LOS RETOS DE LA EDUCACIÓN EN LA MODERNIDAD LIQUIDA

Introducción.

La modernidad líquida es un término que se ha empezado a manejar con frecuencia, sin embargo, muchas veces desconocemos realmente a que se refiere. Para ello deberíamos empezar a aislar los conceptos por separado, para lograr un entendimiento completo acerca de dicho concepto acuñado por nuestro autor en cuestión: Zygmunt Bauman.

La esencia de lo que es la modernidad es el constante cambio y la liquidez es la cualidad de cambiar y adaptarse a los constantes estímulos, etc. Por lo tanto Bauman, definió la modernidad líquida como éste momento de la historia en el que las realidades sólidas que habían perdurado en el pasado, se han desvanecido y ha dado paso a un mundo más impaciente, provisional, siempre ansioso de novedades y como consecuencia de esto, más agotador.

Por otro lado, de acuerdo a Bauman, “la educación tenía valor en la medida en que ofreciera conocimiento de valor duradero”, sin embargo, los retos actuales que plantea la modernidad están golpeando duramente la esencia de la idea de educación así como se ha concebido a lo largo de la historia.

De aquí es que se deriva el análisis de los retos que actualmente tiene la educación en la modernidad líquida.

Desarrollo.

En la actualidad, estamos acostumbrados a un ritmo de vida muy veloz en todos los ámbitos de la vida, ya que se nos ha llegado a inculcar la idea de que las cosas no van a durar mucho, que se debe aprovechar el aquí y el ahora, de que van a aparecer nuevas oportunidades que van a devaluar las existentes, etc. Ideas que se aplican tanto para objetos materiales (celulares, tablets, computadoras y electrónicos en general), así como también las relaciones entre las personas e incluso con nosotros mismos.

Padecemos de lo que Bauman expresa en su texto “síndrome de impaciencia”, el cual significa que el gasto del tiempo es injustificable e intolerable. Contrariamente a lo que Benjamin Franklin decía “el tiempo es dinero”, ya que era considerado importante y de valor, éste síndrome lo considera un fastidio y una faena.

Esto desencadena en una problemática general social, ya que al vivir cada vez con menos paciencia nos irritamos con mayor facilidad y sobre todo cuando la cantidad de información que recibimos al mismo tiempo es exorbitante. Nuestro umbral de paciencia ha disminuido drásticamente y también es muy complicado mantener persistencia en un entorno con mucha información que fluyendo simultáneamente desde todas partes.

Por otro lado, como se comentó en la introducción, en el pasado, la educación tenía valor en la medida en que ofreciera conocimiento de valor duradero, sin embargo, en la actualidad y debido a la aceleración se estamos experimentando en nuestras vidas a causa de muchos factores, existen retos que están golpeando duramente la esencia de la educación, ya que en éste remolino de cambios, el conocimiento se tiene que ajustar al uso instantáneo y es creado para que se utilice una sola vez. Existe actualmente un “encogimiento del lapso de vida del saber”.

Otra cuestión bastante difícil para la educación en éste momento de la historia, es que las bases sólidas en las que se sustenta el conocimiento ya requieren un enorme esfuerzo para sostenerse, debido a que se está en un constante cuestionamiento y una búsqueda interminable de nuevas fuentes de información.

Bauman nos dice al respecto que “en semejante mundo líquido toda sabiduría y todo conocimiento de cómo

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