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Desarrollo de la Ingenieria aMBIENTAL


Enviado por   •  30 de Abril de 2018  •  Informes  •  3.047 Palabras (13 Páginas)  •  137 Visitas

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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE HONDURAS[pic 1]

NUESTRA SEÑORA REINA DE LA PAZ

CAMPUS SANTIAGO APÓSTOL

Ingeniería Ambiental

Catedrática:

Ing. Gabriela Ferrera

Integrantes:

Lila María Cáceres

Norma Álvarez

Stephany A. Moncada

Bryan Medina

Gustavo Acosta

Tema:

Planta de tratamiento Ceilán

Fecha:

Jueves 2 de Junio del 2016

Introducción

En el siguiente informe hablaremos sobre los procesos de tratamiento de agua de la empresa Ceilán comentando cada uno de ellos y sus diversas funciones, los cuales son:

  • Tratamiento de agua por cloración
  • Tratamiento de carbón activado
  • Tratamiento de agua con rayos ultravioleta
  • Tratamiento de agua con osmosis inversa
  • Tratamiento de agua con ozono

Objetivos

  • Aprender sobre los procesos para la  purificación del agua
  • Comprender la función y tipo de proceso
  • Ver si la empresa Ceilán es amigable al medio ambiente
  • Si es rentable
  • Observar el rendimiento de la planta Ceilán

 

Proceso de purificación de agua potable en la purificadora Ceilán

El proceso de purificación de agua potable es una serie de pasos al cual el agua se somete para eliminar microorganismos y residuos a fin de obtener agua de mayor pureza y calidad consumible.

Los procesos utilizados por esta purificadora son los siguientes:

1. Tratamiento de agua por cloración:

La cloración es un medio sencillo y eficaz para desinfectar el agua y hacerla potable. Consiste en introducir productos clorados (pastillas de cloro, lejía, etc.) en el agua para matar los microorganismos en ella contenidos. Normalmente, tras un tiempo de actuación de unos 30 minutos, el agua pasa a ser potable.

Este procedimiento se utiliza desde hace varias décadas. En las grandes redes de distribución de agua potable se añade cloro al agua para que no se contamine durante el transporte desde la planta de tratamiento hasta el usuario. Por otro lado, la cloración se utiliza a escala individual, familiar o colectiva en muchos países desarrollados donde el agua disponible es susceptible de estar contaminada. 

El tratamiento del agua por cloración permite eliminar de forma sencilla y poco costosa la mayor parte de los microbios, las bacterias, los virus y los gérmenes responsables de enfermedades como la disentería, las fiebres tifoideas y el cólera. No obstante, es incapaz de destruir ciertos microorganismos parásitos patógenos. La cloración, por tanto, desinfecta el agua, pero no la purifica por completo.

Al igual que sus derivados clorados, el cloro es un potente oxidante que al mezclarse con el agua quema en media hora las partículas orgánicas en ella contenidas, especialmente los virus patógenos y los microbios.
Aunque se necesita una cantidad importante de cloro para neutralizar esta materia orgánica, solo hace falta una parte, el denominado cloro residual libre, para tratar posibles contaminaciones posteriores del agua en la red o las viviendas. Según la OMS, la concentración de cloro libre en el agua tratada debe estar entre 0,2 y 0,5 mg/l.
La cloración solo es eficaz en agua clara. Si no es transparente y contiene impurezas visibles a simple vista, la cloración será mucho menos eficaz. En tal caso habrá que realizar un tratamiento preliminar.
Si el agua está clara, se puede proceder directamente a la cloración.

a) El tratamiento preliminar (a aplicar si el agua está turbia o contiene impurezas visibles a simple vista)

Hay dos tratamientos preliminares que se recomiendan encarecidamente, considerándose incluso indispensables: la filtración y la decantación. Si la filtración no es suficiente por sí misma, habrá que llevar a cabo una decantación.

La filtración
El agua puede filtrarse con ayuda de un filtro de arena, si se carece de él, con un tejido adecuado.

La decantación
La decantación permite eliminar muchos materiales en suspensión. Consiste en dejar reposar el agua durante varias horas, tiempo en el que las impurezas se acumulan en el fondo del recipiente. A continuación se recupera el agua clara, vertiéndola con suavidad en el recipiente destinado a la cloración o filtrándola.

b) La cloración (a aplicar sobre un agua clara)

Existen diferentes productos clorados que pueden utilizarse para tratar el agua. La estrategia a seguir varía ligeramente de uno a otro. He aquí algunos de los productos usados:

Pastillas o gránulos de hipoclorito de calcio
Este tipo de producto suele ser uno de los que mejor se adaptan al medio rural. Se conserva muchos años. Hay varios tipos.
La cantidad a añadir por litro y el modo de empleo figuran en el envase. Por lo general, el procedimiento es el siguiente: si el agua está clara, se colocan las pastillas en ella y se las deja reposar 30 minutos con el recipiente cerrado, tras los cuales el líquido puede consumirse. Si está turbia, se filtra y decanta, añadiéndosele a continuación una dosis doble de cloro; tras 30 minutos en el recipiente cerrado, el agua puede consumirse.

Lejía (hipoclorito de sodio)

Originalmente, la lejía no fue concebida para tratar el agua, y por ello su utilización en este sentido presenta pequeños riesgos. Sin embargo, es un producto sencillo y eficaz que los aldeanos conocen bien por otros usos (colada, desinfección, etc.).
Si no se puede acceder a ningún otro medio (pastillas, soluciones líquidas prefabricadas u otro método de purificación como la desinfección solar SODIS, la ebullición, etc.), puede emplearse tomando ciertas precauciones.
El procedimiento es el mismo que el anterior : Si el agua está clara, se le añaden de 5 a 10 miligramos de cloro activo y se deja reposar 30 minutos en el recipiente cerrado, tras los cuales podrá consumirse. Si está turbia, se filtra y se decanta, añadiéndosele a continuación entre 10 y 20 miligramos de cloro activo por litro; tras 30 minutos en el recipiente cerrado, el agua puede consumirse.
El periodo de actuación del hipoclorito de sodio es de al menos media hora, pero si la temperatura está comprendida entre los 10 y los 18 °C, debe incrementarse a al menos una hora, y aún más si la temperatura es inferior a los 10 °C.

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