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Ética y Ciudadanía. Material de la Unidad Curricula


Enviado por   •  29 de Septiembre de 2015  •  Monografías  •  1.059 Palabras (5 Páginas)  •  179 Visitas

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Ética y Ciudadanía. Material de la Unidad Curricular. Profesora Especialista Liliana M. T. Toledo ÉTICA y CIUDADANÍA PRESENTACIÓN En esta Unidad Curricular se tenderá a la realización de una propuesta que se dirija a instalar un tratamiento reflexivo sobre la ética y de la ciudadanía en los alumnos y alumnas de la carrera, así como brindarles visiones acerca de cómo se los aborda específica y transversalmente en las escuelas del Nivel. El diagnóstico inicial del que se parte abarca las siguientes caracterizaciones generales: a) El asunto de la formación en ética y en ciudadana (especialmente la formación “ética”) es algo casi olvidado en las instituciones educativas, en el sentido de no darle, a los contenidos pertinentes, un tratamiento sistemático. Se localizan muchas inquietudes y cuestiones a abordar (por ejemplo: siempre están presentes los problemas de la falta de respeto, el rol de las mujeres, la segregación según estrato socio-económico al que se pertenece, los valores predominantes en general que se demuestran en las actitudes y comportamientos, el desconocimiento de todo lo referido a la organización social y del Estado por parte de los/las alumnos/as, etc.) pero en el ámbito institucional no se tiene mucho “armado”, en el sentido de existencia de estrategias/Proyectos consensuados tanto a nivel “macro” (Centro Escolar) como a nivel “micro” (en las aulas). En este sentido, se puede hablar de un espacio de enseñanza-aprendizaje que deberá ser “instalado”. b) Se tiende a acentuar la formación ciudadana por sobre la formación ética. Lo “ciudadano” se halla en un contexto más legal y positivo. Los derechos y deberes del/de la ciudadano/a están plasmadas en normas, algo mucho más tangible y más verificable en sus efectos (por ejemplo, quien transgrede la ley es sancionado -impunidades aparte, por supuesto-). Sin embargo en el campo de la “formación ética” estamos hablando de un desarrollo de criterios de acción, es decir, de representaciones internas de los sujetos muy atravesadas por el pasado, por los vínculos culturales, por lo emocional, por lo manifiesto y por lo oculto. c) No hay claridad respecto de que no todo en la escuela pasa por los/las alumnos/las: en la formación en la ética y en la ciudadanía también habrá que preguntarse qué pasa con los/las docentes y directivos, adultos/as que tienen también que enfrentar sus propios conflictos, y que ponen en juego, al intentar enseñar estos contenidos, más que en otros, sus propias convicciones, sus valores, sus propias biografías –personales y escolares-, sus ideologías. d) También se presenta el hecho de que a los/las mismos/as adultos/as le es muy difícil argumentar racionalmente en el momento de defender determinada posición cuando se trabaja con la diversidad: con distintas escalas de valores, distintas morales, distintas pautas culturales, o porque valores tan declamados como la solidaridad, la tolerancia y la participación crítica no siempre tienen su referente en la realidad. e) Es discurso común, además, entre los/las adultos/as, el hecho de que el/la maestro/a no es más, en la actualidad, la principal fuente de información y de formación, pues los/las estudiantes “aprenden más” en otras situaciones variadas, donde adquieren un papel relevante las relaciones que establecen con los medios de comunicación masiva, en especial con la televisión. ¿Cómo hacer –manifiestancuando los/las alumnos/as llegan a la escuela con un importante dominio de las características específicas del texto televisivo, que –según sus opiniones-, aún sin proponerse enseñar, “enseñan muchos contravalores”? f) En relación con lo anterior: se localizan serias dificultades para ligar el “mundo de la escuela” con las “cosas del mundo”. En específico, refiriéndolo a la formación en la ética y en la ciudadanía: ¿cuál sería la pedagogía que favorezca la comunicación con los conocimientos previos de los sujetos escolares y que tenga por meta legitimar una ideología democrática? ~ 2 ~ Ética y Ciudadanía. Material de la Unidad Curricular. Profesora Especialista Liliana M. T. Toledo g) Finalmente, es motivo de mucha preocupación en la docencia la problemática de la evaluación en el campo de los conocimientos, procedimientos y actitudes morales. Convengamos que ya les es difícil la evaluación (sobre todo la de proceso) de contenidos conceptuales. ¿Cómo no nos será entonces más difícil la evaluación de competencias como las de la “solidaridad - cooperación”, “participación comunitaria”, “inserción socio-cultural”, “promoción de los derechos humanos”, etc.? Las posibles causas que se estiman son las detonantes de las caracterizaciones antedichas son: a) En la tarea de ir construyendo la democracia hay muchos conflictos, tensiones y contradicciones que se deben enfrentar. Por ejemplo: no son los mismos “ritmos” los que siguen el desarrollo de las ideas, el de las sociedades y el de la escuela-educación. Vivimos esos tres momentos casi simultáneamente. Es en la tensión entre ellos que deben ir entretejiendo la educación para la democracia, tarea que es bastante difícil. b) A veces no existe un compromiso a nivel institucional para proceder ética y democráticamente, y entonces, por ejemplo, surgen las preguntas: ¿de qué sirve enseñar los principios y el estilo democrático, si el clima escolar y los estilos de enseñanza-aprendizaje de muchos docentes son fuertemente autoritarios o poco democráticos? ¿Es posible enseñar ética y ciudadanía aun en circunstancias institucionales no propicias? c) Existe desconocimiento y/o toma de conciencia y su traducción en actitudes, de que ejercer la docencia significa tener un poder que puede ser liberador o puede ser conservador, lo que atenta, de base, contra el cómo hacer de los/las alumnos/as un futuro hombre o una mujer autónomo/a, crítico/a, reflexivo/a, participativo/a y demás, que se enuncian en las planificaciones, pero que a la hora de concretar el cómo hacerlo y para qué hacerlo, empiezan los problemas. d) En general, en la Provincia no hay una “historia hecha” en la formación en la ética y en la ciudadanía. Se estima que esto ocurre por lo antedicho respecto de que, en la enseñanza de la ética y en de ciudadanía los/las adultos/a

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