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La Primavera Silenciosa

beabell5 de Marzo de 2012

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MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA

ALDEA UNIVERSITARIA “RAMON GARCIA DE SENA”

LA VICTORIA. EDO. ARAGUA

ANALISIS DE LA PRIMAVERA SILENCIOSA

DE RACHEL L. CARSON

PFG: ESTUDIOS JURIDICOS

6to. SEMESTRE. 8va. COHORTE

PROFESOR: CARLOS CABRERA

BACHILLER:

SANDRA MARTINEZ C.I: 7958067

9 de Diciembre de 2011

INTRODUCCIÓN.

En el marco de nuestro proceso de investigación e indagación con respecto al impacto medioambiental del uso de agroquímicos, a continuación nos proponemos desarrollar un análisis en el presente trabajo de un libro que consideramos es necesario conocer ya que nos da luces con respecto a los daños que ha venido produciendo de manera sistemática el uso de estas sustancias en la agricultura.

Con una narrativa que se caracteriza por ser directa y sencilla, impregnada de un análisis científico que acompaña con ejemplos conmovedores, la autora (Rachel Carson) denunció los efectos nocivos que para la naturaleza tenía el empleo masivo de productos químicos como los pesticidas, el DDT en particular.

Considerado un libro de ciencia, debela el aspecto social de esta problemática ambientalista; además de ayudarnos a entender la data de este proceso de deterioro en las tierras de uso agrícola puesto que su año de publicación es 1962.

Primavera Silenciosa es un libro considerado uno de los inspiradores de los primeros movimientos ecologistas que surgieron en Estados Unidos.

“El hombre difícilmente puede reconocer los daños de su propia obra”

Albert Schweitzer.

Análisis de la obra “Primavera Silenciosa” de Rachel Carson.

A mediados del siglo XX, se dan una serie de descubrimientos científicos y tecnológicos en los países llamados del primer mundo. Fenómeno este que da origen a una nueva caracterización de la sociedad. La aparición de aparatos automatizados (lavadoras, secadoras, masificación de vehículos automotores, la televisión, por nombrar algunos cuantos), nos da cuenta de una población atrapada en el consumismo, embriagados por la llamada “gratificación instantánea”. La idea de que la vida pudiera ser más fácil evitó que muchas personas vieran algún problema con los avances en la comodidad, particularmente algún efecto potencialmente negativo en la tierra o incluso en las futuras generaciones; sin embargo, algunos mantuvieron cierta discrecionalidad ante estos avances y aconsejaron moderación. Quizá la primera y la más notable, por lo menos entre los estadounidenses, fue Rachel Carson.

Fabula para el día de mañana. Es en este capítulo Carson narra y describe hechos alarmantes en una ciudad que ubica en “el corazón de Norteamérica”; donde en principio la refiere como hermosa, rodeada de sembradíos prominentes, la armonía de un paisaje cuyos elementos se disponen cual perfecto engranaje. La llegada de las aves por la primavera, cuyos cantos anuncian a la misma. Posteriormente la historia asoma las primeras escenas de alarma y nos lleva a vivir un proceso de deterioro de ese paisaje, por razones aun inexplicables; situación que trae consigo el silencio de las especies animales.

“Entonces un extraño agotamiento se extendió por la comarca y todo empezó a cambiar. Algún maleficio se había adueñado del lugar; misteriosas enfermedades destruyeron las aves de corral, los ovinos y las cabras enflaquecieron y murieron. Por todas partes se extendió una sombra de muerte. Los campesinos hablaron de muchos males que aquejaban a sus familias. En la ciudad, los médicos se encontraban mas y mas confusos por nuevas clases de afecciones que aparecían entre sus pacientes. Hubo muchas muertes repentinas e inexplicables, no solo entre los adultos, sino incluso entre los niños que, de pronto, eran atacados por el mal mientras jugaban, y morían a las pocas horas.”

“(……..)esta imaginaria tragedia podría fácilmente convertirse en completa realidad que todos nosotros conoceríamos.”

Este preámbulo da entonces los primeros llamados alarmantes, cual mensaje profético.

Posteriormente, nos introduce en una reflexión la cual llama “La necesidad de Sostenerse”. Aquí nos habla de la intervención del hombre en la naturaleza y su efecto desestabilizador en la misma.

“(…….) con el tiempo, tiempo no en años, sino en milenios se ha alcanzado el equilibrio y el ajuste vitales. Porque el tiempo es el ingrediente esencial; pero en el mundo moderno no hay tiempo”.

“(…..) Nos han dicho que el enorme uso de los plaguicidas es necesario para mantener la producción agrícola. Pero nuestro problema real ¿No es de superproducción? Nuestras granjas, a pesar de las medidas para disminuir terrenos de producción y para pagar a los agricultores que no producen, han rendido tan asombroso exceso de cosechas que el contribuyente norteamericano pagó en 1962 más de un millar de millones de dólares para sostener el costo del programa de almacenaje del excedente de alimentos. Y la situación se sostiene cuando una rama del departamento de agricultura trata de reducir la producción mientras en otros Estados, como se hizo en 1958, se cree generalmente que la reducción de hectáreas de cultivo, bajo la dirección del Banco Agrícola, estimulará el interés por el uso de productos químicos para obtener la máxima producción de la tierra dedicada a siembra “.

Una gran maquinaria ambiciosa, cuya prioridad es la producción si es posible a niveles casi insostenibles por el mero lucro, ha llevado a las transnacionales a que decididamente quieran controlar e intervenir en el delicado equilibrio de la naturaleza. Carson denuncia en su obra las mentiras que solapan estas grandes industrias, como el hecho de hacer creer a los ciudadanos que la reducción de aéreas de cultivos era una forma de protegerlas, cuando la verdad era que con el uso de agroquímicos se duplicarían las cosechas en espacios más reducidos, pero con el costo de que a través de estos componentes y la práctica de los monocultivos se esterilizan cada día mas y mas extensiones de tierra.

“(………….) ¿Puede alguien creer posible que se extienda semejante mezcolanza de venenos sobre la superficie de la tierra sin que resulten inadecuados para todo ser viviente? ¡No deberían llamarse “insecticidas”, sino “biocidas””.

En los comienzos de la modernidad, surge y se consolida un nuevo sistema de producción: el capitalismo, donde la naturaleza es vista como una fuente inagotable de recursos naturales, y se distingue como un medio para el crecimiento económico, no se reconocen sus valores intrínsecos, y finitud, lo cual afecta no solo a la naturaleza, sino también a la propia especie humana.

Así, las sustancias que los inocentes campesinos comenzaban a usar para el control de plagas o de ciertos tipos de hierbas que afectan los sembradíos, se ha convertido en una actividad letal para ellos y los consumidores de esos productos.

“(……) los insectos consiguen con frecuencia una “expansión” o resurgimiento, después de la rociadura, en número mayor que antes. De este modo la guerra química nunca se gana y toda vida resulta captada en su violenta contradicción”

Recorrer la páginas del libro y adentrarnos en el minucioso análisis realizado por la autora, donde refleja no solo la agresión al ambiente, si no, al propio hombre, por ingerir productos que el mismo contaminó, al tratar de incrementar la producción, nos da cabida para realizar un análisis crítico del comportamiento continuo del hombre, dentro de estos sistemas de producción implacables y el gran vinculo existente entre ambiente y salud.

De hecho Rachel Carson, en un punto de comparación, aboga por el rescate de las prácticas tradicionales de cultivo. Hace una crítica a los monocultivos y habla de las bondades que ofrece la diversificación de cultivos a la sostenibilidad de las tierras.

“Bajo condiciones de agricultura primaria, el campesino tiene pocos problemas de insectos. Estos crecen con la intensificación de los cultivos: entrega de inmensas extensiones de terreno a una sola cosecha. Este sistema prepara los peldaños para la reproducción masiva de colonias de insectos específicos. Los cultivadores de una sola clase de producto no se lucran de los principios por medio de los cuales trabaja la naturaleza; se trata de una agricultura como puede concebirla un ingeniero. La naturaleza ha introducido gran variedad en el paisaje, pero el hombre ha desplegado verdadera pasión por simplificarlo. De este modo deshace el edificio de divisiones y de equilibrio en el que la naturaleza contiene en sus límites a las especies. Una división natural importante es la de la reducción hasta el número deseable

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