Politicas Publicas
giyo933 de Junio de 2013
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2000-2001. Fernando De La Rúa
Nos proponemos aquí a presentar una descripción de las políticas de empleo en el nivel nacional desde la asunción de la presidencia de la nación por el Dr. Fernando de La Rúa desde 1999 hasta 2001.
Fernando de La Rúa nació en la Provincia de Córdoba el 15 de septiembre de 1937, es abogado político argentino de la Unión Cívica Radical.
Asumió como presidente de la Argentina el 10 de diciembre de 1999, sucediendo al segundo gobierno de Carlos Saúl Menem.
Si bien su mandato se extendía hasta el año 2003, renuncio al cargo el 20 de diciembre de 2001 cumpliendo 2 años y 10 días de gobierno, en medio de numerosas protestas sociales durante la crisis de diciembre de 2001 en Argentina
El país tenía serios problemas en materia educativa, sanitaria, en desempleo y pobreza.
La situación laboral del país resultó duramente afectada por las consecuencias de la crisis económica que atravesó el país desde mediados de 1998. El proceso recesivo tuvo como consecuencia más visible el crecimiento de la desocupación; el constante deterioro de la oferta del mercado de trabajo se correlacionó con el crecimiento de la pobreza y con el fuerte aumento de la indigencia. Esto impactó en los sectores medios y medios bajos debido al deterioro de los ingresos familiares, generándose un fenómeno que se conoció como “nuevos pobres”.
La caída del PIB fue importante (cerca del 13% entre comienzos de1998 y 2001) y afectó, en primera instancia, a la demanda de puestos de trabajo (en el período analizado, la tasa de empleo cayó 0,6 puntos porcentuales). La contracción del empleo obligó a una porción significativa de la población económicamente activa con problemas laborales a aceptar puestos de trabajo de menor calidad con tal de percibir un ingreso que permitiera la subsistencia.
El alto número de trabajadores en negro, de autónomos con baja capacidad de contribución, de personal doméstico, los subempleados y desocupados, cuya cantidad superó ampliamente a la de registrados, implicó fuertes límites para los aportes previsionales; y consiguientes coberturas del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones, de Riesgos de Trabajo, de Asignaciones Familiares, del subsidio de desempleo, el sistema de obligaciones sociales y el PAMI. Esto obligó al Estado a financiar el déficit previsional vía impuestos, a modificar el sistema de obras sociales y a implementar políticas sociales, entre otras medidas.
La evolución en las prestaciones y los montos de los programas de empleo empezaron a disminuir a partir de 1999. Esta merma se debió en gran parte a la insuficiencia de fondos disponibles para su continuidad.
Asumió como ministro de Trabajo de la nación Alberto Flamarique. Desde los distintos ministerios y organismos del estado se crearon diferentes programas para combatir la desocupación y resolver los problemas de empleo.
Programa de emergencia laboral – PEL
El 30 de diciembre de 1999 se creó el programa de emergencia laboral (PEL), con el objetivo de afrontar situaciones locales transitorias de emergencia ocupacional.
Dentro de este programa, un subprograma, denominado desarrollo comunitario tuvo como objetivo la búsqueda de la inserción especialmente de mujeres mediante proyectos tendientes al desarrollo y promoción social.
Los beneficiarios debían dedicarse en forma exclusiva a tareas durante seis horas diarias, equivalente a ciento treinta y dos horas mensuales percibiendo una ayuda económica no remunerativa de $ 160 a cargo del MTEyFRH. Estaban cubiertos por un seguro de responsabilidad civil y la cobertura de salud estaba a cargo de los organismos responsables. La selección la realizaba el ministerio, a través de las oficinas públicas y/o privadas sin fines de lucro, pertenecientes a la Red de Oficinas de Empleo.
Los beneficiarios eran desocupados, de baja calificación, mayores de 18 años, que percibieran prestaciones previsionales o seguro de desempleo, pero sólo un integrante por grupo familiar.
Los ejecutores eran organismos públicos nacionales, provinciales o municipales y ONGs sin fines de lucro con personería jurídica.
Hubo dos líneas de proyectos dentro del subprograma:
Línea A: dedicada a proyectos que desarrollaban las siguientes tipologías:
Producción y distribución de servicios y bienes
Los proyectos contemplaban la atención directa a población de escasos recursos mediante comedores, reciclado de ropa, reparación y reciclado de muebles. Lo producido debía destinarse a organismos públicos o instituciones sin fines de lucro, que atendieran a la población de recursos escasos.
Los requisitos técnico/jurídicos necesarios eran la presentación de la trayectoria del organismo responsable en actividades iguales o conexas en la localización propuesta, para los proyectos de comedores, descripción de normas de higiene en memoria descriptiva y por último detallar en dicha memoria la obtención de insumos.
Servicios de promoción sanitaria.
Proyectos donde se desarrollaban tareas de promoción de la atención primaria de la salud. Se ejecutaban en barrios y debían incluir visitas domiciliarias y/o colaboración con el agente sanitario local.
Había servicios auxiliares para promoción de atención primaria de salud materno-infantil, que se dividían en 3 clases:
1. Control de embarazos y puerperio, promoción de lactancia y seguimiento de desarrollo y relevamiento de nacimientos.
2. Planificación familiar.
3. Prevención de enfermedades endémicas, como el chagas, cólera y dengue.
La duración era de seis meses y le capacitación inicial de dos meses.
Esta línea contaba con un componente de capacitación. Sus contenidos básicos se podían clasificar de la siguiente manera:
• Componente de lecto/escritura: comprensión de textos generales vinculados con las actividades y redacción de comunicaciones sencillas.
• Componente de matemática básica: operaciones aritméticas básicas con números enteros y decimales, sistemas de pesos y medidas, cálculos elementales, geometría y cálculo de superficies y volúmenes.
• Componentes específicos: utilización de utensilios y herramientas según actividad, normas de higiene, seguridad en el trabajo
• Gestión de recursos: planificación y ejecución diaria junto con la orienta-ión para el empleo y auto empleo.
Línea B: los proyectos desarrollaban las siguientes tipologías:
Atención de grupos vulnerables
Contemplaban el cuidado, acompañamiento y actividades para la población en situación de riesgo o vulnerabilidad. La cantidad de beneficiarios iba entre diez y veinte; y la duración de los proyectos, desde cuatro a seis meses.
Existía una evaluación de los beneficiarios sobre sus capacidades para hacer por sí mismos las actividades previstas en la capacitación.
Refacción de espacios públicos
Proyectos que se llevaban a cabo en organismos públicos o sin fines de lucro tales como escuelas, comedores, guarderías, geriátricos, hospitales, centros de salud, jardines maternales y centros comunitarios que atendían población de recursos escasos. La cantidad de beneficiarios, mínimo diez y máximo veinte. La duración, de cuatro a seis meses.
Para ambas líneas los proyectos debían incorporar a un 60% de mujeres, comprender actividades que contribuyeran a mejorar la calidad de vida de la población, desarrollar componentes de capacitación laboral, adecuar el cronograma de las acciones, en un tiempo no inferior a tres ni superior a seis meses, identificarse con un nombre asociado a la actividad y presentarse y ejecutarse conforme a lo establecido por el plan.
Los proyectos tenían que aprobar una evaluación de viabilidad técnica, económica, financiera, institucional y social.
Los que contaban con un dictamen favorable eran calificados según los siguientes criterios de priorización:
• Nivel de pobreza focalizando localidades con necesidades básicas insatisfechas.
• Cobertura de la población neta del sub programa.
• Calidad y pertinencia del proyecto
• Tipologías.
• Selección de beneficiarios.
• Participación en un programa nacional.
Se conformó una Unidad Provincial del Programa (UPP) por cada jurisdicción, la que estaba constituida por actores sociales, la Gerencia de Empleo y Capacitación Laboral (GECAL) y representantes de la secretaría de Empleo del nivel central. Sus funciones eran asegurar la difusión del sub programa, definir prioridades de tipologías, evaluar el impacto en la provincia y sugerir modificaciones de acuerdo con la evaluación.
El presupuesto ejecutado durante el año 2000 fue de $ 64.548.760 y se financiaba con fondos del Tesoro Nacional. Esa suma fue utilizada para cubrir a
116.308 beneficiarios.
Programa emplear- PYME
El programa de apoyo al empleo en PYMES se creó con el objetivo de apoyar activamente la creación de empleo estable y formal en PYMES dedicadas a la producción de manufacturas.
Este programa dependía de partidas presupuestarias y de préstamos otorgados por organismos internacionales y podía extinguirse sin necesidad de invocación de causa y sin generar derecho de indemnización. El crédito asignado fue de
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