La Clave De Los Campos Sociales
vickifalanis17 de Junio de 2015
3.093 Palabras (13 Páginas)314 Visitas
La clave de los campos sociales: competencias del autor autónomo
Philippe Perrenoud
En la actualidad, los sistemas educativos continúan invirtiendo grandes recursos en la capacitación de una minoría con un nivel de educación alto, mientras que otra minoría no adquiere ni siquiera las competencias básicas.
El “cuestionamiento de la pregunta” o cómo resistir la tentación de lo “políticamente correcto”
• Responder a esta pregunta es defender, de manera implícita o explícita, una visión de la humanidad como sociedad.
• Los actores sociales necesitan explicar el cambio, poder, desigualdades, violencia, crisis económicas, desempleo, logros fallidos y abuso de drogas.
• El conocimiento de una sociedad muy rara vez es desinteresado, contribuye a mantener o a cambiar las estructuras y estrategias de los negocios, hospitales, partidos políticos, sindicatos, administraciones y todas las institucciones de las que dependen los ciudadanos.
Se puede hacer referencia a por lo menos tres controversias clásicas:
Las representaciones de la inteligencia van de la mano de una visión de la humanidad y el orden social, de manera especial por lo que respecta a la inevitabilidad de la desigualdad; algo que algunos afirman y otros niegan.
Relación existente entre el conocimiento y las competencias; los defensores de la escuela de la”cultura” tienden a pensar que concentrarse en las competencias es una amenaza a la cultura y a la transmisión del conocimiento.
Identificar a las competencias en el mundo de los negocios en ocasiones se interpreta como una manera de incrementar la fexibilidad del trabajo y la inseguridad de los empleos al quitar a los trabajadores la protección que representan los niveles de califcación negociados en acuerdos colectivos.
Dentro de una sociedad llamada democrática, conformada por hombres y mujeres que se supone son libres e iguales y están unidos por un contrato social acordado libremente y diseñado para otorgar a cada individuo las mismas responsabilidades y derechos, la cuestión de las competencias puede ser abordada desde una posición doblemente optimista. Se puede estar de acuerdo en que:
Cada individuo necesita ciertas competencias de “ciudadanía” con el fn de participar en el manejo de esta armoniosa sociedad.
Cada individuo necesita otras competencias básicas con el fn de vivir de acuerdo con sus aspiraciones y proyectos.
Declarar a algunas competencias como “universales” es favorecer a una parte del planeta y al estilo de vida de las sociedades privilegiadas. Incluso si sólo vemos a las sociedades más desarrolladas, donde surgen dos problemas:
Su problema no es ser buenos consumidores, sino poder obtener las mercancías y sobrevivir día con día; para lograrlo necesitan habilidades que no son necesarias para quienes cuentan con una forma de vida satisfactoria.
Otros no pertenecen a los sistemas político, económico, social y moral dominantes; necesitan habilidades diferentes para vivir al margen de la sociedad, fuera de la norma y muchas veces fue-ra de la ley, para no pasar toda su vida trabajando, para sobrevivir sin un lugar fijo donde vivir y sin comenzar una familia, negándose a hacer un servicio militar o a cumplir con los parámetros más convencionales de conducta.
Los ciudadanos bien integrados que viven de acuerdo con la sociedad por lo general reaccionan de manera distinta de estas dos categorías:
A los excluidos de la sociedad les ofrecen ayuda, siempre y cuando quienes la reciben se apeguen a las reglas de esa ayuda, es decir, que busquen trabajo, se establezcan, se eduquen, se cuiden, dejen de beber o de consumir drogas, respetenla ley, no malgasten sus pocos recursos,
A quienes están al margen de la sociedad y a los disidentes les dicen que en una democracia la gente debe regirse por la ley y por las decisiones de la mayoría. Si no lo hacen, deben aceptar los riesgos inherentes a su marginación o desvío, incluso el castigo.
Se necesitan competencias para administrar un campo de concentración, perseguir minorías, organizar un asalto, defraudar a las autoridades fiscales, torturar disidentes, organizar la explotación sexual infantil, preparar un golpe de Estado, desarrollar nuevas toxinas bioquímicas o crear un partido fascista.
No olvidemos que el intento de defnir competencias fundamentales para el siglo XXI es privilegio de las sociedades con un alto grado de educación, lo suficientemente ricas para contar con los medios para formular e implementar una política de competencias y para quienes la sobrevivencia ya no es un problema esencial.
¿Competencias transversales?
Las ciencias humanas y sociales pueden identificar ciertas “funciones invariables” y lograr aplicarles competencias transversales por, al menos, dos razones:
Los seres humanos usan procesos mentales, un enfoque del mundo y competencias relacionadas que conservan similitudes independientes del marco o de la actividad de los que se trate.
Operan como actores en campos sociales cuyo funcionamiento comparte algunas características.
La actuación en un campo social
El sentido común y las ciencias sociales con frecuencia hablan de un contexto, un entorno o un ambiente sociocultural. El concepto de un campo social permite ir un paso más adelante: este ambiente está estructurado en múltiples campos sociales que se caracterizan por representar retos específcos. La transver-salidad no se encuentra en la naturaleza de los retos sino en su sola existencia, así como en las prácticas, interacciones, alianzas y luchas a las que dan lugar.
Lafaye resume el concepto de campo en la sociología de Bourdieu en los siguientes términos:
Un campo es un espacio estructurado por lo tanto, jerárquico que incorpora posiciones o puestos cuyas características son relativamente independientes de quienes los ocupan.
Cada campo se define en términos de sus retos e intereses específicos comparados con los de otro campo; esto significa, por ejemplo, que un científco está interesado en cosas diferentes de las que le interesan a un hombre de negocios o de la Iglesia.
Un campo también implica la posesión o constitución de un capital específco. Un capital económico grande es fundamental en el mundo de los negocios, pero incon-gruente con el campo científco, en el que el capital relevante es de una naturale-za distinta: una tesis, publicaciones con prestigio, reconocimiento internacional, etcétera.
Disciplinas como la homeopatía o la acupuntura que durante mucho tiempo estuvieron al margen del campo de la medicina, ahora han logrado reconocimiento y que se les incluya dentro de este campo.
Lo que aquí me interesa son las competencias y el conocimiento transversales en la medida en que atraviesan los distintos campos sociales y no son específcas de ninguno. Para probar su existencia se necesitaría investigación comparativa a gran escala. Sobre la base de observaciones personales múltiples, así como de la investigación de las ciencias sociales, sugiero, como hipótesis, que es útil, incluso indispensable en todos los campos sociales, tener las siguientes competencias con el fn de no estar a la merced de estrategias y decisiones adoptadas por otros actores:
a) Poder identifcar, evaluar y defender los recursos, los derechos, los límites y las necesidades del individuo.
b) Poder, de manera individual o grupal, formar y llevar a cabo proyectos, así como desarrollar estrategias.
c) Poder analizar situaciones, relaciones y campos de fuerza de manera integral.
d) Poder cooperar, actuar en sinergia y participar de un liderazgo colectivo y compartido.
e) Poder construir y operar organizaciones democráticas y sistemas de acción colectiva.
f) Poder manejar y resolver confictos.
g) Poder jugar siguiendo las reglas, usarlas y funcionar con base en ellas.
h) Poder construir órdenes negociados por encima de las diferencias culturales.
Algunas competencias necesarias para la autonomía
La autonomía necesita competencias, aunque solas no son sufcientes. Nadie será autónomo a menos que desee serlo. No es un valor universal; sin embargo, no se le puede disociar de la modernidad, la democracia y el individualismo. Por lo tanto, no sería correcto volverlo una norma para todas las eras y las sociedades. No obstante, en las sociedades desarrolladas el sistema de valores promueve a la autonomía como una aspiración y base de la identidad individual. Aquí mi análisis se ubica en este contexto cultural; por lo tanto, se opone diametralmente a una visión del mundo en la que se invite a cada individuo a enterrar su identidad en un orden colectivo y establecido.
Poder identifcar evaluar y defender los recursos, los derechos, los límites y las necesidades del individuo
Existe un constante proceso de reconstrucción y nadie está seguro de conservar su lugar, empleo o poder si no se mantiene lo sufcientemente alerta, o simplemente deja de “buscar problemas”; después de todo, los marineros siempre duermen con un ojo medio abierto. Algunos líderes de organizaciones o asociaciones políticas no se atreven a tomar vacaciones o a salir de viaje por miedo de que en su ausencia se organice alguna revuelta que los derroque.
Poder, de manera individual o grupal, formar y llevar a cabo proyectos, así como desarrollar estrategias
Por encima de los derechos elementales y el apoyo salarial básico que en un estado de bienestar social todos tienen garantizado, la participación en los recursos y el poder
...