LOS RETOS DE LA EDUCACION EN LA MODERNIDAD LIQUIDA
Julietytta16 de Mayo de 2015
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LOS RETOS DE LA EDUCACION EN LA MODERNIDAD LIQUIDA
Zygmunt Bauman el filósofo y sociólogo que fue el primero en acuñar el termino modernidad liquida dice que ésta es una figura del cambio y de la transitoriedad: “los sólidos conservan su forma y persisten en el tiempo: duran, mientras que los líquidos son informes y se transforman constantemente: fluyen. Como la desregulación, la flexibilización o la liberalización de los mercados. ’’ Nos encontramos viviendo en tiempos de acelerados cambios socioculturales causados por el impacto transformador de las tecnologías, en donde vemos que la educación debe asumir cambios y construir nuevos modelos para una identidad digital con la capacidad de sobrevivir en ésta, la modernidad liquida. En este pequeño libro, Bauman hace una reflexión sobre las oportunidades que actualmente han hecho desterrar lo que antes se hacía de buen gusto y que hoy se considera una pérdida de tiempo, vemos como poca gente hace hoy una sopa de pastas, un caldo, un jugo. Porque están disponibles en el supermercado y cada vez con mejores preparaciones. Cuando se quiere algo se tiende a la satisfacción instantánea ¿para qué preparar un té si ya lo tengo embotellado? Carolin Meyer nos habla del síndrome de la impaciencia “Esperar se ha convertido en una circunstancia intolerable” Lo cual convierte en un indicador de inferioridad a la demora. Bancos y otros servicios así como los comercios den privilegios de tiempo a los clientes con mayor estratificación, a estos beneficios de tiempo les llama “acceso a atajos”. Mayer tiene un concepto del “síndrome de la impaciencia” en donde el tiempo es un fastidio, un ladrón que nos quita oportunidades de alegría y placer. Y desde esta visión Bauman ve a la educación como un producto más que como un proceso. Se concibe como algo que tiene fin y no como una acción continua de la vida; entonces la educación debe ser un continuo proceso, que requiere justamente “tiempo”, paciencia, dedicación, perseverancia. No se puede aprender a leer, a escribir por control remoto, hace falta que alguien "medie" o intervenga en el conocimiento, y de una manera asequible nos lleve a aquel lugar donde se encuentran el saber, y las habilidades del pensamiento. Pero en la modernidad liquida, en la que se deja de lado la lealtad, dando mayor importancia a la libertad de aprovechar oportunidades, coincide con los cuestionamientos de la inmutabilidad del conocimiento. De igual forma la solidez de las cosas se ve como una amenaza. Los objetos dejan de ser perdurables, para convertirse en algo perecedero. De lo cual se aprovecha el comercio dando mayor valor a las cosas novedosas y de corta vida. Y en la educación queda atrás la idea de que “lo que se ha aprendido, nadie lo quita”. El carácter efímero de las cosas incluyendo todas las cosas. Y esto visto desde el punto de vista educativo se convierte en un reto a vencer. El segundo reto es “la naturaleza errante y esencialmente impredecible del mundo contemporáneo”. Cuando el mundo se encuentra en constante cambio, la educación, como la representación fiel del mundo, debe ser lo bastante rápida para apegarse a este. El tercer reto es el de convivir con la tiranía del momento, hemos perdido la posibilidad de pensar a largo plazo y, paradójicamente, la educación es una inversión a largo plazo. De ahí que sea tan difícil adecuar el sistema educativo a la modernidad de la sociedad. Es impensable hacer un “proyecto de vida” como se solía hacer antes. El mundo líquido lleva un ritmo tan presuroso que hay que vivir cada momento por separado: “la vida se compone de pequeños episodios y cada uno de los episodios no está necesariamente relacionado con el siguiente“. Uno de los objetivos de nuestras vidas debe ser ordenar y unir estos episodios. En el ámbito de la educación, debe tenerse muy en cuenta el concepto de “aprendizaje permanente”
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