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DERECHO COMO ORDENAMIENTO JURIDICO


Enviado por   •  11 de Julio de 2011  •  1.028 Palabras (5 Páginas)  •  1.334 Visitas

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RECURSOS DEL ORADOR

a) La modulación: Consiste en variar convenientemente el tono y el volumen de la voz. Afinar lo máximo, intentando dar un resultado lo más armónico posible. Debe compensarse los tonos graves con los agudos, así como la intensidad. Alternar los tonos altos con los bajos, aumentar el volumen para remarcar la idea, son recursos efectivos que harán que el público entienda mejor.

b) El ritmo: Hace referencia al compás de toda la intervención oral y dependerá del tiempo total que se dispone para comunicar un mensaje. Un ritmo lento o demasiado pausado, con frases muy largas y pronunciadas con parsimonia, hará que el público se distraiga. Por el contrario, un ritmo vivo y rápido con frases muy cortas, resultará confuso. El ritmo debe aplicarse en proporción directa a lo que se quiere explicar.

c) La pausa: Es el silencio que se produce al terminar determinadas frases y sirve para acentuar la importancia de estas. La pausa debe estar ligada al ritmo de la exposición.

d) El tratamiento: En la oratoria, conviene establecer con el público un trato cortés. Por ser la finalidad del orador conmover o persuadir, es recomendable el tratamiento de tú, porque genera cercanía y clima familiar.

e) Las oraciones: Al comunicar el concepto lo podemos hacer de varias formas, según como construyamos las oraciones gramaticales. Un mismo tema puede tratarse de diferentes formas. Nos es conveniente utilizar solo oraciones enunciativas, podemos introducir varios tipos de oraciones para que el discurso gane interés, agilidad y comprensión.

f) Precisión léxica: Todo texto debe reunir :

o Claridad: Exponer ideas concretas y definidas, con frases bien construidas y terminología común y al alcance de los destinatarios. Si hay que emplear palabras que puedan presentar dudas al auditorio, mejor detenerse en explicarlas para que puedan ser comprendidas.

o Concisión: Utilizar las palabras justas; huir de palabrería. No hay que ser lacónicos, pero tampoco emboscar al destinatario en una farragosa oratoria, por más que sea preciosista.

o Coherencia: Construir los mensajes de forma lógica, encadenando ordenadamente las ideas y remarcando lo que son hechos objetivos y lo que son opiniones, sean del orador o de otras personas.

o Sencillez: Tanto en la forma de construir nuestro mensaje como en las palabras empleadas.

o Adecuación: Elegir, entre las variedades lingüística que ofrece la lengua, la más apropiada, teniendo en cuenta el emisor, el canal y el contexto.

o Cohesión y corrección: Supone el uso correcto de los elementos gramaticales de nuestra lengua.

VII. ACTITUDES DEL ORADOR

a) Inteligencia: Selecciona los vocablos más apropiados para componer un discurso haciendo prevalecer la idea principal sin caer en repeticiones. Hay que ser un orador, no un hablador.

b) Sensibilidad: Una persona no podría llegar a ser un buen orador si fuera totalmente ajeno a lo que ocurre a su alrededor, careciendo de sentimientos y de sensibilidad. Se llega a los oyentes a través del corazón, moviendo los sentimientos de las personas que se emocionan ante algunos elementos incorporados por el orador (citas, narraciones, fábulas, cuentos, leyendas, dichos, etc.) aptos para la persuasión.

c) Imaginación: Es importante para un orador poder graficar las palabras a través de imágenes que permitan a los oyentes revivir hechos del pasado, recrear el presente, dirigirse al futuro,

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