinieron otros ensayos y La nueva Eloisa.

En 1762, la publicación de El Contrato Social fue causa de su expulsión de Francia y se refugió en Neuchatel. Los planteamientos que hacía Jean-Jacques Rousseau en esta obra eran la semilla de la Revolución Francesa. Hablaba de la soberanía de la voluntad del pueblo, de los soberanos como mandatarios del pueblo, y de la República como forma perfecta de gobierno.

Las dos últimas obras elevaron a Jean-Jacques Rousseau al rango de director de conciencias de todos los que vivieron en aquella época, y era solicitado para consultas aun por quienes no comulgaban con sus ideas.

Tiempo después, a causa de algunas diferencias con pastores suizos, salió de Neuchatel y se estableció en Berna, luego en Inglaterra y más tarde en Wothon, donde tuvo tiempo de escribir sus Confesiones antes de emprender el camino de nuevo para ir a Lyon, Grenoble, Chambery y Bourgoin.

Para entonces Rousseau había desarrollado un extraño temor que lo hacía sentirse siempre perseguido y en peligro. En estas condiciones escribió Les dialogues, Rousseau juge de Jean-Jacques, que no eran sino un conjunto de divagaciones comentadas entre él y un supuesto francés.

Luego inició la composición de su último libro Las meditaciones del paseante solitario, pero ya cansado y enfermo empezó a buscar asilo que encontró gracias a la caridad del marqués Girardin.

Jean-Jacques Rousseau víctima de la apoplejía, el 2 de julio de 1778.

VOLTAIRE

Seudónimo de François-Marie Arouet, poeta, dramaturgo y filósofo francés, nacido en París, símbolo de la Ilustración. A los diez años ingresa en el colegio de los jesuitas de Louis-le-Grand, donde recibe una educación preferentemente literaria y en 1711 inicia los estudios de derecho, que no va a terminar nunca. Su interés está en mundo de las letras.

Acusado de haber escrito un poema difamatorio contra el Regente sufre el primero de sus destierros y ha de abandonar París. De regreso a París y tras exculparse, se le atribuyen nuevos escritos difamatorios y es enviado a La Bastilla en 1717. Durante los 11 meses que permanece allí, toma el nombre de «Voltaire», anagrama de «Arouet Le Jeune».

En 1718 se representa en la Comédie Française su tragedia en verso, Edipo, que logra un gran éxito. Asuntos de honor con un noble le llevan de nuevo a La Bastilla en 1726; de allí sale exiliado hacia Inglaterra, donde permanece tres años. El contacto con la cultura inglesa supone para Voltaire el descubrimiento de la ciencia newtoniana, de la filosofía empirista y de las instituciones políticas inglesas.

Tras la muerte de Mme. De Chatêlet, Voltaire, invitado por Federico de Prusia, parte para Berlín, donde es nombrado chambelán de la corte y goza de aposentos en los palacios reales. De esta época es la importante obra El siglo de Luis XIV (1751). Deja Prusia, tras una riña con su antiguo amigo y entonces competidor en la fama, Pierre-Louis Moreau de Maupertuis y se traslada a Francfort y luego a las inmediaciones de Ginebra (1754-1755). Aprovecha el desasosiego causado por el terremoto de Lisboa de 1755 para publicar Poema sobre el desastre de Lisboa, inicia sus colaboraciones con la Enciclopedia, y publica los siete volúmenes de Ensayos sobre la historia general y sobre las costumbres y el espíritu de las naciones (1756) e Historia del imperio de Rusia bajo Pedro el Grande (1759).

En estos años comienza su lucha constante contra la Iglesia católica, en la que personifica su odio a la religión, mientras se confiesa creyente en un Ser supremo y nunca ateo. Aparecen sucesivamente diversas obras de contenido filosófico: El diccionario filosófico de bolsillo (1764), Filosofía de la historia (1765), El filósofo ignorante y Comentario al libro sobre delitos y penas de Beccaria (ambos en 1766).

A pesar de todos sus éxitos filosóficos y literarios, a Voltaire le estaba prohibido todavía acercarse a París. Tras subir al trono Luis XVI, aprovechó la representación en la Comédie Française de su tragedia, Irene, para acudir a la capital. El éxito personal de Voltaire en París fue clamoroso. La Academia Francesa en pleno, reunida entonces en el Louvre, le rinde tributo de admiración y respeto y d´Alembert hace su elogio público.

Murió el 30 de mayo y fue sepultado en el monasterio benedictino de Scellières, cerca de Troyes. Posteriormente fue trasladado en triunfo al Panteón de Hombres Ilustres, en París.

JHON MILL

Filósofo y economista inglés. Era el hijo mayor de James Mill, quien, con mucho cuidado, aunque no con mucha ternura, asumió la tarea de su formación espiritual y promovió su desarrollo intelectual, extraordinariamente precoz. En su «Autobiografía» (1873) describió la esmerada educación que había recibido de su padre, comenzando a estudiar griego a los tres años y latín a los ocho. A los 15 años, ya ampliamente instruido en una extensa gama de materias, que incluían economía, historia, filosofía e incluso alguna de las ramas de las ciencias naturales, leyó, por primera vez, a Bentham, quien, junto con su padre, le instruyeron en las ideas utilitaristas. Desde esta primera lectura de Bentham (1812), Stuart Mill se sintió un reformador del mundo.

Entre 1830 y 1840, publicó varios artículos que contenían signos manifiestos de su cambio de punto de vista. Son especialmente notables, entre otros, la serie titulada «The Spirit of the Age» (1831), el ensayo «Civilización» (1836) y sus estudios sobre Bentham (1838) y Coleridge (1840). Su juicio sobre Bentham es especialmente interesante, al manifestarse en algunas diferencias vitales que habían de distinguir a Bentham de sus educadores. Alabó la contribución de Bentham a la filosofía del Derecho y su trabajo en pro de las reformas de las instituciónes jurídicas, admiró su principio metodológico, pero rechazó una concepción del hombre, que, según decía, no ofrece lugar para la consecución de la perfección espiritual como un fin en sí misma. Además, la teoría de gobierno de Bentham, según Mill, ignora los peligros que pueden surgir de la despótica opinión pública y la importancia que tiene el establecer un sistema de frenos a la voluntad de la mayoría. La nueva actitud de Mill respecto a estos temas estrechamente relacionados se vio sólidamente confirmada por una cuidadosa lectura del libro de Tocqueville, «La democracia en América».

Entre sus obras destacan, «Sistema de Lógica», que se publicó en 1843 y «Principios de economía política», aparecida en 1848. Con estas dos obras quedó firmemente asentada la fama de Mill como gran pensador de su tiempo. Las siguientes ediciónes de «Política Económica» mostraron una simpatía más acusada en favor del socialismo y de las exigencias de la clase trabajadora. «Sobre la libertad» (1859) salió a la luz al año siguiente de la muerte de su esposa y él insistió que se trataba de una obra conjunta. Respecto al tema político su principal obra fue «Consideraciones sobre el gobierno representativo», que apareció en 1861, el mismo año en que escribió para la revista «Fraser's Magazine» una serie de ensayos sobre filosofía moral que se convirtieron en un libro, «Utilitarismo», en 1863. Los más notables de sus restantes trabajos

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