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CAPITULO 13 PRINCIPITO


Enviado por   •  5 de Mayo de 2015  •  1.132 Palabras (5 Páginas)  •  9.189 Visitas

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ENSAYO: CAPITULO XIII EL PRINCIPITO

INTRODUCCION

El Capítulo trece del Principito, trata de que el personaje principal conoce al habitante del cuarto planeta, un hombre de negocios, un hombre que afirma ser serio y que no se divierte con tonterías, que se dedica a su trabajo administrando las estrellas que representan para este caso el dinero en nuestro mundo real y muestra el modo en que los hombres siempre quieren poseer más y más, ya que nunca es suficiente, porque creen que eso es lo que en realidad los hace feliz, lo que necesitan, pero realmente es la ambición y la avaricia económica que los posee, negándose tiempo para sí mismo, para sus seres queridos, convirtiéndose en esclavos del trabajo y negándose a disfrutar de las cosas lindas, sencillas e importantes de la vida.

La ambición y la avaricia están ligadas, ya que la ambición es el sentimiento de obtener o querer poseer algo y la avaricia es el sentimiento de querer todo para sí mismo, incluyendo lo de las demás personas en la mayoría de los casos, la persona avara, quiere poseer todo solo para él.

DESARROLLO

El hombre de negocios representa la ambición y la avaricia económica que la mayoría de seres humanos poseen y al hablar de estos dos términos se puede rescatar que esta se logra ver desde dos puntos de vista y en dos perspectivas totalmente distintas, una negativa y la otra positiva.

De lo positivo se puede destacar, que es bueno y nos favorece como seres humanos tener ambiciones, ya que es la aspiración a algo mejor, el proponernos metas, pero sobre todo alcanzarlas y para esto trazar una ruta en donde paso a paso se pueda cumplir con lo que se propone, la ambición asegura la energía y el coraje para concretar los planes y aspiraciones, cuando la persona es responsable de sus logros y sus éxitos son la consecuencia de su capacidad y esfuerzo, se siente orgullosa de su rendimiento y sus resultados, incluso puede aceptar los fracasos como consecuencia de sus acciones y decisiones, aprendiendo de sus errores lo que lo lleva a ser cada día mejor.

Por otro lado cuando una persona que carece de ambiciones tiende a reprimir sus aspiraciones y puede fracasar o vivir en la mediocridad, sin ambición no prospera, se estanca. De cierta manera se debe ser ambicioso para crecer como ser humano, como profesional, pero sin pasar sobre los intereses del resto de las personas, y sin hacer daño a los demás.

Como ejemplo, cuando a los niños se les enseña y se les exige obtener buenas notas en el colegio, cuando en muchas ocasiones esa buena nota representa un regalo o un premio por ese esfuerzo, esto enseña a luchar por lo que se quiere y de cierta manera siembra la semilla para triunfar en tiempos futuros, a aprender a subsistir individualmente, o a sobresalir en un grupo determinado, en este contexto las ambiciones son buenas cuando forman parte de nuestras aspiraciones, además, quién no ha tenido una ambición, yo pienso que todos tenemos una o muchas, lo que de una manera positiva nos ayuda a conseguir lo que queremos, como cuando en el medio laboral, se tiene la ambición de ser el mejor en lo que se hace y por ende nos esforzamos para conseguirlo,

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