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REFORMAS DE CAYO MARIO


Enviado por   •  6 de Septiembre de 2012  •  2.607 Palabras (11 Páginas)  •  747 Visitas

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Reformas de Mario

Actores representando el avance de una legión romana en posición de ataque, el equipo de los legionarios fue muy posterior al de la época de Mario.

Las reformas de Mario fueron un grupo de reformas en el ejército de Roma iniciadas en el año 107 a. C. por Cayo Mario, político y general de la República romana.

Las reformas de Mario fueron de una gran importancia para dar forma a la legión romana, estructura militar que se impondría en el mundo occidental durante siglos.

El ejército antes de las reformas de Mario

Hasta la última década del siglo II a. C. los requisitos para formar parte del ejército de Roma al servicio de la República eran muy estrictos:

• Ser miembro de la quinta clase del censo o superior.

• Tener propiedades valoradas en, al menos, 3.000 sestercios.

• Aportar su propio armamento.

Por ello, la República en un inicio no tenía un ejército estable. Cuando una guerra amenazaba a la ciudad los cónsules se encargaban de reclutar un ejército entre los ciudadanos de la república elegibles. Como norma, uno de los cónsules sería el encargado de dirigir a la batalla a este ejército prácticamente voluntario en su totalidad.

A mediados de la República, las legiones se componían de las siguientes unidades:

• Caballería o equites. Esta era originalmente la unidad más prestigiosa, donde sólo los romanos jóvenes de la primera y segunda clase comenzaban a destacarse antes de iniciar sus carreras políticas. El equipamiento necesario era pagado por cada jinete y consistía en un escudo redondo, casco, armadura corporal, espada y una lanza. La caballería era excedida en número en la legión. En un total de cerca de 4.200 hombres, habría apenas unos 300 jinetes, divididos en 10 unidades de 30 hombres. Al mando de cada unidad había un decurión.

• Infantería ligera o vélites. Los velites eran básicamente lanzadores de jabalina y hostigadores en general y no tenían una organización formal precisa o una función en el campo de batalla; eran utilizados según la necesidad. Provenían de los estratos económicamente más bajos de la sociedad. Eran alrededor de 1.200 hombres que no tenían división táctica propia pero para consumo interno eran adscritos, en grupos de 20, a las centurias de la tropa de línea.

• Infantería de línea. Era la unidad principal de la legión, se componía de ciudadanos legionarios que pudieran pagar el equipamiento compuesto de casco de bronce, escudo, armadura corporal que constaba de un cardiophilax, placa de bronce cuadrada de unos 20cm de lado que servía para proteger los organos vitales, si su censo superaba las 10.000 Dracmas/Denarios entonces iban equipados con cota de malla. También tenían dos jabalinas, una ligera y otra pesada (pilum) además de la espada. En su origen utilizaban el xiphos, un tipo de espada corta de origen griego predecesor del gladius hispaniensis que irían adoptando durante las campañas hispanas de La Segunda Guerra Púnica. La infantería de línea era subdividida de acuerdo a la experiencia de los legionarios en tres líneas separadas:

o Los hastati (sing. hastatus) eran los más jóvenes y formaban la línea delantera, iban armados con dos pila (plural de pilum), que servían para inutilizar los escudos enemigos así como desorganizar sus formaciones. Estaban divididos en 10 manípulos de 120 hombres cada uno, cada manípulo constaba de dos centurias.

o Los príncipes (sing. princeps), hombres con edades rondando los 30 años, componiendo la segunda línea de la legión, al igual que los primeros iban armados con los dos "pila" y los usaban de la misma manera que los hastati. Su armadura corporal era más pesada que la de los hastati y su organización y número, el mismo.

o Los triarii (sing. triarius) eran los soldados veteranos y alineados atrás, sólo entrarían en combate en situaciones extremas. A diferencia de los otros iban armados con una sola lanza larga y un escudo. Formaban habitualmente en falange como los antiguos griegos y se dividían en 10 manípulos de 60 hombres cada uno (600 soldados).

Cada una de estas líneas estaba subdividida en manípulos, la menor subunidad del ejército, compuestas de dos centurias comandadas por el centurión mayor. Las centurias eran nominalmente de 60 soldados (en la época manipular) y nunca tuvieron 100 hombres pese al parecido con la palabra centuria que deriva de la palabra centurion, que lo comanda. Las centurias de los triarii contaban con 30 hombres nada más. Cada centuria tenía su estandarte.

La crisis del ejército republicano

Desgraciadamente, no todos los cónsules electos eran muy capaces desde el punto de vista militar. Por ejemplo, en el año 113 a. C. el cónsul Cneo Papirio Carbón fue derrotado en la batalla de Noreia por tropas invasoras de cimbrios y teutones, muriendo la casi totalidad del ejército (sobrevivieron 20.000 hombres de un total de 40.000).

Este desastre fue seguido por una guerra en África contra el rey Yugurta de Numidia. El cónsul Quinto Cecilio Metelo el Numídico fue enviado a derrotar a Yugurta y, si bien no perdió ningún ejército, tras dos años de guerra todavía no había logrado la victoria total. Cayo Mario, uno de sus legados, solicitó a Metelo que le liberase de su deber para poder volver a Roma y presentarse al consulado a finales del año 108 a. C. Cuando Mario se convirtió en cónsul junior (el que menos votos había obtenido de los dos) en el año 107 a. C. y se le encargó concluir la guerra contra Yugurta se encontró con que no tenía ejército.

El ejército de Metelo había sido asignado al cónsul senior, Lucio Casio Longino, para expulsar a los cimbrios, que volvían a amenazar a Roma desde los Alpes. Por otro lado, los ciudadanos elegibles que quedaban eran muy pocos, debido a los anteriores desastres militares. Cayo Mario, para solventar este problema, introdujo una serie de reformas.

Las reformas de Mario

Primera reforma: Reclutamiento

La parte más importante de las reformas de Mario fue la inclusión de las personas sin tierras ni propiedades, las denominadas capite censi o censo por cabezas, dentro de las personas que podrían alistarse. Dado que la mayor parte de este grupo eran pobres que no tenían capacidad de comprar su propio armamento, Mario hizo que el estado les suministrase las armas (que irían pagando a plazos). Ofreció a la gente sin recursos un empleo permanente con paga como soldados profesionales, y la oportunidad

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