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Resumenes Historia Tema 6 Vicens Vives


Enviado por   •  13 de Abril de 2015  •  2.888 Palabras (12 Páginas)  •  411 Visitas

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1.Las causas de la revolución.

1.1La Crisis económica

El último periodo del reinado de Isabel II paso por una fase de expansión económica, pero esta empezó a cambiar y se convirtió en una crisis económica. Esto se manifestó a un nivel financiero o industrial. Además coincidió con una crisis de subsistencia que tubo importantes consecuencias en las clases populares que dejaron de apoyar a Isabel II.

La crisis financiera la provoca la bajada del valor de las acciones en Bolsa a raíz de la crisis de los ferrocarriles. La construcción de la red ferroviaria implicó una gran inversión de capitales en Bolsa y el valor de las acciones se desplomó. También se desplomó la deuda pública lo que provocó la crisis de muchas entidades financieras.

La crisis industrial afecta sobretodo a Cataluña. La industria textil se abastecía en gran parte con algodón importado de Estados Unidos, pero encareció la importación. Muchas pequeñas industrias del sector algodonero no pudieron afrontar el alza de precios en un momento en que descendía la demanda de productos textiles debido a la crisis económica general y al fuerte aumento de los precios de los alimentos provocado por la crisis de subsistencias.

La crisis de subsistencias la causó una serie de malas cosechas que dieron como resultado una escasez de trigo, los precios empezaron a subir.

La combinación de ambas crisis, la agrícola y la industrial, agravó la situación. En el campo, el hambre condujo a un clima de fuerte violencia social. En las ciudades, la oleada de paro provocó un descenso del nivel de vida de las clases trabajadoras.

1.2El deterioro político.

Los grandes negociantes reclamaban un gobierno que tomase medidas para salvar sus inversiones en Bolsa, los industriales exigían proteccionismo, y los obreros y campesinos denunciaban su miseria.

O’Donnell fue apartado del gobierno pero los siguientes gabinetes del Partido Moderado continuaron gobernando, cerraron las Cortes e hicieron oídos sordos a los problemas del país.

Ante la imposibilidad de acceder al poder, el Partido Progresista, dirigido por Prim, practicó una política de retraimiento.

En la misma posición se situaba el Partido Demócrata, de modo que ambos firmaron el Pacto de Ostende con la voluntad de unificar sus actuaciones para acabar con el moderantismo en el poder.

Al pacto se adhirieron los unionistas tras la muerte de O’Donnell. Estos aportaron una buena parte de la cúspide del ejército. Por otro lado, el carácter conservador contrarrestó el peso de los demócratas y redujo el levantamiento a un simple pronunciamiento militar.

2.La revolución de septiembre de 1868.

2.1.La revolución del 68 y el Gobierno provisional

Hubo un alzamiento militar contra el gobierno de Isabel II. Prim y Serrano se reunieron con los sublevados y consiguieron el apoyo de la población gaditana.

El gobierno de la reina Isabel II se aprestó a defender el trono con las armas. Envió un ejército para enfrentarse con los sublevados. Ambas fuerzas se encontraron en Puente de Alcolea, donde se libró una batalla que dio la victoria a las fuerzas afines a la revolución. El gobierno dimitió y la reina se exilió. Salió con dirección a Francia donde fue acogida por el emperador Napoleón III.

Además del pronunciamiento militar y de los hechos bélicos, tuvieron un gran protagonismo las fuerzas populares dirigidas por un sector de los progresistas.

En muchas ciudades españolas s constituyeron Juntas revolucionarias, que organizaron el levantamiento y lanzaron llamamientos al pueblo.

El radicalismo no era compartido por los dirigentes unionistas y progresistas.

Los sublevados propusieron a la Junta revolucionaria el nombramiento de un Gobierno provisional de carácter centrista.

Serrano fue proclamado regente y Prim, presidente de un gobierno integrado por progresistas y unionistas. El nuevo ejecutivo ordenó disolver las Juntas y desarmar la Milicia Nacional.

2.2La Constitución de 1869 y la regencia.

El nuevo Gobierno provisional promulgó una serie de decretos para dar satisfacción a algunas demandas populares y convocó elecciones a Cortes constituyentes. Los comicios reconocieron el sufragio universal masculino. Dieron la victoria a la coalición gubernamental partidaria de la formula monárquica, pero aparecieron dos minorías: la carlista y la republicana. Las Cortes se reunieron y crearon una nueva Constitución.

La Constitución de 1869, la primera democrática, estableció un amplio régimen de derechos y libertades. Proclamaba la soberanía nacional, de la que emanaba tanto la legitimidad de la monarquía como los tres poderes. Estado monárquico, pero la potestad de hacer las leyes residía en las Cortes.

La Cortes se componían de un Congreso y un Senado. Las provincias de ultramar, Cuba y Puerto Rico, gozaban de los mismos derechos que las peninsulares, mientras que Filipinas quedaba gobernada por una ley especial.

Proclamada la Constitución y con el trono vacante, las Cortes establecieron una regencia, Serrano, mientras que Prim era designado jefe de gobierno. Su tarea no era fácil.

El nuevo gobierno fue recibido con simpatía por gran parte de los países europeos. Ponía fin a la inestabilidad política y los nuevos dirigentes parecían más adecuados para emprender las reformas economías necesarias a fin de garantizar las inversiones y los negocios extranjeros.

2.3.El intento de renovación económica.

Uno de los objetivos de la “Gloriosa” era reorientar la política económica. Pretendía establecer una legislación que protegiera los intereses económicos de la burguesía nacional y de los inversores extranjeros. La política económica se caracterizó por la defensa del librecambismo.

El ministro de Hacienda suprimió la contribución de consumos.

Para compensar la pérdida de ingresos, introdujo la contribución personal, que gravaba a todos los ciudadanos de forma directa según su renta. Estableció la peseta como unidad monetaria.

Pero el problema más grave era el caótico estado de la Hacienda española. Hay una elevada deuda pública. Además, la grave crisis de los ferrocarriles solo tenia solución utilizando recursos públicos para subvencionar a las compañías ferroviarias. Se pretendió solucionar mediante la Ley de Minas.

La

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