Psicoanalisis

A favor del psicoanálisis

Es difícil desprenderse de tantas ideas cuando la cultura en la que nos hallamos inmersos las ha traigo consigo desde su mismo origen, sin embargo, a medida que cada individuo va formando su propio criterio, descubre un sinfín de posibilidades y opciones para hallar tantas respuestas que jamás dejará de buscar.  Personalmente encontrarme con las ideas de Freud me ha hecho reflexionar acerca de muchas de las cosas que plantea tan distintas a lo que se está acostumbrado sin identificar razón alguna por la que no estaría a favor de muchas de las ideas que plantea, es claro que para Freud la religión no es más que una necesidad del hombre por no sentirse desamparado en un mundo lleno de desastres aparentemente inexplicables o tener la sencilla solución a cómo ser feliz, entonces mi primer argumento a favor es el hecho de que el fin de nuestra especie resulta ser el de evitar el dolor, el displacer y encontrar y experimentar intensas sensaciones placenteras, es decir, la tan debatida palabra felicidad para Freud imposible de alcanzar nos lleva al hecho de que se pueden hallar momentos de felicidad en tanto se remita a dichos componentes, felicidad casi siempre instantánea, dicho objetivo puede hacernos tomar distintas rutas para lograrlo, ya sea tan solo evitando el displacer que Freud plantea “no nos asombre que el ser humano ya se estime por el mero hecho de haber escapado a la desgracia, de haber sobrevivido al sufrimiento”, entonces, nos encontramos con dichos aspectos que bien pueden ser tantos de los que Freud propone o por qué no, hallarlos de forma simultánea,  es aislamiento voluntario, la intoxicación, la satisfacción de los instintos o el desplazamiento de la libido, lo que me lleva al segundo argumento a favor, en nuestra individualidad cada quien puede encontrar una forma distinta de evitar el displacer, cada quien halla en su tendencia a independizarse del mundo exterior, tal como se plantea en el texto, el arte o la ciencia y sus múltiples contribuciones, claro está que ningún individuo se escapa del dolor y sufrimiento,  cabe resaltar que Freud propone que no tendrá tanto poder como el de satisfacer los impulsos instintivos, pero resulta obvio que para lograr en mayor medida cierto grado de felicidad es vital satisfacer dichos instintos, no con ellos se garantiza una felicidad completa pero si en gran medida  cierta protección hacia el sufrimiento. En tercera instancia me encuentro de acuerdo con aquella analogía que hace el autor de nuestra vida psíquica con la evolución de la ciudad Eterna, es decir, resulta ser una buena opción trasladarse y considerar retomar esas influencias que pueden llegar a tornarse destructivas para el hombre, muchos enfoques deciden tomar como punto de partida el presente y someterlo a objetividad y métodos rigurosos sin considerar el verdadero origen de un problema, es justa la comparación que hace Freud cuando dice que “aún la más apacible evolución de una ciudad incluye demoliciones y reconstrucciones”, que considera inadecuada en comparación con un organismo psíquico, la conservación del pasado es regla, y de muchas formas influye a una persona, de hecho dicha comparación es correcta ya que nadie se escapa de un pasado con dificultades, y dichas dificultades podrán repercutir en el ahora, en conclusión no es debido descartar que dichos acontecimientos que se conservan sean los causantes de dificultades, no afirmando que sean las únicas condiciones en las que se pueda dar, ya que pueden llegar a manifestarse de forma positiva, pero como dice Freud la única conclusión que se puede dar al respecto es que “en la vida psíquica la conservación de lo pretérito es regla”.

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