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Como Agua Para ChocolAte


Enviado por   •  4 de Agosto de 2013  •  8.154 Palabras (33 Páginas)  •  349 Visitas

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INTRODUCCIÓN DEL AUTOR

Laura nos relata:

Una de las historias que más me aterrorizaban en mi infancia era la de la bruja que se chupaba a los niños. Me imaginaba todo el numerito con lujo de detalles. La bruja raptando al niño, la chupada de la sangre, los ojos sin vida del niño chupado, los gritos de la madre al descubrir el cadáver de su hijo, pero sobre todo, el color apergaminado de la piel muerta. Por las noches me costaba trabajo conciliar el sueño y mi espalda tenía que estar pegada a la pared para protegerme de un ataque sorpresivo por la retaguardia.

Me tardé algunos años en darme cuenta de que el verdadero peligro no estaba afuera de la casa sino dentro. Y que la chupada de sangre no era metáfora, ya que en el mundo aparte de las madres y de las brujas, existían las madres-brujas, especie humana altamente peligrosa que tiene el poder de succionar la vida a sus hijos. ¿Cómo son estos seres horripilantes? Tienen la apariencia de una madre común y corriente, inclusive muestran afecto, pero al mismo tiempo tienen una alta capacidad de manipulación, controlan la voluntad de sus hijos y les atan dos cosas: las manos y la boca. Los elementos que representan las herramientas de expresión del hacer y del pensar.

La atadura de manos ocurre en dos sentidos: por una parte, obligando al hijo a realizar acciones por medio de una ligera presión como pueden ser los golpes, las amenazas y los chantajes. Por otra, impidiendo que las manos sigan sus impulsos individuales. Así, a fuerza de obedecer, las manos pierden su capacidad de decisión y se vuelven simples objetos del deseo ajeno, instrumentos de la voluntad de poderío de la madre bruja. En Como agua para chocolate, hay una escena en que Tita, por primera vez liberada de su madre, no sabe qué hacer con sus manos. Y sólo en la medida en que deja de ser un objeto para convertirse en sujeto, sus manos empiezan a ejecutar las órdenes que le dicta su verdadera naturaleza.

Tan importante como la represión de las manos es la atadura de la boca: que es nada menos que la puerta de entrada al cuerpo de un mundo de sensaciones externas y el instrumento de expresión de las palabras. En Como agua para chocolate intenté hacer que la boca tuviera esa doble función y es por eso que cuando Tita sufre su crisis más severa pierde la capacidad de hablar y la recupera cuando recibe un alimento confiable de manos de Chencha.

La imagen de una madre bruja sujetando las quijadas de sus hijos es la imagen de la desnutrición espiritual, de la censura de las palabras, del silencio de la poesía de la mente encadenada. En pocas palabras, es la imagen de una verdadera hija de... Coatlicue, la devoradora.

Para ayudar a Tita a enfrentar a su madre bruja, le puse una hada madrina en su camino. Nacha es la imagen de Tonantzin-Guadalupe, la madre buena, la protectora, la que nutre, la que por medio de los alimentos libera el espíritu, la sensualidad y todos los deseos acumulados en silencio. La presencia de Nacha es constante y aparece en los momentos en que más se la necesita. Es una fuerza poderosa apegada a la tierra y a las tradiciones vitales, la única capaz de vencer a una madre bruja. A pesar de esto, la lucha entre ambas no es fácil, ya que la madre bruja sustenta la justificación de su dominio en la tradición. Claro que su concepto de tradición es el opuesto a la del hada madrina, no es un bien que nos pertenece de manera comunitaria, no es un valor moral o un principio de memoria colectiva sino un capricho personal interpretado al antojo de la manipulación en cuestión que se ha asumido como la defensora de una verdad que ella misma representa: "La hija menor debe cuidar a su madre hasta que muera y debe hacer esto o lo otro y debe comportarse de ésta o de esa otra manera, etc., etc., etc.".

Las características de la madre bruja son su vocación de control, su resentimiento acumulado y que cuenta con un poder verdadero, o sea, que tiene la capacidad de ejercer la autoridad sin presencia masculina, en otras palabras, es una mujer autosuficiente, sin límites que controlen su capacidad de devorar. Esta cruel y despiadada chupadora ha acumulado en sí las dos formas simbólicas de autoridad, la masculina y la femenina convirtiéndose de esta manera en un poder sin equilibrio, sin contraparte, en dictadura del capricho, en algo así como el PRI.

El modus operandi de la madre bruja tiene dos facetas más, para mayor descontrol de quien la enfrenta: es fantasmagórica y venenosa. Es decir, por un lado, su presencia trasciende su vida personal y material y por el otro, puede dejar su presencia impresa como una infección en cualquiera de sus hijos. En Como agua para chocolate, esta madre vampiro infecta a Rosaura y a la muerte de la madre, la hija asume la continuación del mal. Toma la bandera de la tradición caprichosamente interpretada. Por otra parte, el embarazo psicológico de Tita es consecuencia directa de la presencia fantasmagórica de la culpa personal que no se ha purgado. Sólo cuando la boca puede liberarse de los hilos que la ataron y se abre para gritar "la odio, siempre la he odiado" el fantasma desaparece, sólo entonces la comida cumple su función verdadera de dar vida y bienestar a los hombres pues se ha recuperado el uso íntegro de la voluntad y la razón de nuestra existencia.

A partir de que en Como agua para chocolate me enfrenté con una madre bruja y la vencí, no sólo le di a mi boca y a mis manos la capacidad de recibir sustancias que alimentaran mi libertad, sino que recuperé el sueño en el momento en que ahuyenté de mí el temor de que por las noches apareciera una madre bruja a "chuparme la sangre".

ARGUMENTO

La novela se desarrolla al final del siglo XIX pero la historia general ocurre a principio del siglo XX. Al rededor de la Revolución Mexicana. Según la tradición mexicana la hija menor de la familia no puede casarse porque su deber es permanecer al lado de su madre hasta que ella muera. Esta tradición se practica en la casa de Mamá Elena la cual tiene tres hijas: Rosaura, Gertrudis y Tita. Mamá Elena es una mujer inflexible y dominante. Al crecer sus hijas ella quiere seguir dominándolas. Tita, la hija menor, conoce a Pedro y ambos se enamoran. El decide pedirla en casamiento pero Mamá Elena rehusa darle a Tita como esposa y le ofrece a Rosaura su hija mayor. Pedro acepta la propuesta de Mamá Elena. Según él esa es la única manera para estar cerca de la mujer que ama-Tita. Esta situación le causa tristeza a Tita y a través de su cocina sus sentimientos y emociones son transferidos a aquellos que la comen. Poco a poco la cocina se convierte en un intermediario entre Tita y Pedro.

Pedro y Rosaura tienen un hijo y Tita lo cría como si fuera

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