LAS MUJERES EN UNA HOLANDESA EN AMÉRICA

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LAS MUJERES EN UNA HOLANDESA EN AMÉRICA

VIVIANA CAMILA GARCIA SAA CAROL ANDREA MUÑOZ SOTO

DOCENTE GILBERTO RANGEL ORDOÑEZ

UNIVERSIDAD DEL VALLE PROGRAMA DE LICENCIATURA EN LITERATURA

LITERATURA COLOMBIANA AGOSTO 2020

PALMIRA

LAS MUJERES EN UNA HOLANDESA EN AMÉRICA

Una holandesa en América es un libro de la autora colombiana Soledad Acosta De Samper (1833-1913) inicialmente publicado en el folletín de la ley, periódico político, noticioso y literario diagramado con recortes en 1876 con el título “la holandesa en América (novela psicológica y de costumbres)” ya en 1888 se publica como libro en

Curazao: Imprenta de la Librería de A. Betehncourt e Hijos.

Soledad Acosta Kemble nació en Bogotá el 5 de mayo de 1833 y murió en Bogotá el 17 de marzo de 1913 fue novelista, cuentista, periodista, historiadora y editora, hija única del general Joaquín Acosta y la honorable dama inglesa Carolina Kemble. Contrajo matrimonio con el escritor y político colombiano José María Samper en 1855, tuvo cuatro hijas, Bertilda fue la religiosa, poeta y escritora.

El objetivo que se proponen las autoras Viviana García y Carol Muñoz es el de analizar el papel de la mujer en la época que se presenta en la novela.

Relata la historia de Lucia, una joven holandesa que viaja a Colombia (Nueva Granada en ese entonces) con razón que tras la muerte de su madre debe encargarse del cuidado de su familia. Lucia deseaba encontrarse con la tierra prometida pues su padre así la describe en sus cartas, sin embargo se lleva una fuerte decepción al darse cuenta que lo que escribía su padre era totalmente falso, este lo hizo para evitar perder su dignidad, cuando llega el momento para que su padre la recoja, le había enviado un burro viejo al cual llamaba su mejor bestia y una silla de montar muy antigua, la cual argumentaba que era de su madre así recorrieron parte del camino hasta que por fin pudo encontrarse con su padre al cual había idealizado de una manera totalmente distinta a lo que se encontró, pues aunque vestía con ropa holandesa estaba totalmente desgastada al igual que sus hermanos, aunque la diferencia era que estos vestían ropa de la patria en la que habían nacido.

También se encuentra con su hermana mayor Clarisa y se da cuenta que la historia que le habían contado de su hermana en las cartas era también falsa pues en ellas le relataban que el matrimonio de su hermana había sido con la bendición de su

padre, cuando en realidad Clarisa había huido y frecuentemente evadía sus deberes de esposa, por lo que su esposo se quejaba frecuentemente con su padre. Y no solo se lleva esta sorpresa sino que también se da cuenta de que la percepción de su hermana por el lugar en que había crecido era totalmente atroz, advirtiéndole que también sería una esclava como ella lo había sido en pésimas condiciones.

El factor predominante en Una Holandesa en América, claramente es lo femenino, pues Soledad Acosta como mujer escritora deja fuerte referencias de la tradición patriarcal: “…Sólo cumpliendo con sus deberes puede una mujer ser feliz en la vida terrenal y después en la eterna…” (pág. 43), bajo este pensamiento se justificaba Lucia tras partir hacia su nueva vida en la Nueva Granada.

Lucia representa a la mujer entregada a su familia, pues al llegar encuentra el que sería su hogar, convertido en un verdadero caos, que se ve obligada a reparar y termina lográndolo. Además de esto, dejó pasar distintas oportunidades que hubieran podido cambiar el rumbo de su vida, como por ejemplo, casarse, o convertirse en monja, sin embargo nunca dejó a su padre solo y envejeció en los Cocos.

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